Salmón salvaje con espárragos verdes
Salmón salvaje y espárrago verde son una combinación perfecta para ayudar a nuestra salud cardiovascular, para combatir al colesterol malo y para mantener en un estado óptimo nuestro organismo y nuestro cerebro. Queremos contarles algunas propiedades que nos aportan estos dos productos unidos y ofrecerles una receta bien sencilla de elaborar para esos días que vamos con prisas
A TENER EN CUENTA
- Tiempo de preparación 15 min
- Tiempo de cocción 15 min
- Porciones 4
- Tipo de receta (n/a)
- Precio 30 €
INGREDIENTES
- 170 gramos salmón salvaje por persona
4 espárragos verdes por persona
Aceite oliva virgen extra
Sal
Pimienta negra
Salmón salvaje y salmón de cultivo
Tanto el salmón de cultivo como el salvaje están muy ricos, pero existen diferencias entre ambos tanto a nivel nutricional como de experiencia para nuestro paladar al consumirlos. El salmón salvaje suele tener un contenido más alto de minerales como el selenio y un perfil de grasas omega-3 más saludable. El salvaje está libre completamente de aditivos artificiales que pueden tener algunos salmones de piscifactoría al ser alimentados por el hombre y contiene un antioxidante llamado astaxantina, pigmento que le da al salmón su característico color rosado y que es un carotenoide con potentes propiedades antioxidantes, lo que significa que ayuda a combatir el daño celular provocado por los radicales libres. Este antioxidante también tiene efectos positivos en la salud de la piel, la reducción de la inflamación y la protección cardiovascular. En todo caso, ambos son extraordinarios, lo importante es consumir salmón.
En qué nos beneficia comer salmón
El salmón nos aporta proteínas completas de muy alta calidad que contienen los nueve aminoácidos esenciales que necesitamos. Es destacable su contenido de ácidos grasos omega-3, importantes para nuestra salud cardiovascular porque disminuyen los niveles del colesterol malo y a aumentan los del bueno. Además, tienen propiedades antiinflamatorias y contribuyen a la salud del cerebro.
También nos beneficia en cuanto a las vitaminas y los minerales que nos aporta su consumo. Es una fuente excelente de vitaminas del grupo B, incluida la B12, de vitamina A y, muy importante, de vitamina D, ya que pocos alimentos contienen tanta vitamina D como el salmón, vitamina esencial para la salud de nuestros huesos porque facilita la absorción de calcio, además de ayudarnos a proteger nuestro cuerpo contra infecciones. En cuanto a minerales nos aporta selenio que ayuda a evitar la oxidación, potasio que colabora en la correcta salud del corazón, magnesio y fósforo.
En resumen, que estamos ante uno de esos alimentos que deberían formar parte de nuestra dieta de forma habitual porque todo son beneficios para nuestra salud. Si a todas las propiedades que hemos visto que tiene el salmón lo completamos con alguna verdura para hacer aún más equilibrada todavía nuestra comida, mejor que mejor. Así que hoy vamos a cocinarlos con unos espárragos verdes.
Los espárragos verdes
Podemos disfrutar de los espárragos verdes en su formato fresco durante casi todo el año, a diferencia de los espárragos blancos que tienen una temporalidad de tres o cuatro meses como máximo. Los hemos elegido para acompañar al salmón porque son una excelente fuente de fibra dietética, esencial para nuestra salud digestiva porque nos ayuda a mejorar el tránsito intestinal y a regular los niveles de azúcar en sangre, al tiempo que, al igual que los omega-3 del salmón, nos echan una mano para reducir el colesterol malo. Son nutritivos, bajos en calorías y nos aportan una buena cantidad de vitaminas como la A, B, C y K, y minerales esenciales como potasio, hierro, calcio y fósforo, algo que además los convierten en un buen recurso para aquellas personas que necesiten hacer dietas enfocadas al control de peso. Y son diuréticos gracias a su contenido en asparagina, que ayuda a eliminar el exceso de líquidos y a reducir la retención de agua.
Nos vamos a la cocina
Para hacer esta elaboración necesitamos una sartén grande o una plancha y un horno. Sí, nos sirve también una freidora de aire si quieren en lugar del horno (es que esto de para que sirve o no sirve la freidora de aire nos lo pregunta mucho la gente que viene a los showcookings de cocina en directo en Cocino Divino, así que, por si se lo están preguntando ustedes también, para esto nos serviría la de aire, sí). Ponemos punto de sal y de pimienta al salmón y cortamos los espárragos verdes al medio a lo largo. Precalentamos horno a 200 grados. Calentamos bien la plancha, añadimos aceite de oliva virgen extra y añadimos los espárragos. Dos minutos por cada lado y sacamos a una fuente de horno. Ponemos un poco más de aceite en la plancha y metemos el salmón por el lado de la piel. Tres minutos por cada lado y sacamos a la misma fuente de horno junto con los espárragos. Al horno seis minutos, aunque cada uno que compruebe el punto del salmón que le gusta. Sacamos y emplatamos todo, salseando con el jugo que hayan soltado a la bandeja del horno.