Asaja toma las redes para animar a la compra de ‘leche de España’

La entrada en vigor, el pasado 22 de enero, del Real Decreto 1181/2018 sobre la indicación del origen de la leche utilizada como ingrediente, causó satisfacción entre los ganaderos, que ven en la información al consumidor una garantía para que éste elija los alimentos producidos en España. La obligatoriedad de la indicación se extiende tanto a la leche sola como a la utilizada en todos los productos lácteos. Dos semanas después, Asaja Castilla y León ha iniciado una campaña para animar a los consumidores a comprar la producida en España.

«El objetivo es que los consumidores puedan disponer de esa información y hacer una elección más acorde a sus preferencias», señaló en el momento de la entrada en vigor Cooperativas Agro-Alimentarias de España. Aunque la normativa tiene carácter transitorio, establecido en dos años, se espera que pasado este plazo y en base a los resultados obtenidos, «se implante definitivamente e incluso se avance en algunos aspectos para dotar al consumidor de información más clara y precisa».

Los responsables de las Organizaciones Profesionales Agrarias de Castilla y León aplaudieron esta medida y auguraron que reportará beneficios, no sólo a los consumidores, sino también a los productores. Tanto es así que Asaja Castilla y León ha lanzado su campaña en redes sociales (en concreto en Facebook, Twitter e Instagram) para pedir a los consumidores que apoyen al sector agroganadero de la Comunidad y del resto del país solicitando en sus puntos de venta habituales leche y productos lácteos que identifiquen correctamente la leyenda: ‘Origen España’.

Y es que Asaja considera que «ya no hay excusas para que en todos los establecimientos tanto los tetra Brik como los productos lácteos (quesos, yogures y mantequillas, entre otros) destaquen de forma visible de dónde procede la leche», aseguró la organización.

«Esta identificación del origen de los alimentos es una reivindicación constante de Asaja, que considera que este etiquetado es esencial para que el consumidor tenga garantías de comprar producto de proximidad, nacional y con todas las garantías de calidad». Además, la organización reclama que este etiquetado «se extienda a otros productos, como la carne, la miel, las legumbres, las patatas… ya que en muchos casos la industria y la distribución optan por un etiquetado confuso que induce al error sobre el origen de los alimentos».

CONTROLES

Además, Asaja «confía» en que las autoridades competentes, en este caso la Junta de Castilla y León, «controle debidamente la inspección de alimentos, determinando los incumplimientos de esta importante norma que protege al sector lácteo nacional, y establezca en su caso las correspondientes sanciones».

Asaja apeló también a la «sensibilidad de los consumidores», y les recordó que con su compra pueden apoyar «a las familias ganaderas y con ello contribuir a mantener la población y el territorio de Castilla y León».

El presiente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, elogió en el momento de la entrada en vigor de la normativa que todos los productos lácteos pasen a identificarse «claramente», aunque recordó que su organización ha pedido que esta obligatoriedad en el etiquetado se haga extensible a todos los productos alimenticios, al entender que es «esencial» identificar su procedencia de los bienes de consumo para que el cliente pueda elegir.

Por su parte el coordinador de UCCL en Castilla y León, Jesús Manuel González Palacín, valoró que es «positivo» que se conozca el origen de los productos, algo que constituye «una reivindicación histórica» en la que hay que «avanzar», pero no sólo en el caso de la leche, sino también de todos los productos.

«El consumidor tiene derecho a conocer dónde está producido y bajo qué parámetros de calidad, porque no hay las mismas normas en todos los países», dijo en declaraciones que recogió Ical. A su juicio, se trata de una información que tiene que figurar «clarísima» ya que, de lo contrario, se trata de «un fraude».

En la misma línea se expresó Aurelio Pérez desde la Alianza Upa-Coag. Subrayó la importancia de disponer de un etiquetado «claro», no sólo en el caso de la leche, sino de todos los productos en general. Sin embargo, a su juicio el etiquetado «se queda corto» porque es «generalista y no alcanza los objetivos y planteamientos» del sector al ser «muy simple».

En virtud del Real Decreto en vigor, debe indicarse en el etiquetado el origen de la leche utilizada como ingrediente que represente un porcentaje superior al 50%, expresado en peso, respecto al total de ingredientes utilizados.

Las etiquetas de estos productos tendrán que incluir, por un lado, el ‘país de ordeño’; por otro, el ‘país de transformación’, o lugar donde la leche ha sido transformada, y en caso de que los dos lugares coincidan, se indicará el lugar tras la mención ‘Origen de la leche: (lugar donde la leche ha sido ordeñada y transformada)’.

El lugar de ordeño y el lugar de transformación se indicarán mediante referencia a una de estas zonas geográficas: Estado miembro o terceros países; o bien ‘UE’ o ‘fuera de la UE’ o ‘UE y fuera de la UE’; o bien ‘España’, siempre que el país de ordeño o de transformación sea exclusivamente España, no pudiendo sustituirse por la expresión ‘UE’.