Diario de Valladolid

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MIENTRAS hubo sobrante, cada estreno anual suponía un pedido de imposibles, que a veces hasta se materializaron. Pero esta vez la carta a los Reyes permite pocos alardes. No sólo porque de donde no hay es difícil sacar, sino porque la indolencia gobernante pone todo inalcanzable. De hecho, si comparan este enero con el pasado hallarán la diferencia de que ahora ni siquiera hay presupuesto disponible, de manera que muchas subsistencias andan distraídas por el limbo. Y si esto es así para las emergencias, a quién podemos reclamar los débitos asfálticos o ferroviarios, cuyo trazado se ha ido gastando a fuerza de repetirse.

Pero aquella abundancia se acabó y ahora nuestra única expectativa radica en no quedarnos desvestidos por el tirón de los vecinos. Porque ya resignamos que la cuota que nos corresponde es el desconsuelo de los adictos. Apunto con esto a la greña de las taifas que llamamos financiación autonómica, cuyo reparto se empieza a escenificar el martes 17 en el Senado, en la sexta Conferencia de Presidentes. Una tradición que inauguró nuestro Zapatero y Rajoy fue dejando en desmayo, hasta que recurre al cónclave para aprobar sus propias cuentas.

Nuestros vecinos vascos dejan a Urkullu en casa, pero acuden con la sartén del respaldo presupuestario en su mano, mientras el catalán Puigdemont ni siquiera comparece, aunque esa ausencia no significa que vaya a renunciar a una parte crecida del botín. Unos y otros demandan bilateralidad, siempre más propicia al enjuague, y si finalmente no van, nadie podrá sacar provecho de sus pérdidas. Porque hay ausencias que cotizan más alto que la más constructiva comparecencia.

Así que acudimos al cónclave sin otro ánimo que la exigencia de que no nos priven de lo imprescindible. No pedimos privilegios. Sólo que los enjuagues bilaterales no acaben malgastando en banderines y pirotecnia el dinero preciso para mantener abiertos y eficientes los consultorios médicos y las escuelas, los hospitales y universidades. Porque ya tenemos demostrado sobradamente que sabemos gestionar con provecho y menos gasto.

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