La mitad de los rebaños son indemnes en agalaxia contagiosa
PROTECCIÓN En la actualidad están adheridas a este programa voluntario 186 explotaciones ganaderas, de los cuales 152 son rebaños ovinos y 34 lo son de ganado caprino, que concentran 172.609 animales
El programa de la Junta de Castilla y León para luchar contra la agalaxia contagiosa ha perdido en un año 15 explotaciones adheridas , lo que supone un 8% del total, 186, a costa de granjas de Valladolid, León y Zamora. Un descenso directamente relacionado con las ganaderías que se han dado de baja definitivamente en la Comunidad por falta de rentabilidad. No obstante, el 50% de las explotaciones han sido oficialmente declaradas indemnes de esta enfermedad de declaración obligatoria que provoca importantes pérdidas económicas a los ganaderos de ovino y caprino de aptitud láctea, lo que para la Consejería de Agricultura y Ganadería supone un «resultado satisfactorio».
Cabe destacar que se trata de un programa voluntario que inició en el año 2017 la Consejería de Agricultura y Ganadería con el objetivo de implicarse de manera firme en la lucha contra la agalaxia contagiosa con el objetivo de mejorar la competitividad productiva de las ganaderías de ovino y caprino de la región. Una ‘batalla’ que comenzó ya en 2007 con su inclusión de forma expresa en los planes sanitarios de las agrupaciones de defensa sanitaria (ADS). Y con fecha 5 de noviembre de 2021, la Consejería de Agricultura y Ganadería y Desarrollo Rural publicaba en el Boletín Oficial de la Comunidad el Programa Sanitario Voluntario de Vigilancia y Control frente a la Agalaxia Contagiosa en el territorio de Castilla y León.
En la actualidad están adheridas 186 explotaciones ganaderas, de los cuales 152 son rebaños ovinos y 34 lo son de ganado caprino , que concentran 172.609 animales, lo que supone una media de 928 animales por explotación, lo que da una idea de la profesionalización y dimensiones de las explotaciones que se han incorporado en el programa, la mayoría de aptitud láctea, que es donde más trascendencia tiene esta enfermedad. Zamora es la provincia donde más establos se han incorporado a este programa voluntario, 51 y 45.672 animales, seguida de Valladolid, con 42 y 37.857 ovejas y cabras. En tercer lugar se sitúa León, con 39 explotaciones adheridas y un censo ovino de 33.438. En Ávila se mantienen las 26 instalaciones pero crece en animales hasta los 19.702, como también ocurre en Palencia, con 14 granjas y un censo de 20.454. En Segovia han sido seis las explotaciones y 9.952 animales, otras cuatro en Salamanca y 2.722 ovejas y cabras, y cuatro en Burgos, con 2.812 animales. Soria es la única provincia donde hasta el momento no hay ninguna ganadería en el programa oficial, dado que la mayoría del ganado ovino y caprino de la provincia se cría para carne.
El programa que se está desarrollando en las 186 ganaderías que participan , se fundamenta en el análisis periódico de muestras de leche de tanque en rebaños lecheros, el muestreo de todos los sementales de las explotaciones utilizados como centinelas de la presencia de individuos infectados, o el empleo de la serología en animales de más de cuatro años en rebaños que no vacunan. La periodicidad de los análisis, establecida inicialmente en seis meses, salvo el muestreo de tanque, pasa a ser anual tras dos años con resultados negativos.
Los diagnósticos así como el personal encargado de llevar a cabo los muestreos son costeados por la Administración que, en el caso de Castilla y León, además incluye la indemnización por sacrificio de animales que hasta la fecha no es obligatorio. Además, este programa incluye la organización anual de actividades de formación para ganaderos y veterinarios por parte del equipo científico asesor tras las correspondientes reuniones de seguimiento anuales de análisis de resultados.
Y es que la agalaxia contagiosa tiene en el movimiento de animales la principal forma de propagación entre rebaños y zonas geográficas, y la ausencia de calificaciones oficiales en referencia al estatus de los rebaños ha facilitado la transmisión y la diseminación de la infección en los rebaños ovinos y caprinos. Esta micoplasmosis ocasiona numerosas pérdidas económicas en el sector, especialmente en el de aptitud lechera, de marcada relevancia en Castilla y León. Dicho programa, adoptado ya a nivel nacional por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha contemplado de forma novedosa en su diseño y desarrollo aquellos avances científicos relativos a la epidemiología y diagnóstico de una enfermedad tan compleja como la agalaxia contagiosa, basándose también en sus comienzos en la experiencia del programa que se desarrolla en la Comunidad, un esfuerzo que se está realizando desde la Administración regional junto con los ganaderos interesados en el difícil camino de encontrar nuevas vías de lucha y control de una enfermedad tan compleja epidemiológicamente como la agalaxia contagiosa. La identificación de rebaños donde no se detectan micoplasmas asociados a la enfermedad supone una revalorización sanitaria de sus animales y una fuente de la que todas las explotaciones (positivas o negativas) pueden obtener una recría con las mayores garantías sanitarias posibles.
Desde la Consejería reconocen que ha habido una disminución en el número de explotaciones incluidas en el programa de agalaxia, debido a las ganaderías que se han dado de baja. No obstante, constatan que el aumento de la media de animales por explotación y el leve descenso en el censo total de las explotaciones sugieren una mayor concentración de los efectivos en un número menor de titulares.
Además del efecto positivo para los propios rebaños, se cuenta ahora con numerosos rebaños ovinos y caprinos de diferentes razas a partir de los cuales ahora, otros rebaños pueden incorporar recría con unas garantías sanitarias no presentes hasta la fecha.
Los centros de selección de sementales disponen ahora de más información epidemiológica sanitaria en los rebaños de donantes, lo que mejora sus planes de bioseguridad respecto a la infección.
A los rebaños declarados indemnes en agalaxia el programa se les ofrece como una nueva oportunidad de revalorizar sus productos y de incrementar las posibilidades de venta de animales a otras Comunidades con rebaños sin calificar oficialmente, lo que podría suponer un aumento en los ingresos de estos rebaños dentro de un año de pérdidas económicas e incertidumbres en las ventas a consecuencia de la Covid-19. Indirectamente también, aumentan el valor añadido de los rebaños españoles de cara a la exportación de animales o dosis seminales.
En cuanto a los rebaños positivos, el programa ha ofrecido a estas explotaciones una información epidemiológica de gran valor . Un claro ejemplo es la detección de animales infectados tanto a través de la serología como a través de la detección de sementales portadores. Han sido numerosos los rebaños en los que estás técnicas diagnósticas han permitido elucidar la presencia de unos pocos animales infectados en el rebaño (muchas veces menos del 5% de los animales muestreados). Los casos más llamativos han sido en ocasiones en explotaciones negativas a todas las muestras, o como mucho a un tanque de leche, y con apenas algunos sementales infectados.
Entre los beneficios del programa es necesario considerar también que el programa lleva años creando un banco de material con las cepas aisladas en Castilla y León en colaboración con la Universidad de Murcia a partir del cual, por ejemplo, se están estudiando los diferentes perfiles de susceptibilidad antibiótica de las cepas circulantes. Esta información es básica desde el punto de vista de la lucha frente a las resistencias antimicrobianas.
Los resultados del programa van a reflejarse en la página web de la Junta de Castilla y León, donde se van a publicar los datos de las ganaderías calificadas que hayan dado su permiso para hacerlo, con el fin de promocionar estas explotaciones para posibles tratos comerciales.