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"Sólo se acordarán de los agricultores y ganaderos cuando no haya alimentos en los supermercados"

Susana Pardo, presidenta de Unión de Campesinos de Burgos (UCCL), advierte: "O hay un giro o el campo desaparece"

Susana Pardo vive en la localidad burgalesa de Mazuelo de Muñó. ECB

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Loreto Velázquez | Valladolid
Valladolid

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Dicen que cuando se cierra una puerta se abre una ventana, pero en el caso del sector del campo, los agricultores y ganaderos siguen sin dar con la llave. "La gente está cansada. Entre unos y otros nos están asfixiando", advierte la presidenta de la Unión de Campesinos de Burgos (UCCL), Susana Pardo, con la mirada puesta en la prolongada subida de insumos y en un precio del producto que sigue a la baja. "Si a eso le unimos la normativa, que cada vez es más estricta, y una PAC que cada vez lo pone más difícil, ¿Qué nos queda? Me temo que cerrar" , afirma.

En su opinión, las precipitaciones. Si los agricultores han tenido un año muy difícil, mención especial merecen los ganaderos, sobre todo los del sector ovino. "Están desesperados. El coste de los piensos, el gasoil, y la burocracia, es que tumba a cualquiera. Estamos yendo hacia atrás», insiste convencida de que en poco tiempo el lechazo será un artículo de "absoluto lujo" porque no va a haber nadie que lo críe.  "Solo se acordarán de los agricultores y ganaderos cuando no haya alimentos en los supermercados y ojo, porque la crisis alimentaria está por venir ".

La competencia es "desleal". "Aquí nos imponen muchísimas obligaciones que luego no se exigen a los productos que llegan fuera de Europa; es una reivindicación que la Unión de Campesinos llevamos años pidiendo", señala sin dejar de enviar un mensaje a los que piensan que "tratamos mal el Medio Ambiente". "Nosotros somos los primeros interesados en cuidarlo porque vivimos de él y vivimos en él. Es una pena pero ni se nos valora ni se nos protege" , zanja.

INCERTIDUMBRE

El nuevo curso agrario se presenta con demasiadas incertidumbres y muchos frentes abiertos. "El año pasado con la guerra de Ucrania y la sequía hubo flexibilidades, pero ahora algunos agricultores ya han empezado a sembrar y no saben qué va a pasar con cuestiones importantes como la siembra directa o el barbecho, porque el año pasado se pudo sembrar pero este no sabemos. La Junta de Castilla y León tiene que decidir y hacerlo rápido".

El año ha sido duro. "Ha sido un año en el que lo comido por lo servido", resume.  Aunque a nivel nacional se han dado muchas indemnizaciones, en Castilla y León el tema se complica. Según explica la presidenta de UCCL, la administración regional vincula la entrega de ayudas al hecho de que el agricultor tenga un seguro contratado. "Si tienes seguro y te dan sequía, la Junta te da la ayuda, pero si no tienes seguro no tienes acceso y no tiene sentido porque el seguro no es obligatorio. De hecho, en estos últimos años, muchos agricultores, sobre todo jóvenes, lo han dejado de contratar porque esto es como cuando tienes un coche . Si te das un golpe te sube la prima. Aquí, si eres joven el seguro agrario te cubre menos kilos", rechaza sin olvidar otro punto de interés: "En 2017 el seguro te cubría la sequía ‘70-30’; es decir de 1.000 kilos, el límite estaba en 700. Si sacabas más no cobrabas y si sacabas 500 te dan la diferencia, 200. Ahora en cambio han bajado la cobertura a ‘80-20’ y esto ha supuesto que la gente haya dejado de hacer seguros porque a veces no cubre los costes de producción".

En su opinión, hay que darle una vuelta al tema de los seguros. "Este año el coste va a aumentar cerca del 50%. Dicen que por las inclemencias pero es un gasto importante y los agricultores vamos ya muy apretados".

El año ha sido sencillamente terrible. "Las leguminosas, los guisantes, los garbanzos, las lentejas… han sido una ruina. El hielo y la sequía han mermado en un 50% las cosechas de cebada y trigo, y para la colza también ha sido un año malísimo. No se ha sacado ni para cubrir gastos porque los insumos se han triplicado mientras que el precio del producto sigue en bajada".

La pregunta es evidente, ¿Qué solución puede haber? "Difícil, que el año que viene llueva y que el precio de los insumos sea proporcional al precio del producto . Si no, seguiremos cerrando como está sucediendo ya", advierte.

Las esperanzas están puestas en el girasol, donde espera una "cosecha interesante" y confía en que el precio suba, así como en el viñedo, aunque con las lluvias de los últimos días hay mayor riesgo de Botrytis.