BURGOS
Bureba y Ribera protagonizan los campos de ensayo de Caja Rural
Cerca de 200 agricultores burgaleses conocieron de la mano de Fundación Caja Rural, los resultados de las investigaciones del Itacyl en sus campos ubicados en Zael y Cerratón de Juarros
La Fundación Caja Rural volvió a facilitar a los agricultores la posibilidad de ir más allá de la teoría, y comprobar personalmente los avances que las investigaciones sobre el mundo del cereal traen consigo. Así, la doble cita fue durante los pasados días 21 y 22, en que cerca de 200 agricultores, llegados de diversos puntos de la provincia, pudieron comprobar in situ los resultados de dichas investigaciones, con la visita a los dos campos de ensayo que el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) tiene en la provincia burgalesa.
En concreto, en las localidades de Cerratón de Juarros y Zael, en el entorno de las comarcas de la Bureba y de Ribera respectivamente, en las que los técnicos de este organismo regional realizan sus investigaciones. Con especial interés en los resultados que alcanzan las nuevas variedades de semilla que año tras año aparecen en el mercado.
Elegir este año los campos de ensayo del Itacyl fue una de las novedades del programa de visitas que, desde Fundación Caja Rural, se realiza desde hace tiempo. «Lo que nos ha permitido, esta vez, comparar resultados en dos zonas completamente distintas, algo que antes no podíamos hacer por estar todos los campos que visitábamos prácticamente en la misma comarca», explica el gerente de Fundación Caja Rural, Germán Martínez.
Así, la primera de las visitas fue durante el pasado martes a Cerratón de Juarros, zona caracterizada por contar con suelos muy ricos en materia orgánica, «y con un clima en el que las precipitaciones están muy por encima de la medida regional», destacaron durante la charla previa a la visita Teodoro Vicente y Eduardo Aguado, ambos técnicos del Itacyl.
Ya en los campos de ensayo, configurado por diferentes parcelas de 12 metros cuadrados, los visitantes pudieron comprobar los resultados logrados tras experimentar con semillas de cebada híbrida y de trigo blando de invierno y duro, tratadas algunas de éstas últimas con fungicidas y otra de ellas sin tratamiento.
TAMBIÉN EN LA RIBERA
El miércoles la cita fue en los campos ribereños de Zael, con suelos más pobres en materia orgánica y con precipitaciones inferiores a la media regional, donde las pruebas giraron en torno al trigo blando de invierno, la cebada de invierno y el centeno híbrido.
Tanto Martínez como el responsable agrario de la Fundación, Javier Leal, destacaron que la finalidad de las investigaciones realizadas por Itacyl, «no es tanto lograr mayor producción -que también-, como comprobar los resultados en calidad, en resistencia a las enfermedades, en reducción del tiempo de exposición a las inclemencias climáticas o de mayor respeto al medio ambiente, entre otras pautas a analizar», afirmó Leal.
Labor a la que se suma «la de comprobar si se cumplen los parámetros exigidos por ley para que una semilla pueda ser considerada de interés para ser incorporada al mercado», comentó a su vez, el responsable del Plan de Investigación Agraria del Itacyl, Gabriel Villamayor.
Destacó por ello, la posibilidad que desde Fundación Caja Rural se da a los agricultores de conocer in situ, los resultados alcanzados tras años de investigación, «ya que pueden comprobar cómo se comporta un grano o semilla de una variedad concreta en tierras similares a las suyas, las explicaciones que reciben se suman a lo que ellos pueden comprobar».
Recordó que desde el Itacyl trabajan con la Oficina Española de Variedades Vegetales, en la tarea de evaluación de nuevas variedades de cereales, «en unos casos ya registradas y otras pendientes de su registro, siendo una media de 30 las que analizamos anualmente», cifraba. Labor experimental que, en Burgos concretamente, está integrada por ensayos de cebada de otoño, trigo blando y duro, y centeno híbrido. «Así como maíz y colza, con la previsión de incluir en breve al girasol».
Trabajo que se suma a la red de ensayos que el grupo Genvce (Grupo para la evaluación de Nuevas Variedades de Cultivos Extensivos) desarrolla a nivel nacional, «Circunstancia que hace que, en la actualidad, contemos con campos de ensayo en todas las provincias de Castilla y León -excepto en Segovia por sus suelos poco homogéneos-, y en 10 regiones más».