Diario de Valladolid

ENTREVISTA A PABLO PUERTA, PRESIDENTE DE AIMCRA Y DIRECTOR DE OPERACIONES DE AZUCARERA

«Nuestra prioridad es que el agricultor español sea el más competitivo de Europa»

-J. M. LOSTAU

-J. M. LOSTAU

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Marisol Calleja

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Pertenece a la tercera generación vinculada a la industria azucarera. Pablo Puerta (Teruel, 1.962) preside la Asociación de Investigación para la Mejora del Cultivo de la Remolacha Azucarera, AIMCRA. Y lo hace convencido del futuro del cultivo que basa en la «profesionalidad» de sus agricultores y en «los mejores profesionales de la industria de Europa». Puerta ve con optimismo el fin de las cuotas y aboga por una mayor eficiencia y sostenibilidad del sector.

Pregunta.- Estamos en una campaña atípica debido a la meteorología. ¿Es rentable sembrar remolacha a finales de mayo o incluso junio?

Respuesta.- Entendemos que sí. La remolacha es un cultivo estable, rentable y seguro. Estimamos que ante dos situaciones de riego diferentes, con unos costes para unos rendimientos normales y teniendo en cuenta las ayudas, que son de 850 euros por hectáreas, queda un margen neto entre 1.250 y 1.450 euros por hectárea. Hay que destacar el importante montante de ayudas que tiene el cultivo, lo que hace que un agricultor prácticamente con cubrir los costes tenga garantizado los 850 euros por hectárea, lo que no tiene ningún cultivo hoy en día. Además, sembrar en este momento conlleva una reducción de esos costes porque riegas menos y disminuye la aplicación de herbicidas, elementos que hay que considerar también.

P.- Se podría decir que en la ventaja de las ayudas está también la desventaja. El agricultor sitúa al cultivo al borde de la rentabilidad, va a necesitar ayudas durante mucho tiempo.

R.- Pondría un ejemplo que ilustra mucho. El maíz tiene unos 600 euros de margen por hectárea sin ayudas. En el caso de la remolacha sembrada en mayo-junio, hablaríamos de entre 400-600 euros de margen, los tendríamos considerando rendimientos muy conservadores y poniendo unos costes que, en ningún caso, se darían sembrando en esta época, por lo que hay posibilidad de ahorro. O el caso del girasol que aún tiene menos margen.

P.- Los agricultores de Castilla y León son los más productivos y también los que tienen mayores costes energéticos. ¿Cómo se garantiza la rentabilidad del cultivo?

R.- Castilla y León tiene los mejores rendimientos, sin duda, es una de las mejores del mundo. Si no recuerdo mal, del orden de 112 toneladas por hectárea vamos a tener en esta campaña pasada. Pero, es verdad, la mayor desventaja frente a un agricultor europeo es el coste del riego, y en concreto de la energía. El 30% del coste de producción de la remolacha es el riego ahora mismo. Tenemos muchas oportunidades de hacer que eso no sea así. Podemos tener eficiencia y contamos con el sol, así que todo son oportunidades, aunque es verdad que hay poco tiempo y tenemos que poner en marcha muchas cosas para llevar a nuestros agricultores a la cabecera de Europa.

R.- ¿Qué actuaciones prevé AIMCRA para ser competitivos?

R.- Tratar de concienciar al agricultor en un análisis de costes dónde tiene que apuntar sus economías de escala: en eficiencia del riego y coste energético.

P.- Hablamos de procesos no demasiado complejos en infraestructura y en coste que podría conllevar una reducción de costes importante...

R.- La verdad es que son pequeñas cosas que no conllevan inversiones importantes, es mejorar o corregir lo que está ya instalado, como puede ser un mantenimiento de la instalación, algo que es lógico. Esto puede suponer hasta un 60% de ahorro en el riego. Una parte importante del ahorro es simplemente por contratar bien la energía.

P.- En este sentido ¿hay falta de información o engaño de las eléctricas?

R.- No creo que sea un engaño de las eléctricas, hoy en día el agricultor debe preocuparse e informarse de una oferta amplia, hay desconocimiento.

P.- ¿Hablamos entonces de una mayor profesionalización en la gestión de la explotación?

R.- Totalmente. El régimen tarifario es muy complejo. El agricultor es muy profesional en el cultivo, es el mejor, pero tiene falta de conocimiento, porque no es sencillo, para analizar donde está el potencial de mejora. En riego hemos visto como se puede pasar de consumir 900 euros por hectárea a 300 euros. Somos consciente de que el cultivo no se puede soportar con ayudas, hay que hacerlo competitivo y sostenible en base a este tipo de cosas de las que estamos hablando. Nuestro objetivo de rendimiento es llegar a 125 toneladas en el norte. El sector lógicamente peleará por las ayudas, pero haciendo los deberes deberíamos de alcanzar la competitividad que estamos buscando. Hay que hacer ahora este recorrido hasta 2020 y ser competitivos.

P.- ¿Temen una bajada de superficie de remolacha en Castilla y León?

R.- Es más que previsible una reducción de superficie sobre lo esperado por las condiciones actuales. Estábamos pensado en condiciones normales estar en torno a las 22.000 hectáreas este año en el norte. Hoy no lo vemos debido a las circunstancias adversas climatológicas. Hay que pensar que estemos sobre las 20.000 hectáreas. España tiene oportunidades ya que la cuota de producción de azúcar está por debajo del consumo. Hemos fijado, en el caso de Azucarera, una expectativa de cara al 2020 de en torno a 650.000 toneladas de azúcar mercado nacional, y la mejor materia prima es la remolacha que es por la que apostamos. Nos vamos a dejar la piel por hacer que el agricultor incremente su rentabilidad, es una prioridad. Y nos centramos ahora en los temas energéticos y en cómo hacer que el agricultor español sea el más competitivo de Europa. El objetivo es que el agricultor sea el más competitivo de Europa.

P.- Entonces, ¿El escenario sin cuotas es una oportunidad?

R.- Totalmente. Hay que dar la vuelta a la adversidad por la oportunidad. España tiene un Acuerdo Marco Interprofesional que regula las reglas del juego hasta 2020 que no tiene nadie. Estamos convencidos que hemos acertado, además de tener una climatología que no tiene Europa. Tenemos dos campañas y posibilidades de que la duración de la campaña sea 180-200 días, algo que en Alemania no es factible, hay que aprovechar las ventajas y hacer que los cultivadores sean los mejores y estén bien asesorados. Y hacerlo rápido.

P.- El contexto mundial del azúcar se mueve en precios bajos y existencias elevadas.

R.- La situación de los stocks en Europa ha cambiado bastante, no hay tanto excedente. Sí es verdad que hay existencias de azúcar de no cuota que saldrán al mercado cuando las cuotas desaparezcan. Ha habido un pequeño repunte de precios en los últimos meses que sabemos que en 2017 van a caer, y que nos permite darnos un aire en este periodo. En Azucarera estamos trabajando en la reducción de costes, optimización de nuestras instalaciones y plantillas y haciendo un esfuerzo para ser competitivo. Tenemos los mejores profesionales de la industria de Europa e instalaciones con posibilidades de duplicar la producción de azúcar.

P.- ¿Apuesta claramente por su futuro?

R.- Creo que el futuro está aquí, en la remolacha azucarera en España.

P.- Algunas organizaciones expresan sus dudas sobre el futuro de algunas fábricas en la región, ¿Creen que hay motivos?

R.- Hoy por hoy, mantenemos la distribución de fábricas en nuestra geografía y contamos con ella. El futuro nos lo planteamos así. Eso no quiere decir que si llegara el momento, y como se contempla en el AMI, la contratación en un área no permitiera la puesta en marcha de esa fábrica, no se haría. Pero, estamos invirtiendo del orden de 16-20 millones anuales en nuestros centros y todos son rentables, son fábricas por la que apostamos. El reto en 2020 es llegar a 35.000 hectáreas de superficie.

P.- ¿Qué retos se plantea AIMCRA de cara ya a la próxima campaña?

R.- Hay que trabajar en incrementar la rentabilidad de los agricultores teniendo en cuenta las diferentes zonas así como las distintas problemáticas. Un tema es la energía, y potenciar también la calidad tecnológica de la remolacha, es decir, enfocar el precio de la remolacha más al valor tecnológico que a la polarización. Y seguir en la línea de las nuevas tecnologías. Esperamos también que la administración nos acompañe en este recorrido, es clave.

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