Grupo AN, seguridad comercial con una base profesional
El reto es «crecer e innovar» para defender mejor los derechos de los agricultores /Hay treinta cooperativas socias en Castilla y León, con una producción de 400.000 toneladas de cereal
El grupo AN es una cooperativa de cooperativas. «Estamos donde estén nuestros socios». Así lo explica Fernando Beroiz, director de comunicación, que destaca el valor de una empresa centenaria que sigue creciendo cada año.
Con una facturación de más de 775 millones de euros en el último ejercicio, el Grupo AN es la primera cooperativa cerealista de España con una comercialización de 1, 3 millones de toneladas anuales. También es uno de los cinco primeros operadores avícolas con 160.000 pollos diarios y un referente en innovación. Comercializa porcino de capa blanca, produce frutas y verduras, además de otros suministros y servicios.
Todo ello, bajo la consigna de la «seguridad comercial». Esa es la base del trabajo de un Grupo integrado por 157 socios, entre cooperativas de primer y segundo grado y sociedades limitadas, distribuidos en ocho comunidades autónomas, y con una importante presencia en Castilla y León.
AN cuenta con 30 cooperativas socias repartidas en las nueve provincias de la Comunidad que representan a más de seis mil agricultores, con una producción de 400.000 toneladas de cereal ( trigo, cebada, maíz, avena, oleaginosas y otras). En avicultura, hay 32 granjas integradas con 13 millones de plazas en 80.000 metros cuadrados construidos en Ávila (8), Burgos (6), Salamanca (1), Segovia (11), Soria (5) y Valladolid (1). Sin olvidar las once gasolineras en la red de AN abiertas al público en la Comunidad.
La dimensión del Grupo trasciende lo económico y busca también una proyección social en defensa de los derechos del socio con el que se reparten cada año los beneficios. «Crecer e innovar» son dos de los retos a corto y medio plazo que pone sobre la mesa Beroiz, en un contexto cooperativo «profesional» para lograr una fortaleza que «permita negociar en términos de igualdad con el posible cliente». «Negociar mejor supone posicionarse mejor en el mercado», y eso también implica que «las estructuras se amortizan mejor», aseguran.
En este sentido, se defiende el derechos de los socios a un precio y a dar valor a su producto. Un valor que muchas veces llega de la mano de la innovación por la que apuestan como un producto «diferenciado». Ese es el camino elegido por este Grupo de dimensión nacional
Conscientes de la volatilidad de los mercados, AN apuesta además por «tener tamaño» para ser «considerado» al menos como interlocutor en los procesos de comercialización y venta. Algo que, a veces, «no es sencillo». Y es que la dimensión de las cooperativas españolas sigue estando a años luz de las europeas con facturaciones que superan los 10.000 millones de euros en algún caso.
AN ha sido reconocida recientemente como Entidad Asociativa Prioritaria Nacional. Un «instrumento eficaz», según el Ministerio de Agricultura, que facilita el acceso a los fondos nacionales o de las comunidades autónomas previstos para el fomento de la integración asociativa. Este es el tercer reconocimiento de este tipo formalizado (antes Ovispain y DCOOP) por el Magrama.
La Ley prioriza también ayudas públicas del sector para los socios de estas Entidades Prioritarias como AN. En este caso, los beneficiarios serán los socios de las 26 cooperativas que en Castilla y León forman parte del Grupo y además han querido comprometerse y cambiar sus Estatutos, como establece la normativa nacional para ser reconocidos como tal. Cuatro de esas sociedades se han quedado fuera voluntariamente.
El Grupo AN nace en 1.910 y hasta los años ochenta no sale de Navarra. Su objetivo es el «riesgo cero» para el agricultor. Lejos de la pérdida de identidad a la que aluden muchas sociedades a la hora de plantearse esa integración y colaboración, la empresa insiste en que el modelo que defienden ofrece «plena libertad».
De esta forma, cada cooperativa establece un compromiso anual con AN y además decide en qué secciones va a participar. Es decir, una misma sociedad puede formar parte del Grupo en una sección y no en otra actividad. Eso sí, una vez que el ‘matrimonio’ se ha formalizado «la fidelidad es al 100%», como destacan desde el departamento de comunicación. Eso quiere decir, que el socio comercializa el producto únicamente a través de ellos.
Este fue un modelo que comenzó a atraer a algunas cooperativas de Valladolid y Segovia en los años ochenta, según explican desde el Grupo, que decidieron finalmente formar parte de AN, siempre con la libertad para renovar o no el contrato anual. Elemento al que hay que unir la «seguridad del cobro», debido al «control interno de las ventas», evitando el cliente ‘de riesgo, y la garantía de salida de la mercancía y que pone sobre la mesa Beroiz como un valor de una sociedad que integra además un fondo de solidaridad.
EL Grupo AN es el ejemplo de un modelo cooperativo profesionalizado con dimensión para producir y comercializar a cierta escala y también para generar riqueza y empleo, en este caso más de 1.400 puestos de trabajo en España, de ellos 268 en Castilla y León. La empresa dispone de tiendas propias y en ganadería completa totalmente el ciclo, con incubadoras, genética, fábrica de piensos, y centros de procesamiento con sacrificio, entre otros servicios.
DATOS DE LA EMPRESA
NOMBRE / GRUPO AN
AÑO DE CREACIÓN / 1910
SOCIOS / 30.000 agricultores, de ellos 6.500 en Castilla y León integrados en 30 cooperativas socias
COMERCIALIZACIÓN / 1,3 millones de toneladas de cereal; frutas y hortalizas 500.000 toneladas; avícola 160.000 pollos diarios y porcino, 800 cerdos /día
FACTURACIÓN / Más de 775 millones de euros