Semana clave para la dotación de riego
La Confederación Hidrográfica del Duero despliega una agenda de reuniones con las juntas de explotación que concluye el próximo miércoles / Solo se prevén limitaciones en el sistema Pisuerga-Bajo Duero al encontrarse sus reservas al 47,6%
Las piezas que determinarán la próxima campaña de riego, que comienza oficialmente el 1 de abril, ya están sobre el tablero. La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) comenzó el pasado martes los contactos con las juntas de explotación de la demarcación, en una agenda que concluye el próximo miércoles y que establecerá las dotaciones máximas. El panorama es totalmente distinto al del año pasado, cuando los encuentros empezaban también por estas fechas en un marco de sequía que se agudizó aún más con el paso de los meses. En esta ocasión solo el sistema Pisuerga-Bajo Duero podría sufrir limitaciones, que se revisarían en función de la pluviometría de las próximas semanas. La ronda de reuniones comenzó en los sistemas Órbigo y Tuerto, Esla-Valderaduey y Tera. Continuó el miércoles 22 con Alto Duero y Riaza y el jueves con Tormes y Águeda. Tras unos días de paréntesis, los contactos continuarán mañana con las juntas de explotación de los sistemas Carrión y Adaja y, por último, el miércoles 29 con Pisuerga - Bajo Duero.
Estos encuentros tienen como objetivo analizar el estado de las reservas en los embalses de cada sistema para adoptar una propuesta de volumen mínimo de embalse a conservar al final de la campaña, y, a partir de ese valor, estimar las dotaciones orientativas máximas de agua en cada sistema, en función de la disponibilidad de agua. Esas propuestas se elevarán posteriormente a la Comisión de Desembalse.
De la misma forma que en años anteriores, en aquellos sistemas cuyos embalses se encuentran en situaciones más comprometidas –como se ha dicho, en este caso, especialmente, el sistema Pisuerga-Bajo Duero–, las dotaciones podrán ser objeto de revisión durante la primavera, en función de la climatología. Por otro lado, y siguiendo con la línea habitual de las últimas campañas, siempre que se encuentre justificado, el Organismo gestor de la cuenca tratará de flexibilizar el inicio de la campaña de riesgo antes de la fecha oficial del 1 de abril.
En estos momentos, los embalses gestionados por la CHD se encuentran al 76,5% de su capacidad total, con 2.188,9 hectómetros cúbicos de agua almacenados, 8,1 puntos más que hace un año (68,4%), y cuatro décimas por debajo de la media de la última década (76,9%). El llenado de embalses ha continuado gracias, en parte, a las aportaciones recibidas del deshielo durante las últimas semanas.
La situación de las reservas en la cuenca del Duero es, en general, buena. En los sistemas Tuerto y Carrión, dos de los más afectados por las restricciones al uso del agua en la campaña anterior, los niveles de embalse actuales permiten afrontar la nueva campaña con optimismo. Es el sistema Pisuerga – Bajo Duero el que presenta una situación más comprometida , al encontrarse sus reservas al 47,6% (150,3 hectómetros cúbicos), frente a los 216,3 de la media de los últimos 10 años. Por este motivo, la disponibilidad de agua será limitada para los riegos que dependen de este sistema en las provincias de Palencia, Valladolid y Zamora.
Una primavera húmeda podría ayudar a que el desarrollo de la campaña en este sistema fuera más prometedor. «En todo caso, el actual marco climatológico obliga a ser conscientes de la cada vez más frecuente aparición de circunstancias climatológicas extremas durante la primavera y el verano», señalan desde la Confederación Hidrográfica del Duero.
Estos episodios, que ya afectaron de forma seria al desarrollo de la pasada campaña de riego 2022, con largos períodos de temperaturas récord y sin precipitaciones, pueden suponer la alteración del desarrollo de la campaña de riego. «Como viene haciendo durante el desarrollo de cada campaña, la CHD mantendrá de nuevo este año un contacto estrecho y directo con los usuarios del agua en los diferentes sistemas de explotación», apuntan desde el Organismo gestor de la cuenca.
SIN SEQUÍA
Muy diferente fue la situación en el mismo mes del año anterior, cuando la sequía ya se había dejado notar en todos los sistemas de la cuenca. La Comisión de Desembalse de la cuenca del Duero acordó entonces los volúmenes mínimos de reserva de los embalses a 30 de septiembre, ante el inicio de una campaña de riego incierta.
A pesar del valor de las reservas existentes al final de la campaña anterior (1.184 hectómetros cúbicos), por encima de la media de los 25 años anteriores, un otoño e invierno seco y extremadamente seco, con los valores pluviométricos registrados más bajos desde 1951 en el periodo enero-febrero, situó los sistemas Tera, Órbigo, Támega-Manzanas, Pisuerga, Arlanza, Riaza-Duratón, Tormes y Águeda en situación de sequía prolongada. Además ya estaban también en alerta por escasez hidrológica los sistemas Carrión, Pisuerga, Cega, y Támega-Manzanas y Alto Tormes.
Esa escasez de precipitaciones, tanto en forma líquida como en forma de nieve, provocó que, desde el inicio de ese año hidrológico (1 de octubre de 2021) hasta finales de marzo de 2022, las aportaciones de entrada a los embalses gestionados por la CHD en la totalidad de la cuenca fueran tan solo del 52% del valor correspondiente a la media de los anteriores 25 años.
La situación era entonces irregular, según sistemas de explotación. Todos lo sistemas estaban por debajo de los valores medios de reservas, salvo los embalses del sistema Esla y del sistema Adaja. La peor situación se encontraba en los sistemas Carrión, Pisuerga y Tuerto, donde las reservas no llegaban al 60%, 45% y 55%, respectivamente.
En ese contexto, la Comisión, reunida el 29 de marzo, debatió los valores propuestos desde las distintas juntas de explotación y estableció los volúmenes mínimos de reserva en los embalses a 30 de septiembre, y las correspondientes asignaciones estimadas de dotaciones máximas propuestos desde esas Juntas. Solamente cinco sistemas recibieron una dotación suficiente para abordar una temporada de regadío . Fueron, con 6.000 metros cúbicos por hectárea, Tormes, Porma, Esla (Riaño) y Tera, y con 6.500 Águeda.
El resto se quedó muy corto. Arlanzón comenzó la pasada temporada de riego con 5.000 metros cúbicos por hectárea; Órbigo con 4.800; Alto Duero con 4.500; Riaza con 4.000; Adaja con 3.000 y el resto con solo 2.500: Pisuerga-Bajo Duero, Carrión y Tuerto. A comienzos de esta campaña todo apunta a que la dotación de agua será más abundante.
A pocos días del inicio de la campaña oficial de riego, la CHD celebró el pasado miércoles, 22 de marzo, el Día Mundial del Agua, con un llamamiento a «acelerar el cambio en el uso, consumo y gestión responsable del agua». Y es que, recuerda el órgano gestor de la cuenca, se trata de un «recurso valioso e indispensable para la vida pero, lamentablemente, también finito y no accesible para todos».
sostenibilidad
Entre otras actuaciones, la CHD apuntó la apuesta del Ejecutivo central por el regadío sostenible, donde está previsto inyectar más de 2.100 millones hasta 2027 para modernización de zonas regables de España. «Castilla y León está siendo especialmente beneficiada ya que, de cada cuatro euros en mejora de regadíos que invierte el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en estos momentos, uno es para esta comunidad autónoma», explicó, en esa jornada del Día Mundial del Agua, la delegada delGobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, quien aludió al consumo responsable del agua para consumo humano como otra de las líneas de trabajo en las que avanza el Gobierno y se refirió al Perte de Digitalización del Ciclo del Agua. «La primera convocatoria ha despertado gran interés y, desde Castilla y León, se han presentado 20 proyectos para mejorar la gestión del agua de más de 700 municipios», destacó.
En el Día Mundial del Agua, el Organismo gestor de la cuenca quiso ahondar en una «participación activa» con los usuarios en favor de un uso eficiente del recurso. Y es que los últimos escenarios climáticos prevén una reducción de las aportaciones medias al Duero de en torno al 11% debido a ese impacto. Por ello «la nueva gobernanza del agua supone un desafío y también una oportunidad para seguir trabajando en una mayor eficiencia del recurso», señalaron desde la Confederación.
Se trata de un trabajo que está realizando la Confederación Hidrográfica del Duero a través de distintas herramientas, entre ellas la digitalización y las nuevas tecnologías, con una inversión hasta 2024 de más de 50 millones de euros. En ese contexto se enmarca la nueva planificación hidrológica 2022-2027. El Organismo trabaja junto a los usuarios del agua «para asegurar el suministro, alcanzar el buen estado de las masas de agua y una adecuada protección del dominio público hidráulico».
Aunque, todo hay que decirlo, esa planificación no ha gustado a los agentes del campo de Castilla y León, que la rechazaron de forma mayoritaria. Tanto las Opas como las cooperativas, como administraciones locales y la autonómica, votaron «no» a una planificación hidrológica que consideran restrictiva, y que finalmente fue impuesta por el Miteco desde Madrid.
La CHD, sin embargo, defiende ese nuevo Plan Hidrológico del Duero que recoge, asegura el Organismo gestor de la cuenca, «un ambicioso programa de medidas, con una inversión de 2.250 millones de euros de todas las administraciones implicadas en la gestión del agua». De ellos, «más de 1.000 están vinculados de manera directa o indirecta con el medio rural y, en concreto, con el regadío y su incidencia positiva en el reto demográfico».
En la jornada de puertas abiertas celebrada el miércoles, los distintos jefes de unidad de la CHD explicaron con detalle la labor diaria de la confederación, con el objetivo de «acercar al ciudadano sus funciones, así como todos los instrumentos de información y comunicación a su alcance».
El director técnico, Alejandro Barriuso, fue el encargado de exponer el mantenimiento y explotación de las infraestructuras hidráulicas del Estado en la cuenca, «una actuación vital para garantizar el suministro hídrico y, con ello, regular el recurso para abastecimiento de más de un millón y medio de habitantes y para riego de más de 300.000 hectáreas».
DIGITALIZACIÓN
Por su parte la Comisaria de Aguas, Diana Martín, explicó el «ambicioso» proceso de digitalización en el que está inmersa la CHD. El jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica, Ángel González, especificó las competencias de esta unidad, entre las que se incluye la realización de los trabajos y estudios necesarios para la elaboración, seguimiento y revisión del Plan Hidrológico de la cuenca, de acuerdo con el artículo 39.2 de la Ley de Aguas. Además, esta oficina es la encargada de informar de la compatibilidad con el Plan Hidrológico de cuenca de las actuaciones propuestas por los usuarios, redactar los planes de ordenación de las extracciones en acuíferos declarados sobreexplotados o en riesgo de estarlo, o elaborar y revisar el Plan especial de Sequías de la demarcación hidrográfica, entre otras encomiendas.
Por último, la secretaria general, Sofía Soto, mostró la web del Organismo de cuenca, explicando las diferentes herramientas que hay a disposición del usuario y que pueden permitir disponer de información de interés para la ciudadanía.
Mientras, lo que ahora preocupa al sector, tanto como la dotación de agua y los elevadísimos costes de producción, es la montaña de trámites administrativos que tienen que asumir los agricultores por la nueva PAC. El sector pide que se retrase la implantación del ‘cuaderno digital’, cuando «ni siquiera se puede garantizar que se complete a tiempo la solicitud de la PAC».
Así lo explicó hace pocos días Asaja Castilla y León, que remitió una carta al consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural en la que expresa su «tremenda preocupación» tras el inicio y puesta en marcha del Plan Estratégico de la PAC (Pepac) 2023-2027 de España. «La maraña normativa publicada en los últimos meses, a destacar la legislación nacional con una ley y múltiples reales decretos que regulan exhaustivamente aspectos ambientales, agronómicos o económicos, han sumido a los agricultores y ganaderos en el desconcierto».
«Pese al apoyo y seguimiento permanente de los equipos técnicos de las organizaciones agrarias, que llevan meses informando y asesorando a los productores, ni la propia Administración nacional ni regional pueden aclarar con nitidez muchas de las dudas que se planean al realizar las gestiones burocráticas y administrativas que se les han impuesto a los agricultores y ganaderos de Castilla y León», señala la Opa.