Frente contra los golpes de calor en explotaciones agrarias de Castilla y León
Se trata de un incidente que puede resultar mortal / Conocer sus síntomas, saber cómo actuar y adoptar medidas preventivas es fundamental para evitar poner en riesgo la salud de los agricultores
Cuántas familias de varias generaciones de agricultores recuerdan a un tío, un abuelo, un bisabuelo, que murió mientras trabajaba las tierras y cuya historia pasó a la tradición de la casa. En unas ocasiones fue por un infarto, un ataque al corazón, en otras fue ‘un mal aire’, como se decía en tiempos. Lo cierto es que en muchos de aquellos episodios el culpable real fue un golpe de calor que no se supo gestionar adecuadamente. Los golpes de calor cada vez se producen con más frecuencia por culpa del cambio climático, y pueden resultar mortales.
Para evitar las consecuencias del golpe de calor, Coag ha iniciado una campaña divulgativa con el objetivo de ponerle freno, en una época del año en la que se desempeñan muchas tareas agrícolas, como la recogida de la frutas de verano que durante estas semanas se desarrolla de forma generalizada en las principales zonas productoras.
«El exceso de calor en el cuerpo puede manifestarse de distintas formas, la más grave es el golpe de calor, que puede resultar incluso mortal. Conocer sus síntomas, saber cómo actuar si se produce y adoptar medidas preventivas es fundamental para evitar poner en riesgo nuestra salud y la nuestros trabajadores» subraya el responsable del área de Riesgos Laborales de Coag, Andrés Góngora. Como materiales de campaña con los distintos mensajes preventivos, la Opa ha elaborado folletos y carteles informativos, que se distribuyen en las principales regiones productoras, y un vídeo divulgativo que recoge de forma muy visual las cuestiones que hay que tener en cuenta para evitar y tratar un posible golpe de calor.
El golpe de calor se produce cuando la temperatura del cuerpo aumenta rápidamente, y alcanza e incluso supera los 40 grados , lo que puede poner en riesgo la vida de una persona al provocar daños en el cerebro y otros órganos vitales. Para detectarlo, es imprescindible conocer sus síntomas: temperatura corporal por encima de los 40 grados, taquicardia, respiración rápida, dolores de cabeza y náuseas y vómitos son algunas de las señales de alarma más evidentes. Existen otros síntomas cutáneos, como la ausencia de sudoración y la piel seca y caliente, señala la organización. Si la persona presenta confusión y convulsiones, pierde la consciencia o tiene las pupilas dilatadas, también podría estar sufriendo un golpe de calor.
Ante cualquiera de estos síntomas, «lo primero que hay que hacer es suspender la exposición de la persona al calor y llamar al número de emergencias 112», aconseja Coag. «Debemos colocar a la persona en un lugar fresco y aireado, quitarle las prendas innecesarias y abanicarla para disminuir su temperatura corporal. También refrescarle la piel aplicando compresas frías en la cabeza y empapar con agua fresca el resto del cuerpo» .
Si la persona está inconsciente, hay que colocarla en posición lateral de seguridad. No intentar controlar las convulsiones del accidentado, en caso de que las tenga. Y siempre disponer algo blando debajo de la cabeza de la persona accidentada para protegerla.
Para evitar exposiciones laborales peligrosas para la salud, es necesario poner en práctica algunas medidas preventivas, antes de comenzar a trabajar y también durante la actividad laboral. Antes de empezar, consultar las condiciones meteorológicas; utilizar ropa amplia, ligera y de colores claros; proteger la cabeza; habilitar zonas de sombra para descansar y favorecer el trabajo en equipo para facilitar la supervisión mutua.
Durante el trabajo es necesario beber agua fresca con frecuencia ; aumentar la frecuencia de pausas breves; planificar las tareas más pesadas para las horas de menos calor y practicar la rotación de tareas para limitar la exposición fija al sol.
Además, desde Coag recuerdan a los empleadores que no deben olvidar que es su obligación informar de los riesgos y medidas preventivas relacionadas con el exceso de calor. «Proteger el bienestar, la salud y la seguridad de los trabajadores y trabajadoras debe ser siempre una prioridad en el sector agrario», subraya Góngora, al tiempo que señala que en los meses de más calor se adelanta el inicio de las jornada laboral (5-6 de la mañana) para finalizarlas antes de las horas de mayor temperatura y exposición solar (a partir de las 13,00 horas).