Diario de Valladolid

«Campaña óptima» para el Canal de Almazán con la dotación máxima

La Confederación Hidrográfica del Duero autoriza 6.000 metros cúbicos por hectárea, a la comunidad de regantes 500 más que en 2023

Sergio Muñoz, presidente de la Comunidad de Regantes de Almazán, en el canal. monteseguro foto

Sergio Muñoz, presidente de la Comunidad de Regantes de Almazán, en el canal. Monteseguro Foto

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Irene Llorente Yoldi
Valladolid

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Con un volumen de agua embalsada de 213,7 hectómetros cúbicos, La Cuerda del Pozo se encuentra al 85,9% de su capacidad, gracias a las continuas precipitaciones desde el comienzo del año hídrico, en otoño del año pasado, lo que ha permitido una dotación de 6.000 metros cúbicos por hectárea para el Alto Duero, el máximo permitido para este sistema, de modo que los agricultores del Canal de Almazán confían en realizar una «buena campaña».

Así lo indica Sergio Muñoz, reelegido presidente de la junta directiva de la Comunidad de Regantes el pasado mes de diciembre para los próximos cuatro años, quien constata que si el tiempo lo permite se podrá acometer una óptima gestión del agua: «Seremos lo más eficaces que podamos para dejar el embalse en buenas condiciones de cara a la temporada próxima».

La dotación para esta campaña es la máxima permitida. Son 500 metros cúbicos por hectárea más que el año pasado, cuando la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) autorizó 5.500, y 1.500 más que en 2022, cuando la la Junta de Explotación de la CHD otorgó 4.500 metros cúbicos por hectárea, lo que supone un incremento de un 33% con respecto a entonces, vinculado, como siempre, al volumen del embalse de la Cuerda del Pozo, 248,8 hectómetros cúbicos.

No obstante, a los regantes de esta comunidad que abarca una zona regable de más de 5.000 hectáreas y cuya modernización finalizó en 2016 después de una inversión que superó los 50 millones, lo que más les preocupa es la cesión de agua a otros territorios del Duero, a lo que se cierran en banda.

Y es que desde el año 2017 y cuando hay alguna zona con menos volumen de agua embalsado, todas las campañas asola la incertidumbre sobre la posibilidad de que puedan pedir agua de otras comunidades con restricciones, como ocurrió entonces, cuando se creó un enfrentamiento entre gente del mismo gremio por decisiones que se tomaron en las administraciones.

A juicio del presidente de la junta directiva, el mayor inconveniente con esta situación es que «se abre un melón muy peligroso a futuro que tiene muy mal remedio», puesto que se pueden realizar concesiones desde el Alto Duero por necesidades en otras comunidades de regantes, pero al revés no se puede revertir porque no hay infraestructuras para ello, y se acaba dejando en condiciones mínimas el embalse de la Cuerda del Pozo.

Asegura que desde la Confederación les insisten en que no tiene por qué crear precedentes, pero creen que es mejor no aceptar para evitarlo. Y es que había cantos de sirena sobre una posible cesión a la zona del Pisuerga, que era el sistema que estaba en peor situación, si bien las últimas precipitaciones también han favorecido a estas comunidades de regantes, y en la actualidad se encuentra al 62,9%, según los datos publicados por la CHD.

Con todo, las previsiones en general para toda la cuenca del Duero no son malas, con un volumen embalsado de 2.415,3 hectómetros cúbicos, el 84,6% de su capacidad total, 2.854,2. Y es que supone un 5% más que la media de los últimos diez años, 2.299,3 hectómetros cúbicos, y un 8,8% más que el año pasado, cuando registró 2.219,7 hectómetros cúbicos, por lo que los regantes de Almazán confían en que la Junta de Explotación confirme en la comisión de desembalse que todas las comunidades tienen garantizado el agua para esta temporada. «Nosotros refrendaremos los acuerdos que aprobamos sobre la no cesión para así poder realizar una buena campaña y además dejar en unas buenas condiciones el embalse de La Cuerda del Pozo para el año que viene».

Y es que ya miran a medio plazo, teniendo en cuenta que arrastran un problema serio con la subida de los intereses, por lo que han pagado «un dineral» por los préstamos concedidos a raíz de la modernización. «Hemos logrado renegociar los créditos con una revisión y además mejores condiciones para el que quiera amortizar. Había de plazo hasta el 31 de marzo para solicitarlo y ahora tienen hasta el 30 de abril para pagar».

En función de la dotación lo más importante es saber qué hay que sembrar. Este año se prevé que se retrasará la campaña de riego gracias a que no sólo el pantano está en óptimos niveles, sino que hay abundante agua en las tierras, pero las perspectivas de los agricultores pasan por seguir apostando por la remolacha, porque “sigue siendo un cultivo muy interesante por su precio y por el manejo, dado que está muy mecanizado”. De hecho, en su caso prácticamente va a incrementar la superficie dedicada a este cultivo con respecto al año anterior, con 450 hectáreas frente a las 270 del año pasado.

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