Banquillos
EN MENOS de 72 horas el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, se sentará en el banquillo del Juzgado de lo Penal nº 2 de Valladolid por un delito de desobediencia. En menos de 72 horas, el consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, se sentará en el banquillo de las Cortes para dar su versión del escándalo de la trama eólica. La ‘coincidencia’ es algo más que una metáfora de los tiempos que corren. El primero se presenta a las municipales del 24 de mayo, justo dentro de un mes. El segundo ha optado por abandonar la vida pública en medio de otros escándalos que le salpican o pueden salpicarle.
La creciente indignación social por los continuos casos de corrupción, coincidiendo con una crisis que ha empobrecido a la mayoría, ha cambiado como nunca la agenda de los políticos y apunta a imprevisibles resultados, que llevarán a una fragmentación desconocida y acabará con mayorías absolutas en los ayuntamientos y en las Cortes.
El giro más llamativo en la agenda política es el de Juan Vicente Herrera. No se iba a presentar más, pero el miedo al descalabro forzó el cambio. Atribuyen a Iñigo López de Loyola -San Ignacio para los católicos- la frase de que «en tiempos de tribulación no hay que hacer mudanzas». Por eso, Herrera vuelve a ser candidato. Por eso, Herrera quiere al polémico León de la Riva al frente de Valladolid. No le ha importado que se siente el lunes en el banquillo. Tampoco le ha debido importar al presidente de la Junta y del PP regional otros casos que rozaron lo delictivo y /o la mala gestión (PGOU, Zambrana, Pingüinos, Niña Guapa...). Poco han pesado en Herrera las humillantes declaraciones, periódicas en el tiempo, de su candidato a la Alcaldía de Valladolid sobre las mujeres (el ‘temor’ a un sujetador desprendido en un ascensor, la última). Los votos (a veces) valen más que los principios.
Y León de la Riva saca muchos votos. Es un líder en resultados, con un techo de 91.876 papeletas que supera el mejor momento del socialista Bolaños (89.944) al año de entrar Felipe González en la Moncloa. Herrera es otro especialista en ganar elecciones, aunque el techo autonómico del PP lo tenga Lucas. Y no había recambio, no había banquillo del que tirar. Máxime cuando había que presentar un líder impoluto, ajeno a la corrupción.
Al ritmo que vamos en esta Comunidad, en los próximos días pueden surgir nuevos escándalos. Seguirá creciendo la deslegitimación social de los poderosos y sus encubridores. Ojalá también, la conciencia de que la política nunca debe dejarse sólo a las minorías.