ENTREVISTA A DONACIANO DUJO, PRESIDENTE DE ASAJA EN CASTILLA Y LEÓN
«La industria y la distribución de este país no se comprometen con el sector primario»
Preside la primera organización agraria de Castilla y León, ASAJA, cuya credibilidad defiende y pone en valor, a pesar de los problemas internos. Donaciano Dujo es agricultor, natural de Ledigos (Palencia, 1967). Apuesta por el futuro del sector agrario y pone el punto de mira en la industria y la distribución. También, en una administración que, según afirma, no ha tenido en cuenta a agricultores y ganaderos.
Pregunta.- El sector agrario sufre una crisis de precios que amenaza su rentabilidad. ¿Cómo valora su futuro?
Respuesta.- Esa crisis es la mayor preocupación de agricultores y ganaderos y, por lo tanto, de las organizaciones agrarias. Percibimos el mismo precio por lo que producimos que lo hacían nuestros padres hace treinta años, sin embargo, los costes son mayores. Por tanto, la rentabilidad es escasa o se va a pérdidas, y no se ven visos de mejora. Es cierto, sin embargo, que la situación de crisis es a nivel europeo y mundial y, también, que no es lo mismo Francia, a quien le sobra producto y nos exporta, que España, a quien le falta e importa, como ocurre con la leche. Y digo, responsables de esta situación somos todos, los agricultores por no estar unidos, las industrias, la distribución y la administración, aunque cada uno en su sitio...
P.- Quiere decir según su responsabilidad...
R.- Sí, echo la culpa a la industria agroalimentaria de este país y a la distribución. La industria se ha unido con la distribución, que tiene principalmente capital extranjero, porque ha estado cómoda. La distribución, por su parte, lo que ha hecho es atraer al consumidor con productos de primera necesidad de alimentación a precios muy baratos, para que entre y compre otros productos. Hay veces que la distribución estrangula a la industria agroalimentaria de aquí. Pasó con el caso Lauki o Fontaneda. Viene una multinacional, compra la marca, desmantela la fábrica y luego trae materia prima de fuera. La industria agroalimentaria ha espabilado poco, es poco dinámica. No hemos sabido exportar, salvo en casos honrosos como el vino. En todo caso, la administración ha permitido estas prácticas en contra del sector primario, sin tenerle en cuenta.
P.- ¿Habla de voluntad política?
R.- Totalmente. En este país no ha habido una política de apoyo a la industria agroalimentaria nunca que verdaderamente se comprometa con el sector primario, ni en España ni en Castilla y León. Creemos que los apoyos a la industria agroalimentaria están bien, pero deben tener como mínimo dos exigencias: creación de empleo y la transformación de productos de nuestra tierra.
P.- No hay que obviar la amenaza de deslocalización con enemigos que no son menores...
R.- Ante esas multinacionales deben estar las administraciones. Y es que, en muchos casos, las explotaciones no son solo eso, sino que se trata de personas que viven en un territorio y lo mantienen. Es el caso de los ganaderos de la montaña de León que están tirando su leche. Hay que valorar su trabajo.
P.- ¿Cree como dijo la administración que el fin de cuotas era una oportunidad y que la dimensión es el futuro?
R.- Castilla y León tiene las mejores explotaciones de vacuno a nivel mundial y todos tenemos nuestro espacio. En zonas de montaña no puede haber dimensión, pero hay familias compartiendo territorio que deben vivir dignamente, sino sería una vergüenza.
P.- El sector del vacuno atraviesa uno de los peores momentos. Hubo una ‘Marcha Blanca’, se han firmado acuerdos. ¿Se arrepienten del pacto suscrito en el Ministerio?
R.- No. Todo lo que hemos hecho en Asaja lo hicimos creyendo que era lo mejor que se podía hacer en cada momento. Todo ha sido positivo, aunque no haya dado el resultado esperado, como ha ocurrido con una ‘Marcha Blanca’, que volvería a hacer. No me arrepiento, aunque no haya dado los resultados previstos. Hay un cúmulo de cosas que están entorpeciendo un buen resultado, como es la existencia de un gobierno en funciones. No es lo mismo la fuerza que tenga el ejecutivo actual que el que puede tener un Gobierno con seguridad. Y vuelvo a insistir en que la industria agroalimentaria y la distribución de este país no se comprometen con el sector primario, ni con el territorio ni con España.
P.- ¿Daría una vuelta al acuerdo firmado? ¿Qué propone?
R.- Asaja propone políticas de comunidad y de Estado para defender a los ganaderos. Hemos planteado un cese anticipado en la actividad láctea, como lo ha habido muchas veces, para que no dejemos tirado a aquel ganadero que abandona la industria y al que no somos capaces de colocar su producto. Igual que al obrero al que le cierra la empresa y va al paro.
P.- A la administración no le gusta esta idea...
R.- Claro, no le gusta porque le supone dinero. Lo único que ha hecho la administración es repartir dinero de Europa o firmar papeles. Cuando las cosas están mal se arreglan con dinero, y cuando están peor, con más dinero. Hay que recordar que en 2009 la Junta puso más de seis millones de euros. También pondría en marcha el seguro de rentas del PDR para mejorar el precio a los ganaderos de Castilla y León, junto a una campaña de consumo de lácteos, identificando nuestros productos. Pretendemos salvar al máximo de ganaderos de la región.
P.- ¿Entiende que la administración no ha hecho lo suficiente?
R.- No, no lo ha hecho.
P.- Me gustaría que valorara en este caso la gestión, en términos generales, del nuevo equipo en la Consejería de Agricultura.
R.- Con carácter general, hay que decir que los cambios siempre son difíciles y que la Consejería es compleja. Ha habido cambios en la PAC, en el PDR, los pagos de 2015 se abonarán en mayo y eso es una buena noticia. Sin embargo, echamos en falta un desarrollo más rápido, por ejemplo, de la Ley Agraria. Dando esa tregua del primer año, hay que decir que el desconocimiento de la materia agrícola, la problemática de precios o los cambios en la PAC han hecho que no haya salido todo el trabajo adelante que deseábamos.
P.- ¿Cuáles serían las prioridades de ASAJA?
R.- Los precios agrícolas, junto a la puesta en marcha de todo el PDR y el desarrollo de la Ley Agraria.
P.- ¿Qué le diría a un joven que se plantea incorporarse al sector?
R.- Tenemos que decir que el sistema de incorporación no nos gusta. A partir de ahí, el joven debe incorporarse si le gusta la actividad y si tiene apoyo familiar. Si no es así, que no venga nadie a probar fortuna porque se arruina antes de empezar. Esto es cíclico. Le diría también que no malgaste el dinero en maquinaria o pagando rentas que no lo merecen. Si es así, será para toda la vida. Una media de mil incorporaciones al año, como ocurre ahora, sería ideal en la región
P.- ¿El Banco de Tierras de la Ley Agraria va a ayudar?
R.- No estamos de acuerdo con el Banco de Tierras, aunque reconozco que el tema no es fácil. El valor de las rentas es desproporcionado y al agricultor se le exigen muchas hectáreas para incorporarse, es una barbaridad. Deberían ir a su ritmo y seguir avanzando hacia un agricultor activo más profesional.
P.- ¿Ese debería ser el camino en la revisión de la PAC en 2017?
R.- Hay dos requisitos: mecanismos de mercado y que las ayudas las cobren los verdaderos profesionales. Todo ello, junto a la eliminación de la burocracia.
P.- Hablemos de la remolacha. ¿Se están dado los pasos necesarios para que no ocurra lo mismo que con el vacuno de leche sin cuotas?
R.- Son dos sectores distintos. El lácteo es más complejo. En el azúcar hay una cooperativa, una industria y una Interprofesional que regula las normas de contratación, los precios y los derechos hasta 2020. No tendría que haber problemas. El único que hay ahora es el precio del azúcar, que parece puede repuntar. Espero que podamos seguir manteniendo cuota de producción o aumentarla.
P.- Cambiemos de tema. ¿Cree que son necesarias unas elecciones en el campo?
R.- Creo que lo llevamos practicando desde el año 95 y, en estos momentos, estamos presentando alegaciones al borrador de representatividad de la Ley Agraria. Es bueno saber el respaldo con el que se cuenta. Ahora, siempre hemos dicho que en Castilla y León sería ridículo hacer unas elecciones para la Junta y otras para el Estado, habría que convalidar los resultados.
P.- ¿Cuáles han sido las alegaciones?
R.- Son temas de menor calado ya que la cuestión importante se ha rectificado.
P.- ¿Se refiere al voto por internet?
R.- Sí, había un rechazo frontal de las organizaciones agrarias y la Junta ha echado marcha atrás. El proceso electoral o consulta, como dice el texto, será con urnas como toda la vida, y como es lógico.
P.- En ese panorama sindical. ¿Caben cuatro organizaciones agrarias?
R.- Creo que va a ver pocos cambios a nivel nacional a medio plazo. Solo podrían existir cambios si hubiera elecciones sindicales a nivel nacional y el mínimo para la representatividad fuese alto. En este caso, el temor a no ser representativo obligaría a llegar a acuerdos, pero no creo que haya muchos cambios.
P.- Hay otro tema que preocupa al sector como es el lobo. ¿Cuál es el planteamiento de Asaja?
R.- Quiero destacar, en primer lugar, el cambio de política y sintonía con Juan Carlos Quiñones. Agradezco su claridad en este tema y su apoyo al sector ganadero. El lobo y la ganadería en un mismo espacio son incompatibles. Donde hay ganadería, no puede haber lobos, y la única manera de impedirlo es matarlos, como se está haciendo. Además, el seguro que se ponga en marcha en mayo deberá ser rápido en los pagos.