SECTOR
La «asfixia» del sector cunícola
UPA asegura que el Ministerio «no puede dar la callada como respuesta» y exige un «plan de salvación»/ La organización denuncia pérdidas importantes que provocan «problemas serios» en los productores para dar de comer a sus animales
E s un sector especialmente vulnerable en este momento, ya que acumula, según el responsable de ganadería de UPA, Román Santalla, treinta meses de pérdidas. Los cunicultores están «asfixiados» y afrontan un futuro incierto, como denuncia María Jesús Martín, productora de Nieva (Segovia), municipio situado a 32 kilómetros de la capital.
Esta ganadera, de 47 años, lleva dieciséis en el sector. Su granja tenía mil madres, que se han visto reducidas actualmente a 700, después de cerrar una nave. Las circunstancias y, especialmente, la comunicación del matadero que desde el mes de mayo le ha dejado de recoger, ha provocado en su caso una situación insólita y de total incertidumbre. Aún hoy, después de contactar con otro matadero, María Jesús no tiene claro qué es lo que va a pasar. « No se si podré continuar o tendré que matarlo todo», afirma consternada.
Esta ganadera constata como los productores independientes están siendo castigados, primero por los precios, y después también por el control de grandes mataderos que operan en el sector. María Jesús lamenta que años atrás apostara por la dimensión, «tal cual me pidieron», y ahora la hayan «dejado tirada».
Según los datos de UPA, el precio medio del conejo está en 1, 40-euros/Kg vivo, frente a los costes de producción que se sitúan de media entre 1,80-1,85 euros. Unos datos que confirman unas pérdidas que la organización cifra en 50 millones de euros en los últimos dos años y medio.
La situación es realmente «delicada» para muchos cunicultores, entre ellos los de Castilla y León. «Hay gente que no enciende las luces ni los ventiladores, y lo que es peor, no puede dar de comer a sus animales». Así lo expresa María Jesús Martín, miembro de la Ejecutiva de UPA Segovia, que reclama una subida de precios para evitar el cierre de explotaciones.
En este contexto, la organización asegura que el Ministerio «no puede dar la callada como respuesta» y le insta a actuar. Santalla confía en que haya una reunión con responsables del Magrama en breve, «quizás la próxima semana».
UPA mantiene que el sector está «descapitalizado» y con problemas «graves» en términos económicos. «No entendemos cómo el mercado puede estar treinta meses sin cubrir costes».
En cuanto a la integración, Santalla prefiere no entrar en si ésta es «mala o buena». Lo que no admite es que ese modelo sea la «herramienta» en estos momentos para «impedir que los precios se recuperen». En este sentido, denuncia una estrategia de mataderos y distribución para «ahogar» a los ganaderos independientes. «Interesan granjas nuevas», denuncian desde el sector.
El censo de conejas en España se eleva al millón, siendo Cataluña la primera en el ranking por comunidades autónomas, seguida de Galicia y Castilla y León, con el 17 y al 16% respectivamente del censo nacional. Según datos de UPA, el sector genera 20.000 puestos de trabajo en las más de tres mil granjas que hay diseminadas por todo el país, de ellas cerca de 300 están en Castilla y León.
El sector cunícola afronta duros momentos y, por eso, desde esta organización agraria exigen la puesta en marcha de un «plan de salvación» de forma «urgente». Ya se están dando ayudas al sector en comunidades como Cataluña, Galicia o Valencia, según UPA, que «no son suficientes». Un Plan que pasaría por medidas como la moratoria y aplazamiento de los créditos, la financiación y refinanciación de la deuda, entre otros aspectos.
De no modificarse el escenario actual, parece evidente que muchas explotaciones estarán abocadas al cierre, según los propios cunicultores. Son los jóvenes y los que han apostado por modernizarse precisamente los que se encuentran actualmente en una situación más comprometida.
María Jesús Martín insiste en este caso en reivindicar un «precio», ya que, a su juicio, recibir ayudas y financiación a mayores supondría únicamente «más deudas con el banco». «Tiene que pagarse lo que toca, el precio del mercado no se corresponde con el que se paga en la granja», asevera.
De esta forma, el sector aboga por «recuperar el consumo» y definir un Plan de futuro. UPA pide que no se otorguen subvenciones para nuevas explotaciones e incluso habla de cierre planificados de granjas. Y es que denuncian una situación «al límite».
El responsable de ganadería de la organización se refería asimismo a un «plan de reestructuración» y de jubilaciones anticipadas.. «No se pueden hacer nuevas granjas si no hay acuerdos estables» para el productor. Castilla y León cuenta con granjas muy dimensionadas y profesionalizadas.