CULTIVOS
Europa apoya el uso del glifosato
Norma El Parlamento apoya la utilización de este herbicida por siete años y de forma profesional
El glifosato es una sustancia activa muy utilizada en herbicidas para agricultura y jardinería con el objetivo de controlar una amplia variedad de malezas. Es el herbicida más utilizado en el mundo. La legislación española permite su uso siguiendo las directrices europeas.
Comercializado por la multinacional Monsanto, su utilización ha sido apoyada por el Parlamento europeo, aunque solo por siete años y exclusivamente para uso profesional. es decir, establece restriciones en parques, zonas de juego o jardines. Una decisión basada en la «inquietud» generada sobre los efectos cancerígenos y el miedo a alteraciones endocrinas relacionadas con el glifosato. Y es que un estudio realizado por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el cáncer de la OMS concluía que el glifosato era «posiblemente cancerígeno» para los seres humanos, lo que ha preocupado a muchos países de la Unión.
Hay que recordar que la Comisión había propuesto, sin embargo, renovar la autorización de esta sustancia para todos los usos y sin restricciones durante quince años más (el máximo posible). Proposición que no ha sido atendida de momento ya que la decisión no es definitiva.
La resolución aprobada por 374 votos a favor, 225 en contra y 102 abstenciones no es vinculante.
El siguiente paso se llevará a cabo en el mes de mayo cuando un comité permanente de expertos nacionales vote si adopta o rechaza, por mayoría cualificada, la propuesta de la Comisión. Si no se produce esa mayoría suficiente, corresponderá a la CE ratificar la petición, como informan desde el parlamento europeo.
Junto a la autorización del herbicida hasta 2023 y la petición de un uso profesional, la eurocámara ha reclamado a la Comisión que presente un nuevo proyecto que analice el uso sostenible de los herbicidas que contienen glifosato y que realice una revisión independiente de su toxicidad y clasificación.
Se urge también al ejecutivo comunitario a publicar todas las pruebas científicas en las que se basó la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria para clasificar positivamente esta sustancia activa y recomendar la renovación de su autorización.
El texto comunitario desaprueba el uso del glifosato dentro o cerca de parques públicos, zonas de juego infantil y jardines públicos, y considera «inaceptable» su utilización como práctica agrícola, ya que aumenta la exposición humana al producto.
Los grupos ecologistas insisten en que el glifosato es una «amenaza» para la salud pública y piden su prohibición.
Desde Europa hay varias voces contradictorias ante el polémico herbicida, Francia pide, por ejemplo, su prohibición mientras que Alemania lo apoya.