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Rutas del Vino Castilla y León

Ofrecido por la JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN

Por las sendas del Duero: explorando la Ruta del Vino de Toro

La Ruta de Vino de Toro nace con el objetivo de ofrecer experiencias que ‘dejen huella

Publicado por
Diario de Valladolid | El Mundo
Valladolid

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Hay culturas y civilizaciones a las que se le atribuyen innovaciones y avances técnicos que a día de hoy nadie pone en tela de juicio. Los romanos dejaron una impronta imborrable en la península ibérica. Desde construcciones, sistemas de riego y canalización, pasando por costumbres y formas de trabajar el campo y la ganadería. En el sector vitícola trajeron también sus propias técnicas de cultivo... Pues bien, en el territorio que comprende la Ruta del Vino de Toro, ya hacían vino antes de que ellos llegaran. Hay quienes dicen también, que el vino que iba en las bodegas de la Carabela ‘La Pinta’, rumbo a Las Indias, era vino de Toro…

Porque en esta región, a caballo entre Zamora y Valladolid, el vino es más que una forma de vida: es un emblema

Está bien arraigado y asentado en la conciencia de las gentes que viven su día a día en la comarca. Presumen orgullosos, y razón no les falta, de un vino singular. Más de tintos que de rosados y blancos, que son deliciosos, qué duda cabe, son los primeros los que más recorrido han ido experimentando con el paso de los años. La ‘tinta’ de Toro es su variedad más característica, aunque malvasía y verdejo también se trabajan en sus bodegas. La tinta, más bien pequeña y de tonos azules violáceos, regala un vino de color cereza, con toques tostados, muy levemente ahumados, ya que no esconden ese inconfundible toque de aroma afrutado que aporta un sabor potente, agradable y muy bien estructurado.

Vino de Toro

Las opciones para perderse en esta Ruta son múltiples y muy diversas. El Duero, siempre el Duero. Ese río al que Castilla y León debe tanto, deja a su paso por Toro postales de bella impronta e imposibles de olvidar. Adentrarse en cada pueblo es dejarse llevar por un correcalles de historias, secretos y rincones que a lo largo de los siglos permanecen intactos y, por mucho que se visiten, no dejan nunca indiferente a nadie. Toro, epicentro de este itinerario, asombra a propios y extraños que, en un principio, acudieron a la ciudad en busca de sus afamados mesones, tabernas y gastrobares, en los que se rinde homenaje a una gastronomía de lujo, con delicias como el rabo de toro, la sopa castellana, el arroz a la zamorana o los exquisitos quesos de leche de oveja.

Al venir en busca de estos manjares, descubrieron para su asombro un corolario de rincones cargados de magia.

Elementos del Románico

  • Como la Colegiata Santa María La Mayor
  • El Alcázar, austero y vigía eterno de la ciudad
  • o la Torre del Reloj, midiendo desde el siglo XVI el inexorable paso del tiempo

Pasear por estas calles empedradas en busca de historias, de señales que recuerdan que allí se vivieron momentos únicos. Un vistazo a los balcones y las fachadas de las arquetípicas casas castellanas nos sumerge de pronto en otra época, señorial y noble, en la que Toro se erigía como un centro cultural, social y vinícola de primera orden en Castilla.

Colegiata de Toro

Elijas la estación que elijas, en la Ruta del Vino de Toro siempre habrá una senda verde esperando a ser descubierta. Un paseo por la orilla del Duero en el que la quietud y la desconexión te sacarán de tus ajetreos diarios. Una mesa a la que sentarse a brindar con los mejores vinos de la comarca y disfrutar de unos productos locales exquisitos. Gente que te sonríe desde bien adentro del corazón porque quiere que vivas unos días lo que ellos llevan toda su vida disfrutando: una tierra fascinante y mágica. Una tierra que deja huella.

RUTA DEL VINO DE TORO

Mapa Rutas Vino Castilla y Leon

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