Pistoletazo de salida a la caza
La temporada arranca con optimismo y avistamiento de perdices
Codornices abatidas el pasado domingo, en un coto vallisoletano.
La temporada general de caza que el pasado domingo arrancó en las nueve provincias de la Comunidad lo hizo condicionada por las condiciones meteorológicas, malas en general por la lluvia que cayó en muchos puntos prácticamente durante todo el día y que motivó que muchos aficionados desistieran en su empeño o ni siquiera salieran a cazar y dejar su particular apertura de campaña para mejor ocasión.
Aun así, los cazadores que se atrevieron a cazar contra las inclemencias disfrutaron al menos de la visión de perdices, la pieza reina de la caza menor en España, y no fueron pocos los que se llevaron las primeras perdices de la temporada al cinto.
«Después de venir de dos años de miseria, el poder salir al campo y ver algunos nutridos bandos de perdices sirvió para regenerar las ganas por la caza de muchos aficionados, pero eso no quiere decir que tengamos perdices en abundancia, a pesar de que este año criaron bastante bien. Cuando ya se han movido el campo y se han visto los primeros bandos a algún cazador se le han desorbitados los ojos cuando en realidad deberemos tener mucha cautela con las patirrojas», señala el director de la Escuela Española de Caza, Claudio Sánchez Sandonís.
La campaña se abrió con muchos cotos donde no se cazó la perdiz, que permanece cerrada hasta mediados de este mes con lo que los cazadores encauzaron sus primeros disparos sobre las palomas, muy abundantes en esta época, sobre los zorzales, que en algunos cotos sorianos sirvieron para alegrar la mañana a los cazadores, y sobre los conejos, aunque el rabicorto está pasando por uno de los peores momentos del año con muchos ejemplares muertos o afectados por la mixomatosis que está atacando en un gran número de cotos de la región. En cuanto a otra de las especies estrella de la caza, como es la liebre, definitivamente la orejuda no acaba de levantar cabeza y el domingo se vieron libres en la cama afectadas por la mixomatosis, algún ejemplar que se encontró muerto, y otras rabonas que salían delante de los perros y que, de no ser por los dueños de los perros, que frenaban en seco a sus animales, las liebres se hubieran dejado alcanzar sin mayor complicación.
Como sorpresa de la jornada, ya se levantaron algunas becadas en cotos de la montaña palentina y burgalesa, muy pocas ciertamente, pero algún afortunado cazador burgalés llegó a volar tres pitorras en la jornada inaugural en la zona de Belorado. Igualmente la codorniz deparó sorpresas en diferentes lugares de la región y no fueron pocos los cazadores que abatieron alguna codorniz de las que decidieron quedarse en los cotos de la Comunidad una vez finalizada la campaña de la media veda. En el campeonato social de caza menor con perro de Olmedose abatieron seis codornices. También en cotos como en el de Simancas algún cazador logró una docena de codornices.
«Cazar no es parte de lo que hago, es parte de lo que soy»
«En definitiva, es una campaña en la que mantenemos la esperanza de salir al campo con las garantías de que vamos a ver caza, algo que los dos últimos años no sucedía, por lo que esperamos que la temporada sea aprovechada por los aficionados con la confianza de que cazarán con la racionalidad suficiente como para saber cuándo hay que cesar en la actividad para procurar dejar madre para campañas venideras», matizó Sánchez Sandonis.