Randstad ofrece más de 155 empleos cualificados en Castilla y León

Randstad presenta una nueva especialización dirigida a dar solución a las necesidades de talento para los perfiles de oficios cualificados a nivel nacional, que en la actualidad cuenta con una oferta de más de 155 vacantes en Castilla y León. La compañía trata de dar respuesta al aumento de la demanda de estos perfiles entre los que destacan los torneros, soldadores, electricistas, fresadores, técnicos de mantenimiento y de calidad, pintores o instaladores.

Con motivo del incremento de los puestos de trabajo en el sector industrial, Randstad ofrece la oportunidad de cubrir 38 vacantes como técnico de mantenimiento, 35 electromecánicos y 29 técnicos de calidad. El aumento se atribuye al impulso continuo de la industria que busca mantener la eficiencia operativa y la competitividad en un entorno globalizado. En el conjunto de España cuenta con 1.500 vacantes, según informa Ical.

“La buena marcha del mercado laboral y los cambios globales, que están impulsando de nuevo las actividades industriales, han provocado un aumento significativo de la demanda de profesionales en campos como la electromecánica, el mantenimiento industrial, la electricidad o la soldadura”, asegura la responsable de la división de oficios cualificados, Inmaculada Álvarez.

Sin embargo, a pesar de la alta demanda de algunos de los perfiles, las empresas tienen dificultadas en encontrar candidatos. Para el oficio de soldador, las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) tenían un total de 15.820 vacantes y solo 9.427 inscritos el pasado 31 de diciembre. Un déficit que también se producía en otros oficios, como el de mecánicos de equipos eléctricos o ensambladores de maquinaria. Por otro lado, las vacantes como técnico de mantenimiento son 250; para técnico de calidad, 400; electromecánicos, 275; montador, 150; instalador, 101; soldador, 80; tornero, 50, y fresador, 30.

Los profesionales que buscan empleo en estos puestos deben poseer un conjunto de competencias y conocimientos técnicos. Por un lado, debe contar con una sólida formación técnica con la presentación de un título de grado medio o superior. Además, se deben poseer habilidades prácticas como el manejo de herramientas y la resolución de problemas técnicos. Por otro lado, deben ser capaces de adaptarse a nuevos procesos, tecnologías y normativas, a la vez que tienen disposición en aprender de forma segura y disponer de perspectivas de futuro. Por último, es necesario que los trabajadores posean el compromiso con la seguridad laboral en sus prácticas de trabajo y garanticen la calidad del trabajo con el objetivo de mantener los altos estándares en la ejecución de sus actividades.

“Con el continuo avance tecnológico y la evolución de la industria hacia la automatización y la digitalización, se espera que la demanda de este tipo de profesionales siga en aumento en los próximos años”, señala Inmaculada Álvarez. “Aquellos que posean las habilidades y competencias adecuadas tendrán excelentes oportunidades de desarrollo profesional y crecimiento en el sector industrial”, añade. De esta forma, la compañía eleva su especialización ante las necesidades del mercado.