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Sementera prometedora a las puertas

El tiempo acompaña en las labores de preparación de la tierra pero el comportamiento del mercado, con el precio del cereal a la baja, y los elevados costes de producción, merman las expectativas de rentabilidad de los agricultores / Muchos se pasarán al girasol

Un agricultor usa su tractor para voltear la tierra y prepararla así de cara a la campaña de siembra. PQS / CCO

Publicado por
Santiago G. del Campo
Valladolid

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Los agricultores de Castilla y León comienzan las labores de la sementera con un sabor agridulce. Por una parte está la cara de la moneda, el aspecto agronómico, con buenas perspectivas. Las últimas lluvias han caído que ni pintadas para que se pueda trabajar la tierra de manera óptima, y si el tiempo acompaña pueden arrancar los cultivos viento en popa, con la esperanza de una buena cosecha si las cosas no se tuercen. Pero esa misma moneda tiene una cruz muy desfavorable: los altísimos precios de insumos como las semillas, los fertilizantes, fitosanitarios y combustibles, se unen a un mal comportamiento del mercado, que si el año pasado registraba un precio anormalmente alto para los cereales , con hasta 340 euros por tonelada, en esta campaña los inicia anormalmente bajos, entre 220 y 240.

Por otro lado, los productores tienen que soportar otra amenaza para sus cultivos, los férreos condicionantes de una PAC que, si bien puede servir para el desarrollo fenológico de los cultivos en otras latitudes de Europa, es totalmente ineficiente en España. Unos condicionantes que provocan falta de rentabilidad y que países vecinos salgan con ventaja.

El campo aún recoge los frutos de algunos cultivos que están en tiempo de cosecha. Por ejemplo, la vendimia sigue en marcha, la patata se está sacando, se empezará en breve a segar el maíz y a sacar la remolacha.

«Lo primero todavía es recoger lo que falta del año pasado, que el tiempo nos deje y que se pueda recoger todo bien», explica, en respuesta a este periódico, el presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo. «En cuanto a la sementera, agronómicamente el tiempo ha venido bien. El mes de septiembre ha sido lluvioso con carácter generalizado en toda Castilla y León y eso ha propiciado por un lado, que no hayamos gastado agua para el final del regadío, agua que está embalsada y que falta nos hará el próximo año. Y por otro lado, que se hayan podido hacer labores de preparación de la tierra de cara a las siembras que vamos a empezar o que estamos empezando ya en estos momentos». Por otro lado, «ha nacido hierba, hay una buena otoñada para que la ganadería, que tanto lo necesita, pueda aprovecharlo a diente y no necesite de forrajes o de paja o demás». Por todo ello, el responsable de la Organización Profesional Agraria (Opa) asegura que «agronómicamente las cosas están bien planteadas y vamos a poder realizar unas tareas agrícolas buenas, esperemos que nos deje continuar este mes de octubre y el mes de noviembre». 

Una buena perspectiva que se ve condicionada por todo lo demás: «Ahora bien, volvemos a estar en una situación como el año pasado, justo ahora, cuando más necesitamos trabajar, el gasóleo está más caro que nunca, a más de 1,20 o 1,30 euros el litro. Eso es una barbaridad . Si se llevan los tractores 400 o 500 euros al día, es una cifra que asusta» , lamenta Dujo. 

Unos altos precios que también se registran en los abonos. «Los fertilizantes no están como el año pasado, pero siguen muy caros, estamos hablando de entre 500 y 700 euros la tonelada. Es una barbaridad». La maquinaria, los repuestos, los herbicidas y así sucesivamente, «todo ha subido». Eso, acompañado de que el precio del cereal ha bajado «y hoy le tenemos en 220, 230, o 240 euros. Con lo que estamos viendo, hace falta una cosecha de 3.000 kilos por hectárea para cubrir los gastos».

Eso se traduce en una cosecha mucho mayor que la de este año, que «nos hemos quedado en poco más de 2.000 kilos» , apunta. «El año anterior también fue malo y así sucesivamente. Saliendo de años catastróficos con unos costes tan altísimos, las carteras no están para tirar cohetes». Por eso «da miedo la cuenta que se prepara para hacer una sementera sin tener la seguridad de que el próximo año va a ser bueno». 

«Por eso los agricultores volveremos a optar por los cultivos que necesitan menos gastos. Desgraciadamente, los dos millones de hectáreas de cereal que se sembraban en Castilla y León no se van a volver a sembrar, volveremos a estar por debajo, un 10 o un 15%, como ya ha ocurrido este año», vaticina el presidente de Asaja Castilla y León. 

Los agricultores afrontan la sementera «con ilusión», pero «sin duda alguna, pensando en los gastos que vamos a tener, cuando hemos cogido poco o nada en algunos sitios, cuando tenemos que ir a préstamos, pues cuesta mucho tirar adelante, ser optimistas, porque las condiciones son extremadamente malas. Si para cubrir gastos hacen falta 3.000 kilos de cereal por hectárea, ya no digo para ganar dinero. Está muy complicado», subraya. 

Algo en lo que están de acuerdo todas las Opas, es que «las normas de la PAC que iniciamos el año pasado son normas absurdas, muchas de ellas con los ecorregímenes y con el pago redistributivo, con la condicionalidad y con todas estas cuestiones que nos obligan en algunos casos a hacer prácticas agrarias que sabemos que nos cuestan dinero y que no nos van a dar beneficio», apunta. 

FLEXIBILIZACIÓN

Por esto los agentes del sector están exigiendo a la Junta de Castilla y León «que se flexibilice al máximo la PAC, que se pongan normas agronómicas correctas, sencillas», explica Dujo. «Pero tanto el Ministerio como la Junta hasta este momento, nada de nada. Y eso también está desanimando a los agricultores». 

En resumen, los cultivos menos exigentes serán más atractivos para los agricultores. «Se volverá a sembrar mucho girasol, todo lo que se pueda de proteaginosas y oleaginosas, que son cultivos que no requieren de abonado y que por lo tanto nos ahorramos los 150 o 200 euros de abono por hectárea, más otro tanto de nitrato». 

Por todo ello, Asaja reivindica, además de la flexibilización de la PAC, que el Gobierno «apriete a las multinacionales y no permitirlas estos abusos que están haciendo en el tema del gasóleo, en el tema de los fertilizantes, en el tema de los fitosanitarios y demás cuestiones», añade Dujo. «Ante esta situación se deben mantener ayudas de minimis, con rebajas en el gasóleo y ayudas directas por los fertilizantes. Porque si no, las cuentas no salen y el sector no puede aguantarlo. Tiene que mantenerse y mejorarse, como hubo el año pasado, las ayudas al gasóleo y los fertilizantes».

De la misma opinión se muestra el coordinador de Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), Jesús Manuel González Palacín. «Ha llovido y se está preparando muy bien la tierra, esto ya es una ventaja. Partir de una buena preparación del terreno es bueno, sí, pero evidentemente tenemos unos costes de producción que siguen disparados», lamenta. 

«Además el precio del cereal sigue a la baja, por lo tanto, la rentabilidad de las explotaciones, como no venga buen año –y partimos de uno de sequía extrema–, como venga un año que no acompañe, será prácticamente imposible el pago de todos los costes», añade. 

Por ello, desde UCCL apuestan por una buena política de seguros agrarios. «Pero los seguros, con la subida que van a tener este año, mucha gente posiblemente opte por no sucribirlos, porque no va a poder pagarlos. Hay que hacer un esfuerzo muy importante en ofrecer seguros atractivos, asequibles, y que al menos garanticen la producción», explica. «Si no, la cosa pinta mal»

Los precios son un problema, confirma Palacín. Por ello también vaticina que muchos agricultores optarán por cultivos menos exigentes. «Porque está carísima la semilla, si no, sembrar veza también es una alternativa bastante viable, o  colza, que no es tan exigente en fertilizante». 

Pese a que aboga por la continuidad de las ayudas, a su juicio las de la sequía«se han quedado muy cortas, tanto las de la Junta como las del Ministerio». Por eso desde UCCL abogan por los seguros. «El seguro es, quizá, la herramienta más importante ahora mismo, porque sí es verdad que los agricultores tenemos que sembrar, no nos queda otra, pero necesitamos garantizar una rentabilidad y si nos viene el año malo, tenemos que tener una herramienta como un seguro». 

SEGUROS

Por eso «consideramos que ahora mismo trabajar unos seguros atractivos con unos buenos rendimientos a un precio asequible es la batalla más fundamental ». Y además de eso, «rebajar las exigencias medioambientales de la PAC, que no hace más que aumentar los costes de producción e incordiar, porque a veces tienes que sembrar leguminosas para cumplir los ecoesquemas, que al final ni las cosechas, y al final pierdes por todos los sitios. Hay exigencias medioambientales que no tienen ningún sentido ni siquiera desde el punto de vista medioambiental. Por lo tanto, bajar esas exigencias es fundamental», concluye. 

El coordinador de Unión de Pequeños Agricultores (UPA) Castilla y León, Aurelio González, considera que en esta sementera «el problema económico es más serio que el agronómico». Y es que «aunque la verdad es que el tiempo ha venido bien con lo que ha llovido en septiembre, para hacer unas labores que se presenta muy bien, el problema es que tenemos unos costes disparados», remarca. 

González recuerda que los cereales «siguen bajando de precio en las lonjas, su precio es ruinoso y seguimos con la máxima de que las tierras que no den por encima de 3.000 kilos de cereal por hectárea van a perder dinero» . Por ello, en esta campaña «van a quedar, como este año pasado, bastantes parcelas para sembrar girasol», pronostica. 

También será un buen año para pensar en otros cultivos alternativos como la colza, «aunque también lleva gastos, como los cereales». Lo que sí tiene claro González, es que «si se siembra sin echar abono, el año siempre va a ser malo, porque no vas a coger lo mismo.Si por ahorrar gastos no abonas, probablemente pierdas hasta la semilla».

Por ello, las alternativas son pocas. «Las leguminosas ya sabemos lo que son, el año pasado fue una catástrofe y este año no hay semilla, no se encuentra», recuerda.La otra alternativa, en Castilla yLeón, «son los frutos secos y otros cultivos permanentes», apunta.

«Yo creo que el viñedo, aunque estamos viendo los problemas que hay, pero sobre todo el tema de frutos secos. Almendro, nogal y pistacho, yo creo que pueden ser una alternativa, pero eso sí, hay que tener paciencia para su desarrollo». 

En cuanto a las demandas de UPA, la organización plantea que la PAC «nos obliga a los agricultores, para no perder parte de las ayudas que ya teníamos, hacer cosas que son inviables económicamente. Y estamos pidiendo flexibilización de esas normativas, no es normal que nos obliguen a sembrar leguminosas en algunas zonas donde no se dan. Es perder ya, directamente, dinero», lamenta. 

«No es posible que no podamos levantar una colza desde que se siega a mediados de junio hasta septiembre, que no se puede avanzar, porque eso es un perdedero de malas hierbas y hay normas que nos impiden alzar esos rastrojos. Hay normas sin sentido y lo que hacen es perjudicar, porque ahora mismo estamos teniendo que hacer más labores y más pesadas precisamente por esa cantidad de malas hierbas que tenemos en el campo para poder sembrar». 

En resumen, lo que pide UPA, como el resto de las Opas, es «sentido común y flexibilidad en la normativa de la PAC, porque si no, así no podemos seguir».  En el tema de las ayudas UPA denuncia que «la PAC estaba mejor como estaba, no con estos ecorregímenes. Pero si van a seguir así, que sean flexibles para acogerse a ellos». «No es normal que en Castilla León no se haya podido echar abono en tierras de barbecho durante el mes de abril, mayo y junio, que no sabían qué hacer los ganaderos con esos abonos, y en la Comunidad de Aragón si se pudiera. Eso no es normal», manifiesta González.

«Y eso es cosa de la Junta. Aquí entre la Junta y el Ministerio, unos por otros, y la Unión Europea, entre las tres administraciones se dedican a regular sobre el papel lo que es imposible llevar a la práctica». 

«Y otra cosa, yo no sé si es porque no hay Gobierno, o porque está en funciones, pero es un puñetero escándalo, es un atraco y un robo a mano armada que el gasóleo agrícola esté a 1,20 o a 1,30 en algunos casos. El gasóleo agrícola, que es necesario para producir alimentos. Tenemos unos tractores que el más pequeño consume 14 o 15 litros a la hora. Y cada hora que estás trabajando no puedes estar gastando 25 o 30 euros solo en gasoil. Se están aprovechando las multinacionales de que no hay Gobierno, o no sé lo que está pasando aquí», concluye. 

Por su parte el coordinador de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag) Castilla y León, Lorenzo Rivera, está de acuerdo con el buen panorama agronómico que se dibuja por el momento. «La verdad es que estas lluvias han caído bien, despacio, el suelo lo ha asimilado bien y ha filtrado perfectamente, lo que va a permitir hacer las preparaciones, y arrancar todas las malas hierbas que había, ya que no se ha podido tocar hasta el 1 de septiembre porque lo prohibe la normativa de la PAC», explica. 

EL PILAR

«Lo que primero se están sembrando son las colzas, y por lo general, el trigo y la cebada se siembran a partir de El Pilar. En todo caso es verdad que agronómicamente el clima ha permitido hacer unas buenas labores, pero tenemos el problema del año pasado. Aunque han bajado un poco los fertilizantes, si subieron casi el cien por cien, estamos hablando de que han bajado mucho menos, un 10 o 15%. Se puede comprar abono a 630 euros la tonelada cuando el año pasado costó a 790. La bajada no es tampoco espectacular», relata. «Y más cuando tenemos por detrás unos precios de los cereales y del maíz, prácticamente caídos. Vender a precios de 230 euros la tonelada es malvender la cosecha». 

El responsable de Coag en Castilla y León lamenta «la poca cosecha que se ha cogido», y ahora están «pendientes de la cosecha de maíz». Pero «el problema son los costes, que siguen altos». Rivera lamenta que aún no se sepa qué flexibilidad va a haber en la PAC. «Y eso que se lo hemos pedido en el Consejo Agrario al propio consejero, que insista en pedir la flexibilidad de la PAC, igual que se concedieron esas excepciones este año por lo de la crisis de Ucrania, pedimos que se mantenga porque hemos tenido una sequía, en algunas provincias dos años seguidos».

También opina, como los líderes de las otras Opas, que con la condicionalidad de la PAC «nos obligan a producir menos». No permiten jugar con las rotaciones habituales.«Probablemente la cosecha no sea tampoco buena, no solo por el clima», lamenta. «Tenemos la experiencia de este año, las leguminosas un desastre, y nos obligan a sembrar leguminosas cuando no hay semillas, están carísimas, no se han podido ni cosechar la mayoría de ellas, el 90% y todas en la tierra».

Por todo ello « es una norma absurda, no tiene ningún sentido, por lo menos aquí en estas latitudes. En Francia, Alemania y en centro Europa y el norte de Europa ha llovido y tienen una buena cosecha y ha venido bien, tienen un clima que por lo menos por ahora les permite producir leguminosas, producir también cereales, girasoles, en buenas condiciones porque tienen agua.Pero aquí no la hemos tenido dos años seguidos».

Por eso «la forma de comenzar una sementera no puede ser lo mismo para nosotros que para los alemanes o los franceses. Ellos salen con una ventaja y desde luego eso se tiene que trasladar a estas normas de la PAC tan estrictas».

«Hay explotaciones que lo pasan mal. Ya se habilitan los préstamos de la sequía para que lo puedan firmar, que hay 8.000 reconocimientos de crédito que ya lo ha pasado la Junta pata que puedan ir firmando . Los agricultores y ganaderos necesitamos liquidez, no vivimos del aire, hay que producir», apunta Rivera.

Por otro lado, «si compras el abono, si compra semillas y si compras fitosanitarios, esa gente tiene que cobrar». La mala situación económica de muchas explotaciones ha perjudicado también a ese sector. «Es la pescadilla que se muerde la cola. Yo sé que se está vendiendo bastante menos abono en general, porque este año la experiencia de quien no lo echó, es que por lo menos eso es lo que se ahorró. Yo no soy partidario de no echar abono, porque empobreces la tierra y te arriesgas a coger menos». Pero «los agricultores están derivando ya los abonos de liberación lenta, con una única aplicación, y por lo menos con esos abonos son un poco más caros, pero son más eficientes y desde luego a la larga son más baratos, y en caso de una sequía responden mejor», añade. 

Y en el fondo de la cuestión, el comportamiento del mercado de cereales es otro asunto que verdaderamente preocupa. «Veremos qué pasa en noviembre y diciembre, pero las perspectivas no son de que vaya a subir demasiado». Eso, a su juicio, y «todo el cereal que está entrando de fuera, que compite con otras armas», es otra muestra del «fracaso de la reforma de la PAC», una reforma que se ha volcado a en el medio ambiente pero « ha abandonado a los agricultores y ganaderos a la suerte del mercado», concluye.

Baja un 4,2% la superficie de cereal por las incertidumbres

Los altos costes de la sementera, después de dos malas cosechas, y el comportamiento a la baja del precio del cereal, disuade a muchos agricultores de seguir sembrándolo. Así, si Castilla y León había perdido hace tres años el listón de los dos millones de hectáreas sembradas de cereal, y la campaña pasada bajó un 5,4% la superficie sembrada, desde los 1.929.864 hectáreas de 2021 a las 1.825.583 hectáreas de 2022, este año vuelve a mermar superficie.

Así, según las declaraciones de solicitudes de la PAC, en esta campaña se sembrarán 1.749.592 hectáreas de cereales –en todos los casos mencionados se excluye el maíz–. Se traduce en casi 76.000 hectáreas menos, una reducción del 4,16%.

El descenso de los cereales contrasta con el repunte del cultivo de girasol, mucho menos exigente en fertilizantes y otros cuidados. Si entre 2021 y 2022 el girasol se disparó un 35%, de 277.224 hectáreas a 373.576, en gran medida por causa de los efectos de la invasión de Ucrania por Rusia, en esta campaña la tendencia se mantiene, y ya se han declarado para la próxima campaña 365.896 hectáreas, además de otras 141.233 de otras oleaginosas.

Otros candidatos a crecer en superficie son los barbechos. Muchos agricultores preferirán no cultivar algunas tierras si la única expectativa que tienen al hacerlo es perder dinero. En la última declaración de solicitudes de la PAC aparecen 492.104 hectáreas de barbechos en toda Castilla yLeón, así como 1.954.576 hectáreas de pastos. Otros cultivos entre los que cuentan con mayores superficies son las leguminosas y proteaginosas de consumo animal, con 270.551 hectáreas, y el maíz, que en la próxima campaña se apunta 116.050 hectáreas.