Palomas y zorzales en el disparadero
El martes arrancó en Castilla y León la temporada de caza en pasos y líneas de tiro para este tipo de aves
Los aficionados a la caza de palomas y zorzales tienen levantado el telón desde el pasado martes día 1 de octubre en una campaña de caza específica que generalmente pasa desapercibida para cientos de aficionados regionales.
Esta modalidad que ha sido conocida durante años como caza en pasos tradicionales, dejó de denominarse así y se cambió a líneas de tiro, que deben estar previamente establecidas en los planes cinegéticos de caza de los cotos que soliciten el aprovechamiento cinegético de estas aves. El aficionado sabe que las palomas y los zorzales hacen bueno el refrán: ‘Paloma que va volando, no dice dónde, ni cuándo’ y así, en los viajes de entrada de estas migratorias a España, mayoritariamente por los Pirineos y montes y sierras vascas, los bandos de palomas y de zorzales toman el rumbo que quieren.
La normativa anual en Castilla y León es clara. La caza de paloma torcaz y zorzales en pasos es una modalidad de espera o aguardo referida a las especies cinegéticas de este grupo de aves durante su período hábil en la que los puestos de tiro, tanto aislados como en línea, son fijos, con separación mínima de 50 metros y emplazados en los pasos de estas especies.
La campaña para la caza de palomas y zorzales en migración en pasos comprende desde el 1 de octubre hasta el segundo domingo de febrero y es sin limitación de días ni de cupos de piezas a abatir.
Asimismo, recuerda la normativa que, la práctica de la caza sobre la paloma torcaz y los zorzales en pasos, así como sobre las aves acuáticas desde puestos fijos, queda prohibida fuera de los puestos de tiro en una franja de seguridad de 150 metros medida desde la alineación formada por los puestos; además, en estas modalidades no se permite el tránsito fuera de los puestos con las armas listas para su uso, ni la tenencia ni el uso de balas.
La prohibición de cazar con nieve no se aplica a las aves acuáticas desde puestos fijos, ni a la de palomas torcaces y zorzales en pasos, ni a la de otras aves migratorias en vuelos de desplazamiento.
En Castilla y León, sin ser una comunidad donde haya gran tradición de caza en esta modalidad, sí es cierto que existen lugares de reconocido prestigio como algunos de los ubicados en la provincia de Burgos, como las Sierras de Urbión y la Demanda, así como en cotos de las zonas de Alarcia y Pancorbo. También destaca la provincia de Segovia, donde la Sierra de Guadarrama y la línea de cotos que lleva desde Riaza a Navafría guarda algunas de las líneas y pasos mejores de Castilla y León, mientras que en Ávila en la zona conocida como La Serrota se realizan grandes tiradas a las torcaces que van camino de las dehesas extremeñas, aunque posiblemente sea Soria, al menos para el zorzal, la provincia que mejores resultados reporta, al contar con centenares de sabinas, enebros y acebos, donde el ave encuentra comida, refugio y, en las noches duras del otoño, un abrigo reparador, como en los aledaños del puerto de Santa Inés y a la Laguna de Negra donde se realizan tiradas espectaculares sobre las cuatro variedades de zorzales permitidas; zorzal común, zorzal alirrojo, zorzal real, y zorzal charlo.