Carrilleras de ternera con cremoso de patata y brócoli a la plancha

Son tres elaboraciones diferentes en un mismo plato, para uno de esos días en el que nos apetece meternos en la cocina y hacer un plato completo. Por un lado, tendremos que guisar las carrilleras, por otro elaborar un puré de patata bien cremoso y, por último, rematar cocinando el brócoli a la plancha. Vamos a por cada una de las partes.

Es la parte melosa del plato. Recomiendo marinarlas, lo que nos supondrá comenzar a preparar la noche anterior. Ponemos las carrilleras limpias en una cazuela o en un bol y añadimos el vino tinto, el laurel, el tomillo o el romero o los dos, y la cebolla, el ajo, la zanahoria y el puerro, cortados en rodajas. Tapamos y a la nevera a pasar la noche.
Al día siguiente, sacamos las carrilleras del marinado y las secamos. Ponemos un poco de aceite en una cazuela caliente, añadimos las carrilleras y doramos por ambos lados. Sacamos, reservamos y añadimos ahora a la cazuela las verduras escurridas para pocharlas de forma intensa, lo que nos llevará unos veinte minutos. Es momento de incorporar el vino en el que hemos tenido marinando las carrilleras y dejar que evapore y reduzca un poco a fuego medio-alto. Pasados diez minutos añadimos a la cazuela las carrilleras reservadas, el caldo de carne y el laurel, tomillo o romero. Ponemos punto de sal y pimienta molida y ponemos a fuego medio para que empiece a hervir. En ese momento, bajamos a fuego suave, tapamos y cocinamos dos horas, tiempo tras el que comprobamos la terneza de la carne y, si comprobamos que necesita un poco más, dejamos cocinando otros pocos minutos. Si queremos hacer esta cocción en olla exprés, nos ahorraremos algo más de la mitad del tiempo y también es una buena opción si queremos acelerar un poco el proceso. Terminada la cocción, sacamos las carrilleras y colamos la salsa, aplastando bien toda la verdura para que suelte toda su esencia.

Es la parte cremosa del plato. Una crema o puré de patata sencillo, pero con un punto cremoso. Para ello, lo primero será cocer las patatas. En una cazuela ponemos agua fría, añadimos las patatas y, cuando comience a hervir, tapamos y dejamos cocer unos treinta minutos. Queremos que las patatas estén bien cocidas, así que comprobaremos el punto de cocción pinchando con un cuchillo. Retiramos el agua, dejamos templar un poco y pelamos.
En una cazuela vamos a poner la leche y la nata y las vamos a calentar. Mientras se calienta machacamos las patatas con un tenedor o las pasamos por pasapuré. Nunca las metemos en un robot de cocina porque adquieren liga y les cambia completamente la textura, como si fuera gomosa. Con las patatas aún calientes, ponemos punto de sal y de pimienta a las patatas, añadimos la mantequilla y la integramos con las patatas, tras lo que añadimos e integramos también la leche y la nata, pero esto lo hacemos poco a poco y mezclando bien para conseguir un punto cremoso.

Es la parte crujiente del plato. Y la parte más vegetal, la que nos va a aportar vitaminas y minerales. El brócoli tiene una importante cantidad de vitamina C, además de vitaminas K, A y del grupo B. Nos da un aporte significativo también en cuanto a calcio, hierro, potasio, magnesio, fósforo y zinc. Es bajo en calorías, buena fuente de fibra y tiene propiedades antioxidantes. Para prepararlo, simplemente cortamos en rodajas amplias, calentamos una sartén a fuego alto con un poco de aceite y planchamos el brócoli por ambos lados hasta que dore. En ese punto, añadimos un poco de salsa de soja y dejamos que el brócoli la absorba.

Importante tenerlo todo caliente. En la base del plato ponemos el cremoso de patata. Cortamos las carrilleras en rodajas y las disponemos sobre la crema. Añadimos el brócoli y salseamos todo con la salsa de las carrilleras caliente.