La amenaza yihadista, en 'stand by' dos años después del 17-A
El derrumbe del Estado Islámico en Siria e Irak ha ido paralelo a una disminución de los atentados en Europa Policías y expertos temen que los ataques vuelvan a incrementarse cuando el Estado Islámico se reorganice
Cuando hace dos años el terrorismo islámico golpeó en Barcelona y Cambrils, Europa padecía la mayor oleada yihadista de su historia. 2016 y 2017 fueron años terribles durante los cuales se producía, de media, un ataque terrorista cada mes en territorio europeo. Hubo de todo, acciones perpetradas por lobos solitarios a bordo de camiones como los atentados de Niza y Berlín o Estocolmo, atentados con explosivo que llevaban la marca de una célula organizada como el de Manchester; apuñalamientos y disparos contra policías en la vía pública, el degollamiento de un sacerdote en su iglesia, ataques con hacha dentro de trenes, incluso un atentado a las puertas del Parlamento de Westminster
Afortunadamente, en el 2018 y, aún más, en el 2019, la cadencia de ataques ha ido disminuyendo. En ese periodo se han producido en Europa 10 atentados terroristas, la mayor parte el año pasado, ya que en este se han producido dos: un atentado que dejó cinco heridos en Lyon y un tiroteo en Utrecht en que murieron tres personas. En total, en los últimos 20 meses han muerto en Europa 15 personas en atentados terroristas. Desde el 2017 no hay un ataque terrorista en Europa en que hayan muerto más de cinco personas.
Significa eso que la amenaza terrorista en Europa ha sido desactivada? En absoluto, coinciden tanto los policías dedicados a la lucha contra el yihadismo como los expertos en ese fenómeno. Todos comparten que la amenaza yihadista se encuentra en un situación de 'stand by' o "hibernación" que puede acabar en cualquier momento. Da la impresión que estamos en un momento de 'impasse' hasta que el Estado Islámico se estabilice en el nuevo escenario que se ha creado en Siria e Irak tras perder su territorio, explica un policía dedicado a la lucha antiterrorista.
Terror cíclico
Es importante recordar que la amenaza yihadista en Europa se ha manifestado siempre de forma cíclica, con altos y bajos, opina Franceso Marone, investigador sobre radicalización y terrorismo internacional en el Instituto Italiano para los Estudios de Política Internacional. Podemos encontrar dos explicaciones al relativo declive de la amenaza yihadista: por una parte, el derrumbe del Estado Islámico en Siria e Irak ha provocado un descenso en el nivel general de movilización, sobre todo desde que el autoproclamado califato ya no tiene ese poderoso magnetismo.
Este experto destaca además la mejora en las capacidades de la lucha policial en Europa contra ese tipo de redes y el éxito que de algunos programas para contrarrestar los procesos de radicalización.
Pero la amenaza sigue ahí. Hay que seguir prestándole atención. La pérdida de su dimensión territorial puede llevar al Estado Islámico a reforzar su interés en el uso del terrorismo. Además, el mensaje yihadista sigue siendo difundido y en Europa sigue existiendo un grupo de reclutadores radicales y emprenedores yihadistas (por ejemplo, predicadores extremistas o veterenos de zonas de conflicto) que pueden incitar y facilitar procesos de radicalización, alerta este experto italiano. Sin el territorio e infraestructura del que disponía con el califato, el EI difícilmente puede organizar atentados de tanta envergadura como los de París o Bruselas.
Problema en las prisiones
En la misma línea se pronuncia David Garriga, criminólogo experto en terrorismo yihadista y uno de los coordinadores de CISEG, una entidad que agrupa a especialistas en inteligencia y seguridad. Desde que el EI perdió su territorio en Siria e Irak, la difusión de su ideología se ha centrado más a nivel de redes sociales, manteniendo sus técnicas de captación 'on line' y 'off line' y espacios de radicalización como cárceles y domicilios particulares, comenta, y alerta que a la amenaza existente hasta ahora se suma la de los retornados de Siria e Irak.
Garriga se muestra muy prudente cara al futuro, sobre todo cuando el Estado Islámico haya logrado adaptarse a la nueva situación. Nadie descarta que pueda haber alguna otra acción. Han sabido darle la vuelta a la situación en Siria e Irak y, en su argumentario la comparan con lo que tuvo que hacer el profeta cuando lo expulsaron de la Meca y tuvo que hacer la Hégira a Medina.