Un secano «excepcionalmente bueno»
El último Boletín de predicción de cosecha en Castilla y León elaborado por el Itacyl y la AEMT es «optimista» en relación a los rendimientos, tanto para trigo como para cebada / Se apuntan datos que se podrían acercar a los «históricos» de 2008
S e dice que nunca llueve a gusto de todos, y esa es una realidad que se puede aplicar estrictamente a esta campaña agrícola. Las previsiones son «optimistas» en el secano de Castilla y León, mientras los cultivos de verano se han visto gravemente afectados por las lluvias. Los retrasos en las siembras de remolacha, patata, maíz o girasol pueden traducirse en una merma de rendimientos que afectará de forma directa al bolsillo del agricultor. Es por ello que en provincias como León ya se ha pedido la ‘declaración de zona catastrófica o de excepcional actuación’ por parte de los regantes.
En este contexto contradictorio, el desarrollo de los cultivos en secano «sigue siendo excepcionalmente bueno» en la Comunidad, según se refleja en el último boletín de predicción de cosecha en Castilla y León, elaborado por el Itacyl y la Agencia Estatal de Metorología. Incluso, las estimaciones apuntan a una mejora generalizada en la primera quincena de mayo, «especialmente visible en el oeste y suroeste» de la Comunidad, debido a las lluvias. Un agua que ha provocado que el rendimiento de los cultivos «se vea incrementado» con respecto al informe emitido el pasado tres de mayo. Y que se apunte a unos datos en 2016 cercanos a los «históricos» de hace ocho años.
El boletín incluye un resumen agroclimático detallado en el que se hace referencia a las precipitaciones caídas en Castilla y León este mes. Precipitaciones que, según estos datos, han superado los 50 litros por metro cuadrado en la provincia de León, el oeste de Zamora, suroeste de Salamanca y Ávila en la primera quincena.
En el informe se detalla igualmente la diferencia con el nordeste de Burgos y sureste de Soria, donde apenas se ha llegado a los 15 litros/ m2, «lo que supone aproximadamente una cuarta parte del valor habitual del mes de mayo en estas zonas».
El boletín, de carácter quincenal, informa a los agricultores y responsables del sector sobre el rendimiento esperado a final de campaña de determinados cultivos de secano en Castilla y León. El modelo utilizado para su diseño permite, según la Junta, obtener unos resultados con el que comparar la evolución del cultivo en la campaña actual con la simulación de los últimos treinta años.
Según este sistema, la última simulación para la cebada sitúa el rendimiento de ésta un 24% por encima de la media simulada de ese periodo. Si nos atenemos a los datos del conjunto de Castilla y León, la cifra se acercaría a los 3.542 kg / hectárea.
El informe recoge la principal variación en las provincias de Valladolid y Zamora, ambas con un rendimiento un 31% por encima de la media de los últimos treinta años. Burgos es por el contrario la provincia con una menor variación, aunque presenta el máximo rendimiento simulado en valor absoluto con 3.833 Kg/ hectáreas, frente a los 2.903 de León.
Si nos ocupamos del trigo, y según la información presentada en el último boletín de predicción de la cosecha, las lluvias han sido «determinantes» para asegurar una buena cosecha «en términos generales». Incluso se recoge la posibilidad de que el próximo mes de junio fuera moderadamente seco, lo que en principio no alteraría las buenas perspectivas iniciales.
Según la última simulación realizada, todas las provincias tienen un rendimiento por encima de la media de los últimos treinta años. De nuevo es Valladolid donde se observa una variación del 30% con un rendimiento de 4.065 kg /hectárea. Burgos sigue siendo la provincia con más rendimiento de toda la Comunidad con 4.433 Kg/ hectárea, mientras que Ávila, Segovia, Segovia y Zamora están un 27% por encima de la media simulada en los últimos treinta años.
El secano evoluciona bien pendiente todavía de la sanidad de los cereales. Y así lo advierten desde el ITAGRA. Manuel Calvo, de la Unidad de Agronomía, pone de manifiesto los síntomas de enfermedades fúngicas como septoria, helminthosporiosis, rincosporiosis y la tan temida roya amarilla detectada ya en las parcelas. Hay que tener en cuenta que el incremento de las temperaturas favorecerá su proliferación, como advierten desde el Centro Tecnológico Agrario y Agroalimentario.
Respecto a la roya, desde el ITAGRA se está trabajando con la mayoría de los centros de investigación del país y las principales empresas obtentoras de semilla «para tratar de conocer las cepas o patotipos del hongo que se establecen en nuestras regiones y con ello intentar encontrar soluciones transversales que atajen el problema de raíz en los próximos años». Hay que recordar que en algunos casos no se ha podido entrar en las parcelas por la meteorología.