El sector inmobiliario tiende a la regularización
EL REPUNTE AL alza de la compraventa de viviendas en lo que va de año demuestra que el sector inmobiliario comienza a sacar la cabeza después de años de crisis económica, en la que se produjo el estallido de la burbuja inmobiliaria lo que supuso una de las razones, sino la principal, del desplome de la economía.
Los datos que acaba de hacer públicos el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan un ascenso en las transacciones inmobiliarias en lo que va de año. Aumento en las ventas que se produce en las nueve provincias de Castilla y León, lo que permite que la Comunidad sea una de las que mayor incremento registra en el conjunto del país.
Las cifras son las que son, pero no se puede quedar sólo en el análisis superficial. Aquel que determina dónde sube y dónde baja; dónde es mayor el incremento y dónde es menor. Es obligado ir más allá y profundizar en lo que bien podría denominarse la letra pequeña de esa compraventa.
Una letra pequeña que señala, como bien indica por otra parte el presidente de los promotores inmobiliarios de la Comunidad, que el ritmo aún es muy lento, sobre todo si se tiene en cuenta de dónde viene el sector, con años de hundimiento en las operaciones inmobiarias. A esto, además, se le añade que lo que está tirando de las ventas es la vivienda de segunda mano, la usada, y no la nueva. Es, y así lo indican desde el sector, la constatación de que lo que se está vendiendo es aquello que lleva años construido y que por efecto de la grave situación de la economía quedó varado. O, lo que es lo mismo, que el sector de la construcción no está viendo el reflejo en esas positivas ventas.
A lo que se le añade el hecho, para algunos bueno y para otros no tanto, de que las compras que ahora se están llevando a cabo no se realizan como inversión, sino para vivir y ahí cuentan con la dura competición de los alquileres.
Sea como fuere, y eso también lo resaltan los representantes del sector inmobiliario, la buena marcha de la venta de los pisos viene derivada por el descenso de los precios y por las facilidades de las entidades bancarias a la hora de conceder un préstamo, que vuelven a hacer que el crédito fluya.
La dinámica, más allá de las matizaciones de los profesionales del sector, es positiva con una clara tendencia al alza en lo que a las ventas inmobiliarias se refiere. Es cierto que los números aún están muy lejos a los anteriores a las crisis económica, pero no lo es menos que el sector lo que está obligado a hacer es a regularizarse para no volver a caer en los errores del pasado. Esos que causaron la burbuja inmobiliaria, cuyo estallido fue uno de los detonantes de la crisis y que se debe trabajar para que no vuelva a repetirse.