BURGOS
La recogida de plásticos ensilados en Burgos se duplica en seis meses
El Ayuntamiento de Valle de Mena lo puso en marcha en enero con la empresa Zorroza en una veintena de granjas interesadas / Hoy ya son cerca de 40, también de fuera del valle
El proyecto piloto de recogida de plásticos ganaderos -conocidos como envoltorios de ensilado-, iniciado a finales del pasado 2015 por el Ayuntamiento de Valle de Mena, se ha convertido en una apuesta de posible expansión por el resto de la provincia burgalesa.
Si bien comenzó en enero con la recogida en apenas una veintena de granjas -tras el acuerdo logrado entre sus dueños y el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento menés-, «en la actualidad son cerca de 40 las que reciben este servicio», explican desde Zorroza -la empresa vasca encargada de la recogida-, Imanol Zorroza y Ana Cerrillo, gerente y responsable de Logística, respectivamente.
«Y no sólo de Valle de Mena sino también de otras localidades cercanas, ya que tal y como nos explican desde el Consistorio, otras localidades se están interesando en que se pase también por sus municipios», comentan.
más de 50 toneladas
Entre ellas, la zona de Valdebezana, Espinosa de los Monteros y Montija, «de donde se han interesado municipios pero también particulares», explica el concejal de Medio Ambiente del Consistorio menés, David Sáinz-Aja, impulsor del proyecto.
Recogida que en el mes de enero alcanzó los 3.500 kilos, y superó los 8.000 en el mes de marzo, «dando lugar en estos primeros seis meses a 32,710 toneladas de plásticos ganaderos y 19,480 de agrícolas las ya recogidas», concreta la responsable de Logística.
Material que, como añade, se lleva a la planta que la empresa vasca tiene en la localidad alavesa de Murga para su tratamiento, y su posterior envío a diferentes fábricas del país, donde estos plásticos son empleados en otros procesos productivos.
Si bien comenzó su andadura hace años en varias provincias del País Vasco, «con la iniciativa de Valle de Mena estamos introduciéndonos también en Castilla y León», explicó Zorroza.
Sáinz-Aja, quien hace un balance muy positivo del servicio y agradece la buena respuesta de los profesionales del campo, recuerda que la propuesta se trasladó también al Consorcio Provincial de Residuos, organismo vinculado a la Diputación de Burgos. «Nos reunimos con ellos a finales del pasado año para explicarles en qué consistía todo el proceso, pero decidieron esperar a ver los primeros resultados», recuerda.
invitación a participar
El gran éxito de participación de los ganaderos y agricultores
-«quienes se implicaron desde el primer momento en una iniciativa de gran ayuda para ellos», reitera el concejal-, terminó de convencer al Consorcio. De hecho, éste es quien ha gestionado ya las últimas recogidas, también coordinadas con Zorroza, «y con la previsión -nos comentaron- de extenderlo en un futuro al resto de municipios de la provincia».
El Consistorio se solicitó por carta colaboración a más de 60 ganaderos del municipio, ubicados en los más de 100 núcleos de población que se engloban bajo el Consistorio de Villasana de Mena y sus 43 entidades locales menores.
Si bien apenas fueron 7 los que decidieron participar inicialmente, el número fue aumentando poco a poco. Y es que los objetivos fueron claros desde el momento en que comenzó a retomarse la idea. El primero de ellos, el cuidado del medio natural de la zona, «ya que estos plásticos aparecían por cualquier lado o se quemaban de cualquier manera, con el peligro que eso suponía», explica el responsable municipal.
El segundo, retomar una idea que años atrás ya habían iniciado varios ganaderos de la zona, «pero que abandonaron poco tiempo después por el alto coste que les suponía hacerlo ellos solos», argumentaba.
Y más en un entorno como éste, eminentemente ganadero, donde el uso de estos materiales es algo habitual, «ya que lo utilizan principalmente para empacar pero también para evitar que el forraje o el cereal tras las cosechas se moje». Por ello, y conscientes de la importancia del sector primario en la comarca, el área que preside Sáinz-Aja propuso aunar ambos fines, a la par que ofrecer a los dueños de las granjas ayuda «para hacer las cosas bien», comentó.
«En lugar de seguir haciéndolas de cualquier manera y arriesgarse a las fuertes multas con que estas prácticas están penadas por la ley actualmente», añade el concejal. «A lo que se suma que éste no deja de ser un servicio municipal más».