PRODUCCIÓN
La producción merma «muchísimo» si se prescinde de los fitosanitarios
Controversia. Agroarlanzón defiende el uso de este tipo de productos para frenar cualquier plaga mientras que los agricultores ecológicos critican su empleo debido a las materias activas que contienen
La gran mayoría de los agricultores de la provincia de Burgos apuestan por la utilización de fitosanitarios para «garantizar» una buena producción pues de no ser así y decantarse por una siembra ecológica el rendimiento de la tierra sería inferior. El ingeniero agrónomo de Agroarlanzón, EduardoMiguel Ortega, apunta que si «todo el mundo» decide emplear tan solo productos naturales «habría que eliminar a la mitad de la población» puesto que «del campo se vive». Matizó también que la agricultura ecológica se mantiene en el sector gracias a las subvenciones, que son superiores solo por el hecho de apostar por este tipo de siembra.«Si no fuera así sería inviable, expresó.
El ingeniero, que defiende el uso de productos que ayuden a matar las malas hierbas, señaló que la Unión Europea está restringiendo «cada vez más» las materias activas que se pueden utilizar debido a que pueden ser cancerígenas. Sin embargo, explicó que existen determinadas plagas que actualmente no tienen un control adecuado ya que han retirado «muchos» componentes como el clorpirifos, «único insecticida que controlaba a los gusanos, por lo que no sé cómo se va a hacer a partir de ahora».
Detalló también que el glifosato, herbicida de amplio espectro desarrollado para eliminación de hierbas y de arbustos, desaparecerá en «tres años», lo que va a suponer un problema «muy gordo», puesto que «no existe alternativa» alguna para este producto. A este tenor agregó que este «no es tiempo suficiente» para sacar otra materia activa que lo sustituya pues solo el registro es un proceso «de casi cinco años».
Recalcando las ventajas que suponen el uso de fitosanitarios, Miguel Ortega explica que son las malas hierbas las que están adaptadas a la tierra por lo que la «semillas invasoras son el trigo y la cebada».
En otro orden de cosas, el ingeniero se refirió a ‘verónica’ como una de las principales malezas que los agricultores se pueden encontrar en los campos de la provincia burgalesa. Afecta principalmente los cereales de invierno pero también está presente en otros cultivos de la misma estación como colza, veza y otras leguminosas, en cultivos vivaces como olivar o viña e incluso en los hortícolas. Propia de suelos limosos ricos en nutrientes, nace preferentemente en otoño e invierno para florecer a partir del mes de febrero llegando a producir doscientas semillas por planta.
Estas tienen un periodo de latencia medio, germinando desde el inicio del otoño. Son persistentes en el suelo durante varios años y brotan durante el otoño e invierno a una profundidad de hasta doce centímetros, aunque normalmente lo hace en los primeros cinco de profundidad. Su crecimiento es rápido por lo que no necesita demasiada agua para completar su ciclo.
Otra mala hierba muy presente en la provincia de Burgos es vallico. Y es que si un cultivo de cereal se ve afectado por esta maleza el daño que puede causar es alto. Es así porque se estima que las pérdidas de rendimiento pueden llegar a alcanzar un 80%. Además, cabe destacar que tiene una gran capacidad de ahijado y rusticidad, por lo que puede convertirse en un grave problema si no se controla a tiempo. Y por eso el herbicida es el tratamiento más efectivo para controlar el vallico en los cultivos de cebada, trigo, centeno y triticale tanto por su selectividad como por su alta eficacia.
Para combatir cuestiones como esta es para lo que se creó Agroarlanzón hace un par de años demás de para ofrecer un servicio de asesoramiento a cualquier agricultor que lo necesite. Así las cosas, la compañía desde su apertura se ha posicionado en la provincia burgalesa como un referente para los profesionales del campo, quienes acuden a ellos con el fin de optimizar sus tierras y así incrementar la producción de los cultivos.