El impulso exportador pasa por Castilla y León
NUEVOS DATOS DE la balanza comercial de Castilla y León y, una vez más, Castilla y León no sólo se sitúa a la cabeza del país en crecimiento exportador, sino que su empuje eleva a números positivos la exportación nacional.
La cifra no por reiterativa deja de ser relevante. Al contrario, el hecho de que las empresas castellanas y leonesas vuelvan a situarse a la cabeza del país, cuando de incrementar su apuesta por ese complicado cliente exterior se trata demuestra el enorme trabajo que se viene realizando y el gran valor de los productos que se ofertan.
Agroalimentación y sector del automóvil vuelven a ser capitales para este impulso en la balanza comercial exportadora, como demuestran que Palencia y Valladolid se aúpen a los primeros puestos, en lo que a subida de las exportaciones se refiere. Y, sobre todo, la provincia palentina donde ese empuje de la automoción, de Renault, y de las industrias agroalimentarias la colocan como el territorio que más crece de todo el ámbito nacional.
Decía el presidente de Renault España, José Vicente de los Mozos, que el sector de la automoción es uno de los motores, por no decir el motor, de la economía. Los datos de exportación no vienen más que a corroborar esa afirmación.
Pero no solo. Si de algo puede presumir esta Comunidad, además de contar con dos de las plantas industriales más importantes de Renault a nivel mundial, es de aglutinar en su amplía extensión de terreno a gran parte de las empresas agroalimentarias más importantes del país, a las que jalonan otras menores que, no por pequeñas en tamaño, dejan de ser menores en importancia y en relevancia. Menos cuando de hablar de balance exportador se trata.
Ahí las pequeñas, evidentemente con menos impulso que las grandes, también demuestran que son competitivas y que aportan su grano de arena a ese crecimiento de la exportación en la Comunidad, que hace que se coloque al frente del incremento nacional.
Un mérito que, más allá de ayudas de la administración, que existen y deben ser valoradas como se merecen, hay que sumarse principalmente en el haber de empresas, empresarios y trabajadores.
Ellos, con su trabajo de años, supieron darse cuenta rápidamente que el futuro para salir adelante pasaba por ganarse al mercado de fuera, ante la debilidad del interior. Algo que les hizo más fuertes de cara al futuro. Y, ahora, cuando parece que lo peor de la crisis ya empieza a estar en el olvido y el consumo se muestra más positivo, impulsan aún más esas ventas en el exterior y hacen que el impulso exportador pase por Castilla y León.