Diario de Valladolid

Redacción de Valladolid

Los almendros de las listas

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CAMPAÑAS contra el partido y lo que representa. Utilización ruin en la forma de hacer política. Una dimisión que le honra. Estas son algunas de las muchas excusas que, a modo de explicación, vienen utilizando los políticos de siempre cuando se les pilla con las manos en la masa, el carrito del helado o en fuera de juego; hagan suya la expresión que más les guste. Pase lo que pase, el político de turno y el partido que lo cobija, ya sea el PP o el PSOE, siempre tienen la excusa perfecta, adornada con el ataque al adversario o al mensajero, cuando no a ambos. Siempre con el fin último de no dar la cara y ni mucho menos reconocer lo que se ha hecho.

Pero hete aquí que los nuevos, esos que han llegado a esto de la política y de la cosa pública dando lecciones de dignidad y de honradez, han aprendido rápido y no dudan un instante en hacer suyas las excusas y ataques de esa casta que tanto repudian para justificar lo injustificable y defender lo indefendible.

Se está viendo en Ciudadanos con el caso de su concejal en Valladolid. A Jesús Presencio lo cazaron con unas cuantas copas de más al volante y nada ha pasado. Él sigue ahí sentado en el Pleno del Ayuntamiento dando voz y voto a las iniciativas de un partido, el de Ciudadanos, del que sigue siendo su coordinador. Que si se trata de su vida privada, que hay que esperar a que haya castigo en forma de sentencia, que ya la hay y es condenatoria por más que el ínclito Presencio la pactara; que si el partido tiene un reglamento con unos tiempos que hay que cumplir... Excusas y más excusas.

Las mismas a las que se agarraba Podemos, con su líder Pablo Fernández a la cabeza, para defender primero y disculpar, después, a su todavía procurador Pedro de Palacio y su repugnante condena por abusar sexualmente de una menor. Da igual que fuera hace doce años. No hay excusa que valga ante un caso así, con el agravante además de que lo había ocultado. A De Palacio no le honra la dimisión, porque ésta llega después de que su caso fuera destapado por los medios y, lo que es más grave aún, sin el más mínimo arrepentimiento. Y si en Podemos no entienden esto es que su forma de entender la política no difiere en nada de esa casta que tanto critican.

Quienes tampoco entienden nada son esos diputados y senadores de la nada, porque nada hacen, que comienzan a aflorar por su territorio ahora que saben que su partido, el PP, está cerrando las listas. Ahí están los casos de los sempiternos Alfredo Prada en León y Miguel Ángel Cortés, en Valladolid. Son ‘cuneros’ en su propia casa porque se lo han ganado a pulso. Llevan cuatro años desaparecidos y, ahora, vuelven a casa por Navidad. Son los almendros de las listas.

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