La fortaleza del vino
DESDE 1999, el castillo de Peñafiel alberga el Museo del Vino, que cada cinco años renueva tanto sus contenidos como el lenguaje expositivo. La actualización de esta primavera supone un salto importante y constituye un poderoso argumento para repetir la visita al «almirante de las fortalezas peninsulares», como lo distinguió el viajero Ramón Carnicer. El cerro sobre el que se alza la fortaleza está horadado por túneles en los que madura silencioso el vino, mientras el mirador de su torre del homenaje permite calibrar la justicia de la reiterada metáfora que lo compara con un navío de piedra deslizándose por el mar verde de la ribera.
El cerro del castillo estuvo fortificado ya en el siglo XI, cuando el conde castellano Sancho García rescató la peña del dominio musulmán, aunque la fortaleza que se visita corresponde a mediados del siglo XV. Peñafiel fue escenario de las ambiciones y turbulencias que protagoniza el infante don Juan Manuel. Nieto y sobrino de reyes, fue regente de Alfonso XI, con quien se enemistó por no hacer reina a su hija Constanza.
Reconstruyó los muros de la fortaleza y en Peñafiel escribió algunas de sus obras más notables. En 1431 el rey Juan II ordenó la demolición del castillo, que había desafiado su autoridad, entregando el señorío de la villa a Pedro Girón, maestre de Calatrava, quien lo reconstruye con piedra de Campaspero.
La fortaleza tiene doscientos diez metros de eslora por veinte de ancho, con la torre del homenaje partiendo el patio en dos: el sur, donde ahora está anclado el museo, albergó las caballerizas, mientras en el lado norte se guardaban los aljibes y almacenes de provisiones. Las diferentes zonas del museo recorren todos los aspectos relacionados con el cultivo y la cultura del vino: los suelos, la planta de la vid, sus variedades y cuidados, los artesanos del vino, aperos y unidades de medida, la bodega, su crianza y envejecimiento, sus aromas, la historia del vino y su presencia en la literatura, el arte y la gastronomía. Un paseo fascinante que culmina en la cúpula Alma del Vino.