Cerrar

LOS EFECTOS DE UNA RENOVIACIÓN

Cómo influirá en el nombramiento de Marchena en el juicio del 'procés'

Deberá elegirse un nuevo presidente del tribunal sentenciador y un ponente para la resolución Abogados defensores no esperan que esta decisión afecte positivamente en el fallo judicial

Edifico del Tribunal Supremo en Madrid.-EL PERIÓDICO

Publicado por
J. G. Albalat

Creado:

Actualizado:

El nombramiento de Manuel Marchena como presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo afecta de pleno al juicio del procés contra los líderes independentista. Cuando tome posesión de su cargo, este jurista dejará la presidencia de la Sala Penal del Supremo y la del tribunal compuestos por siete magistrados encargado de celebrar la vista contra los exmiembros del cesado Ejecutivo de Carles Puigdemont. Además, es el ponente de la sentencia, con lo cual se elegirá uno nuevo.

Por lo tanto, como sale un miembro del tribunal que juzgará a los dirigentes soberanistas, tendrá que designarse a otro en su sustitución. Para ello, habrá de tenerse en cuenta que no esté contaminado. Es decir, que no haya participado con anterioridad en alguna decisión relacionada con el mismo proceso judicial, por ejemplo en la resolución del un recurso.

El pacto entre el PSOE y el PP no tiene porqué ser negativo para los independentistas catalanes, pero tampoco positivo, al elegirse un nuevo presidente (que será votado por el nuevo CGPJ) y otro ponente. Una de las opciones que baraja, según fuentes del Cosenjo consultadas por EL PERIÓDICO, es que el presida el juicio y sea ponente de la futura sentencia el miembro más antiguo de los magistrados del procés. Este sería, Andrés Martínez Arriera, de 63 años y con 20 años de experiencia en el Supremo. Y es que con los plazos tan ajustados es complicado que se pueda nombrar al presidente de la Sala Penal (se tardaría como un mes y medio desde la toma de posesión de Marchena) antes del juicio, previsto para principios del 2019.

POCAS ESPERANZAS

Marchena no dirigirá el juicio, pero si presidirá el alto tribunal, cargo que siempre corresponde al presidente del CGPJ. Desde esa posición, y dado su peso en este órgano judicial, se da por seguro que tendra una influencia en el juicio. Pero las decisiones las adoptarán, al final, los siete magistrados que juzgarán el presunto delito de rebelión o el de sedición. Si la marcha de Marchena afectará a la sentencia es una incógnita, aunque algunas fuentes aseguran que este jurista es de los considerados más técnicos del tribunal.

Un abogado defensor ha afirmado a EL PERIÓDICO que Marchena estaba muy motivado. El sustituto no tiene por qué ser peor, pero no hay nada que no haga pensar en que el que lo releve sea más imparcial. Otras fuente cercanas a los procesados han recordado que Marchena era uno de los juces más "beligerantes" y durós en contra los dirigentes independentistas y que fue recursado (no se aceptó) por haber participado en la sala de admisión de la querella de la fiscalía. Sin embargo, en esa ocasión, octubre del 2017, se dejó abierta la posibilidad a que los hechos fueran calificados de "conspiración a la rebelión" y no de rebelión.

En el 2013, en la anterior renovación del CGPJ, Marchena fue el primer candidato del PP, que entonces tenía mayoría absoluta en el Congreso. Pero el PSOE vetó este nombre durante las negociaciones y los populares presentaron entonces el de Carlos Lesmes, que sí obtuvo el visto bueno de los socialistas.

CERRAR UNA ETAPA DE DESPRESTIGIO

El PSOE y el PP han pretendido que la renovación del Poder Judicial estuviera lista antes de que empezara el juicio del procés para dar un nuevo impulso a la justicia y en especial al Supremo, cuya imagen ha quedado muy tocada esta semana con la sentencia de las hipotecas. La imagen de Lesmes, actual presidente del Poder Judicial, ha quedado muy tocada por la gestión de la crisis.

El CGPJ es fundamental para el mundo de la justicia porque allí se deciden los nombramientos clave en el Supremo y en los puestos más importantes en los tribunales españoles. Ante la nueva composición del órgano que dirige la judicatura, con un presidente conservador y una mayoría progresistas, será imprescindible apostar por el consenso.