Diario de Valladolid

AGRICULTURA

Cosecha en Tierra de Pinares

Baldomero y Jorge Puente han sacado ya las máquinas al campo en una campaña con rendimientos por encima de lo normal / Padre e hijo, agricultores de Fresno El Viejo (Valladolid), lamentan la falta de tierras y apuestan por aumentar la productividad

Baldomero y Jorge, padre e hijo, en plenas labores de cosecha en su explotación de Fresno El Viejo-M. C.

Baldomero y Jorge, padre e hijo, en plenas labores de cosecha en su explotación de Fresno El Viejo-M. C.

Publicado por
Marisol Calleja

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Baldomero y Jorge Puente, padre e hijo, son un claro ejemplo del relevo en el campo favorecido por la crisis económica. Agricultores de Fresno El Viejo (Valladolid), municipio en el que tienen parte de sus tierras, gestionan una explotación de 150 hectáreas de secano en la comarca de Pinares.

Baldomero cumplirá 64 años en agosto, de ellos, más de cincuenta los ha pasado subido a un tractor. A los 11 segó por primera vez, aunque no fue hasta cinco años después cuando se incorporó definitivamente a la agricultura. La campaña de 2017 será la última antes de jubilarse y dejar la explotación definitivamente en manos de su hijo menor.

Jorge tiene 39 años y cinco por delante vinculado a un sector, el agrario, que «ha mamado» desde que tiene uso de razón, aunque su trayectoria profesional se alejó inicialmente del campo. La crisis le ha devuelto al sector primario al que llegó oficialmente en 2014, cuando formalizó su expediente de incorporación.

De cara al futuro se plantea continuar con la actividad agraria y «hacerla más productiva», lo que obliga a eliminar costes. Un elemento que considera clave para ganar en competitividad.

Es tiempo de cosecha y la familia Puente ya ha comenzado a segar sus tierras. Se suele decir que la campaña arranca antes en los malos tiempos. No es el caso de este año. De forma general se esperan rendimientos superiores a las medias. Así lo constata Jorge tras sacar la cosechadora al campo.

En su caso particular realizan una sementera temprana y siembran una variedad de cebada que les hace cosechar algo más temprano que el resto. Condiciones que les permite también hacer labores para terceros en las próximas semanas.

Los primeros datos apuntan buenas maneras. La diferencia es «abismal», como ratifica Jorge. Están sacando medias de 4.000 kilos por hectárea frente a los menos de 2.000 de la campaña pasada. Eso sí, Baldomero, más veterano, se muestra prudente y advierte que la cosecha será «desigual» en Castilla y León. De esta forma, afirma, habrá tierras «muy buenas», y otras en las que los herbicidas no han funcionado y la «hierba se ha comido a la cebada», además de los ataques de los hongos. Los trigos se han visto más afectados por las condiciones meteorológicas.

Estos agricultores vallisoletanos están acostumbrados a la rotación y diversificación de cultivos, por eso, la nueva PAC no ha supuesto para ellos grandes cambios. Una labor junto al manejo de la explotación al que conceden una importancia vital a la hora de mantener una tierras «saneadas».

La realidad es que las cosechadoras están ya en marcha y saldrán al campo de forma generalizada en toda la comunidad autónoma en las próximas semanas ,con unas previsiones optimistas que contrastan con la situación del mercado. Hecho que denuncian padre e hijo desde Fresno El Viejo. «Ahora no hay precio», mantienen estos productores que insisten en que con las producciones habituales «no se cubren costes», debido a los precios de los insumos.

Baldomero lamenta, por otra parte, que los que realmente viven de la agricultura sean «los que no son agricultores». En este sentido, pone de manifiesto lo que considera junto a su hijo el problema fundamental de cara al relevo en el campo: «la falta de tierras». Así lo cree Jorge que apuesta por que sus dueños las vendan o arrienden a «precios adecuados a las producciones y rendimientos de esas tierras», algo que no está ocurriendo ahora. «Ha subido mucho el precio, de los 3.000 euros la hectárea se ha pasado a los 6.000 o 15.000 en algún caso para hacer viñedo», lo que consideran una barbaridad.

De esta forma, tienen claro que la incorporación al sector agrario se hace más complicada, especialmente si aquellos agricultores que se jubilan «no sueltan las tierras».

El campo ha evolucionado mucho desde que Baldomero se incorporó al sector, por eso, este veterano apuesta por el «sentido común» a la hora de llevar una explotación, es decir, «vivir de tu empresa y no al contrario», en relación a las inversiones que se realizan en maquinaria y que obligan al agricultor a destinar buena parte de lo que gana a amortizar el material adquirido.

Baldomero tiene claro que parar vivir de la agricultura actualmente se tiene que ir a explotaciones grandes. «Las de ahora se están quedando pequeñas y cargadas de maquinaria», asevera.

Padre e hijo viven de un sector que lucha por ser rentable y miran al futuro, en el caso de Jorge, adaptándose a los nuevos tiempos y apostando por la agricultura de precisión que han introducido en el manejo de las parcelas. Todo ello, para «economizar» y ahorrar en tiempo, combustible, semilla o herbicida, elementos primordiales a la hora de hacer frente a los costes de cada campaña.

Jorge acaba de cobrar la PAC de 2015. Unas ayudas sin las que, según su padre, «no se podría producir y se abandonaría el campo» en estos momentos. «Una hectárea te lleva 400 kilos de abono y los precios no permiten márgenes». La campaña de este año viene bien, aunque como el resto de los agricultores saben que en el campo las cuentas se hacen a cinco años vista. No dejarán por tanto de mirar al cielo.

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