Los hijos de papá
Ya lo cantaba Antonio Molina y alguno se ha querido tomar ese ‘Soy minero’ al pie de la letra. Qué más da que vistan de traje o que hayan ¿bajado? a la mina una vez y de visita. Lo que importa es que ellos también son picadores, aunque lo más que han levantado es la estilográfica y para firmar algún despido, que los papeles del suelo ya los recogen otros.
Seis años lleva ‘escondido’ en una caja de la Consejería de Economía y Empleo, porque por mucho que se empeñen Tomás Villanueva y Ricardo González Mantero los servicios territoriales de Industria siguen siendo de su competencia, un informe que habla de «presuntas irregularidades» y hasta de «fraude a la seguridad social» de unos señoritos que no han sido mineros ni por un día.
Está claro que no hay como ser un hijo de papá. Que los gobiernos dan dinero para que se jubilen antes los mineros, ahí está papá Lamelas Viloria para colocar, según el informe, a sus hijos, sobrinos y demás familia ya sea de picadores, ayundantes de barrenista o de lo que sea. Aquí lo que importa es que pillen las prebendas que da el carbón, pero sin tiznarse, que eso no es para señoritos.
Y cuando se les descubre, no hay problema. Para eso están los servicios de Villanueva y Mantero. Se coge el informe, se ‘archiva’ en una caja, se mete en un edificio y aquí no ha pasado nada. Y eso porque no se les ocurrió mandarlo al fondo de la misma mina a la que nunca han bajado esos hijos que ahora querían vivir de ese otro papá que pagan todos los españolitos, el Estado.
La culpa la tiene el técnico de Industria. ¿Cómo se le ocurre poner en evidencia a esos niños que papá que tanto han hecho por una minería de la que llevan viviendo años y años, aunque no sepan ni de qué color es el carbón?
Eso no se hace. Para otro vez, que coja se ponga el disco de Antonio Molina y cante el ‘soy minero’. El resultado habría sido el mismo: nadie le habría escuchado.
Bien pensando, tendría más mérito para prejubilarse como minero quien consiguiera llegar a las notas más altas del maestro de la canción que los hijos de papá Viloria, que el interior de una mina lo conocen de los documentales de la 2 y, ahora, de Discovery Channel. Ya se sabe: quien tiene padrino se bautiza, pero sólo los hijos de papá Viloria querían prejubilarse como mineros. Que se sepa.