Diario de Valladolid

Sacrificar vacas en Castilla y León para salvar la leche

La mayor OPL de España, con sede en Valladolid, recomienda convertir en carne 40.000 vacas lecheras para recuperar un precio rentable Se trata de la ‘Operación chuletón’, que supone reducir un 5% el censo de este vacuno para recortar la oferta en 240.000 toneladas

Terneras de vacuno de leche pastan en una granja en extensivo. PQS / CCO

Terneras de vacuno de leche pastan en una granja en extensivo. PQS / CCO

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Santiago G. del Campo
Valladolid

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La crisis de precios de la leche se prolonga ya demasiado tiempo. Industria y distribución presionan a los ganaderos, el eslabón más débil de la cadena, para bajar su retribución por el producto. La reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria, contratos obligatorios y registros no parecen tener la efectividad suficiente como para solucionar el problema con la agilidad necesaria . Organizaciones Profesionales Agrarias (Opas), y agentes del sector, piden desde hace tiempo un catálogo oficial de precios de mercado al que referenciar los contratos , pero no termina de ver la luz.

Ante este panorama los productores, tradicionalmente muy dispersos, empiezan a unirse para poder hacer presión juntos y tomar decisiones de alcance de cara a la industria y la distribución –que busca ofrecer productos de primera necesidad a un precio barato para atraer a los clientes a sus lineales, a costa de los productores–. Es lo que pretende hacer la mayor Organización de Productores de Leche (OPL) de España, Agaprol , con sede en Valladolid.

La OPL lanzó el pasado jueves una innovadora, a la vez que paradójica, propuesta a los ganaderos de vacuno de leche: sacrificar vacas para salvar la producción frente a los demás eslabones de la cadena alimentaria . Convertir en carne el ganado para ingresar fondos que permitan continuar con la explotación, pero reducir la producción notablemente. Un plan que ha bautizado como ‘Operación chuletón’ .

Una estrategia de actuación que debería encender las luces de alarma tanto en la industria, como en la distribución, como en las administraciones públicas. Recortar la cabaña ganadera son palabras mayores, pero si es la única solución para que los productores puedan vivir de sus explotaciones , no habrá más remedio. Los centenares de granjas que tuvieron que echar el cierre el año pasado en Castilla y León y en España son buena muestra de ello.

Agaprol explica a los ganaderos las conclusiones a las que han llegado tras la debacle de los últimos años en el sector, y tras el leve incremento de precio experimentado en los últimos meses, que ha llevado una luz de esperanza a muchas explotaciones. Una luz que ahora se ve atenuada con las presiones para volver a rebajar las tarifas por el producto entregado.

La OPL advierte de que «a menos vacas, mayor rentabilidad» . Así lo expone públicamente en su último boletín, remitido a sus socios y a otros agentes del sector el pasado cuatro de mayo. «Con una bajada del censo del 5% en 2023 la producción se vería mermada en un 3,3%, dejando la producción en 7.082.000 toneladas», apunta. «La experiencia del año 2022 no deja lugar a dudas: con una reducción del censo del 2,9% (23.630 vacas) la producción cayó un 2,2% (163.000 toneladas). Esa situación de producción reducida llevó a las industrias a considerar, por fin, la necesidad de pagar por su leche a los ganaderos el precio que les costaba producirla» .

«Observando los datos del año pasado en el presente ejercicio el sacrificio del 5% de los animales (40.000 vacas) supondría un descenso de la producción del 3,3% (240.000 toneladas), lo que supone que por cada 12.000 vacas menos la producción se reduce un 1%» , explica la OPL vallisoletana de ámbito nacional. «La tercera pata de esta ecuación de la ‘Operación chuletón’ son los buenos precios que la industria cárnica sigue ofreciendo por sacrificar animales procedentes de las granjas de vacuno de leche».

Y es que, señala Agaprol, para recuperar el precio de la leche hay que controlar la oferta. «Ante la presión de la industria para bajar precios la solución pasa por reducir la cabaña aprovechando la demanda de carne». En el mismo documento, la OPL explica que la industria láctea «ha cumplido sus amenazas y ha forzado un descenso desproporcionado del precio de la leche en las explotaciones para esta primavera» , por lo que «está claro que ni ellos ni la distribución han entendido que si continúan arruinando a los ganaderos la producción se resentirá y se volverán a ver incrementos de precios de la leche en las granjas y en los lineales , provocados por su propia competencia ante la falta de materia prima».

Ni los costes de producción derivados de los precios de la alimentación animal, ni la energía, han registrado modificaciones sustanciales «y, de hecho, las previsiones no son nada halagüeñas para este año . No existe una reducción de los costes para los ganaderos que justifiquen el pretendido descenso en el precio de la leche», continúa explicando la organización.

«La sequía ha dejado de ser ya una amenaza para convertirse en una realidad y la falta de alimentación para los animales puede llevar a una situación crítica al sector después del verano» , advierte. «La situación de ruina a la que han llevado a los precios, por debajo de los costes soportados durante los dos últimos años, sigue provocando cierres masivos de explotaciones. En España cierran tres granjas al día» .

Por eso, la asociación de productores lanza un aviso a navegantes: «Ni industria, ni distribución, parecen haber aprendido la lección del año pasado, y pretenden volver a asfixiar económicamente a unos ganaderos a los que no les quedará más remedio que sacrificar animales aprovechando el buen precio de la carne. En eso consiste la ‘Operación chuletón’ . Ahora también habrá que comprobar si los ganaderos han aprendido lo aprendido en el pasado».

La bajada del precio de la leche «es una realidad», advierte Agaprol. «Las industrias han aprovechado el efecto de la primavera y el consiguiente aumento de la producción para llevar a los ganaderos, de nuevo, a una situación complicada . La bajada de precios generalizada en Europa ha sido la puntilla a la hora de negociar los contratos lácteos para los tres próximos meses», añade.

Sin embargo, «los costes de producción vuelven a sobrevolar en el ambiente, pero es la tremenda sequía que sufre nuestro campo la que hace imprevisible lo que pueda suceder tras el verano , cuando los productores no tengan alimento que ofrecer a sus animales y, por fuerza, los costes de producción se disparen a cifras estratosféricas». Mientras tanto, y «al rebufo de unos precios hasta ahora razonables», las entregas «comienzan a invertir su tendencia bajista para asentarse, de nuevo, en el crecimiento».

Producción

La producción de leche en España comenzó a caer en la primavera del año pasado después de meses con comportamientos alcistas, explica la organización. Fue el inicio de una senda de subida en los precios de la leche cruda de vaca . «La reducción en las entregas se sostuvo hasta comienzos de este mismo año y, curiosamente, ese fue el momento en el que los ganaderos de este país fueron capaces de hacer valer su voz para determinar en la medida de lo posible el precio al que vender su leche», apunta Agaprol para justificar su propuesta a los productores.

La concentración de la oferta de los productores, «como permite e impulsa la ley española y europea», supone «abrir espacios de negociación en igualdad de condiciones y justos para todos los eslabones de la cadena alimentaria. Esa misma norma también establece que dentro de las posibilidades existentes está la del control de la oferta por parte de los ganaderos».

Ese momento del control de la oferta, añade la OPL, «se ha demostrado útil y eficaz para poder exigir cuando menos los costes que conlleva ordeñar . Si el año pasado la producción fue clave para subir los precios de la leche, en este momento vuelve a ser la herramienta pertinente para buscar la recuperación de los precios en las explotaciones».

«Industria y productores tienen que ser conscientes de esa realidad si no pretenden que el sector se convierta en un escenario permanente de volatilidad abocado a una especulación insoportable promovida por todas las partes», advierte Agaprol. «Mantener la línea de la producción en el nivel suficiente para garantizar la seguridad alimentaria pero sin pasarse para que industria y distribución no se aprovechen de ello será crucial para defender unos precios justos para el ganadero y garantizar la producción», concluye.

Las Opas han venido denunciando la situación durante los últimos años y han reincidido en las últimas semanas, al percatarse de las nuevas presiones a la baja en los precios. A finales de abril fue Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), a través de su estatal, Unión de Uniones , la que salió a la palestra para alertar de la difícil situación de los ganaderos de vacuno de leche, a la luz de los datos de 2022 y del avance del primer trimestre de 2023. Una situación que «podría desencadenar, de seguir así, una situación de bajada de producción sin precedentes» .

Unión de Uniones se hacía eco del último informe de entregas lácteas publicado por el Fega, en el que se destaca que, en 2022, desaparecieron 789 explotaciones, a un ritmo de 66 granjas al mes .

De acuerdo con los datos disponibles de 2023, «la situación no estaría mejorando, bajando la producción un 1,86% –en 2022 bajó un 2,11%–, situándose en 7,32 millones de toneladas, frente a los 7,48 millones producidos en 2021», subrayaba la Opa, que criticó que las subidas de precio se realizaran «demasiado tarde, cuando la falta de leche se hizo patente y se comenzaba a tener problemas de abastecimiento en algunos lineales».

Forrajes

La Opa señala que los costes de producción de los ganaderos de vacuno de leche continúan siendo altos. «Además, este año hay que sumar una preocupación a mayores, la sequía y las heladas sufridas a principios de abril , que va a reducir considerablemente la cosecha y la alimentación disponible para el ganado», añade. «La veza prácticamente se ha perdido a consecuencia de las heladas de abril y la producción de forrajes previsiblemente se va a ver muy mermada ante la falta de agua». La organización alerta que si se producen bajadas de precio se desencadenará una situación de pérdida de activos , de leche, «y lo peor de todo, de soberanía alimentaria».

En esta situación, «son muchos los ganaderos que han decidido sacrificar sus animales para carne y abandonar la producción de leche» , relata la Opa, en consonancia con lo advertido por Agaprol. «De hecho, según los datos del Ministerio, en marzo de 2023 se contaba con 25.642 vacas menos que el mismo mes del año pasado , continuando la progresiva reducción del censo a la que ha obligado la situación de elevados costes y precios de la leche insuficientes».

Asimismo, Unión de Uniones solicita a la Administración competente que controle la trazabilidad de la leche y solicita un control exhaustivo del etiquetado de origen de los productos lácteos, y recuerda a todos los productores la obligatoriedad que tiene la industria de presentar la oferta de contrato un mes previo a la finalización o a la recogida de la leche , «incumpliendo la ley si no lo hacen así». Recomienda también a las explotaciones que no firmen en una fecha anterior, sino que se indique la fecha en la que ha sido entregada la oferta, y denunciar esta situación ante la Aica «para que, al menos, quede constancia del reiterado incumplimiento de algunas industrias de la ley».

En cuanto a los datos concretos de Castilla y León en del sector vacuno, ovino y caprino de leche, UCCL denunció, a la vista de los datos definitivos de 2022, «la debacle del eslabón productor del sector lácteo en 2022, con un cierre de granjas superior a las cifras habituales». A 31 de diciembre de 2022 quedaban en España 10.665 granjas de vacuno, 2.667 granjas de ovino y 3.851 granjas de caprino de leche; habiendo descendido su número en vacuno en 782 granjas (-7% con 2,1 granjas menos al día); ovino: 258 (-9%, con 0,7 granjas menos al día) y caprino: 602 (-14%, con 1,6 granjas menos al día).

En el ovino de leche, Castilla y León fue la comunidad autónoma que más número de ganaderos abandonó la actividad, un total de 156 granjas , que en porcentaje representa el 9,4%. Iniciaron el año 1.502 productores de leche. Comunidades como Valencia, Madrid, Cantabria o el País Vasco registraron caídas de entre un 50 y 25% de las granjas, «pero representan un porcentaje muy pequeño de producción, 3,6% en computo global, mientras que Castilla y León tiene el 56% de los ganaderos» , siguió explicando la Opa. En lo que respecta a Castilla la Mancha, la otra comunidad productora, con el 30,4% de las granjas, registró en diciembre algunos más ganaderos que en diciembre de 2021.

Cierres

En vacuno, Castilla y León perdió 81 productores , que representan el 9,4% de las granjas del sector. Galicia fue la Comunidad que más ganaderos perdió, con 387 granjas menos. Por último, en el caprino, Castilla y León registró una caída de 22 ganaderos , un 8,3% de las granjas. En este caso fue Andalucía la que más ganaderos perdió con 262 granjas de 1.970 que permanecieron.

Fruto de esta crisis en el eslabón productor se dio una fuerte caída en la producción «que sin duda, se ha trasladado hasta el consumidor», señala UCCL. En total en Castilla y León se produjeron 7.450 toneladas menos de leche de vacuno, 6.365.000 litros menos de leche de ovino y 287.000 litros menos de leche de caprin o, siempre según los datos analizados por la Opa. Implica una caída de la producción del 0,80%, del 2,24% y del 8,21 respectivamente. A nivel nacional en total se produjeron 60.000 toneladas menos de leche, con una caída en la producción respecto al año anterior del 1,8% de leche de oveja, 2,2% de leche de vaca y 2,2% de leche de cabra.

La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) destaca que en 2022 se incrementaron considerablemente los costes de producció n, principalmente de los piensos, de en torno al 40-30% respecto de 2021 , cifra que se eleva hasta un 50% si se compara con 2020. A ello habría que añadirle los aumentos en costes de electricidad, mano de obra, gasóleo o productos veterinarios.

La organización critica que la industria «solo ha considerado subidas razonables de precio demasiado tarde, cuando la leche comenzaba a escasear, lo que no solo ha provocado los cierres, sino que a las pocas explotaciones que siguen no les salgan los números». 

«Todos vemos espléndidas campañas de promoción que dicen lo importante que son las granjas para mantener un medio rural vivo, un paisaje de calidad, los esfuerzos que hacemos los ganaderos en mejorar el bienestar de nuestros animales y mejorar nuestro impacto en el medio ambiente; pero detrás de esas campañas se esconde esta realidad , la de un sector que en muchos casos no logra rentabilidad , y que en los pocos casos en los que lo hace, no es suficiente para tener una vida digna para que haya un relevo suficiente en el sector», critican desde la organización. «Antes de una publicidad bonita tiene que venir la remuneración justa» , concluyen.

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