Diario de Valladolid

Guisito entomatado de calamar y gambas

Son ricos, reconfortantes y muy sanos. Los guisos marineros nos ayudan a consumir los productos del mar de otra forma diferente. Hoy les proponemos unir en un guiso calamar y gambas y cocinarlo con tomate para completar esta receta con un toque de la huerta. Vamos primero a ver qué aportan a nuestro organismo tanto calamares como gambas y después nos ponemos a guisar

GUISITO ENTOMATADO DE CALAMAR Y GAMBAS

GUISITO ENTOMATADO DE CALAMAR Y GAMBAS

Publicado por
MIGUEL ÁNGEL SANZ | El Mundo
Valladolid

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A TENER EN CUENTA

  • Tiempo de preparación 2 horas
  • Tiempo de cocción 1 hora 30 min
  • Porciones 4
  • Tipo de receta (n/a)
  • Precio 30 €

INGREDIENTES

  • Un calamar de 500 o 600 gramos
    12 gambas grandes
    1 cebolla
    1 pimiento rojo
    1 diente de ajo
    350 gr de tomate triturado
    4 gr pimentón dulce
    50 ml vino blanco
    1 hoja de laurel
    2 ramas de perejil
    Aceite de oliva
    Sal
    Pimienta

El calamar y sus amigas las gambas

El calamar es una excelente fuente de proteínas, vitaminas y minerales y bajo en calorías, porque tiene pocas grasas y encima es saludable, con ácidos grasos omega-3. Nos aporta minerales como el selenio, fósforo, zinc, cobre, hierro y magnesio, que nos ayudan con la función inmunológica, la oxidación celular, la salud de los huesos, la formación de glóbulos rojos o el correcto funcionamiento del sistema muscular y nervioso. Si hablamos de vitaminas, sobre todo encontramos en el calamar las del grupo B, incluida la B12.
Sobre las gambas, gambones, langostinos y demás familia, podemos decir que también son un alimento muy nutritivo y, al igual que el calamar, destacan por su alto contenido en proteínas y su bajo aporte calórico, lo que las hace ser una opción saludable, además de muy sabrosa. Sus grasas también son buenas y con omega-3. En cuanto a vitaminas, vienen cargadas de las del grupo B y también nos dan un aporte muy interesante de minerales similares a los del calamar, a los que tenemos que sumar el yodo. Hay que tener cuidado, eso sí, si andamos un poco raspadillos con el tema del colesterol, ya que las gambas contienen colesterol, así que, en esos casos, se recomienda un consumo con moderación. Sobre el tema del mercurio, al igual que la gran mayoría de los mariscos, las gambas habitualmente tienen niveles muy bajos.
En definitiva, que tanto calamares como gambas son dos productos marinos que le convienen a nuestra salud cardiovascular, a nuestro sistema inmunológico, a nuestro sistema muscular y, además, a la salud de nuestra piel y nuestro cabello. ¡Para quitarse el sombrero!

Preparamos los ingredientes

Este es un plato sencillo, pero hay dos trabajos importantes: limpiar bien el calamar y limpiar bien las gambas. Vamos con el calamar. Sacamos bien los interiores. Nos quedamos con los tentáculos, que cortamos en trocitos, y con la parte más blanda de la zona que une los tentáculos, con las vísceras. Volteamos el cuerpo del calamar. Ayudándonos con un poco de papel de cocina vamos frotando la cara interior, que ahora es la exterior, del cuerpo del calamar para quitarle muy bien la fina telilla. Cortamos en rodajas. Podemos cortar la parte más estrecha en rodajas o aros y el resto en trozos si queremos, para que haya variedad. Ahora las gambas. Las quitamos cabeza y cáscaras, extraemos el intestino de la parte superior y lo desechamos. Nos quedamos sólo con los cuerpos. Por otra parte, vamos a picar la cebolla bien fina, al igual que el ajo. El pimiento lo lavamos y lo podemos cortar en tiras finas o en taquitos, al gusto.

A darle al guiso

Lo primero que vamos a hacer es sellar un poco tanto las gambas con los trozos de calamar. Con todos los ingredientes ya preparados, encendemos el fuego y ponemos en la cazuela dos o tres cucharadas de aceite de oliva. Ponemos a fuego medio-alto y, cuando veamos que ha cogido temperatura, metemos las gambas, las doramos unos segundos por cada lado y retiramos. Ahora hacemos lo mismo con los trozos y aros de calamar, vamos a dejar que se sellen un poco y los retiramos también.
Incorporamos ahora la cebolla picada, una pizca de sal y cocinamos durante quince minutos, moviendo de vez en cuando. Llega el momento de que el ajo y el pimiento se unan a la cebolla, para cocinarlos otros quince minutos. Transcurrido este tiempo, añadimos el vino y dejamos evaporar. Cuando veamos que el vino ha reducido, es el momento de añadir el pimentón, remover rápido e incorporar al guiso el tomate triturado y la hoja de laurel, y dejamos cocinar a fuego lento diez minutos para que evapore un poco el agua de vegetación del tomate. Incorporamos los calamares que teníamos reservados, ponemos punto de sal y de pimienta, tapamos y cocinamos a fuego lento 30 minutos.
Pasado ese tiempo comprobamos la textura del calamar. Si está todavía un poco duro cocinamos unos minutos más. Si ya está en el punto, incorporamos las gambas, integramos y dejamos cocinar un par de minutos más. Si nos gusta el picante, podemos incorporar una cayena o cualquier otro picante que nos guste. Emplatamos y espolvoreamos por encima un poco de perejil picado.

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