BURGOS
Caderechas prueba con el calcio
Los productores de manzana y cereza del Valle se embarcan en un proyecto experimental para mejorar la calidad de la fruta /Los resultados se podrán constatar cuando finalicen ambas campañas
Si algo caracteriza a los productores del Valle de las Caderechas es su afán por estar siempre a la última. El acomodamiento no tiene cabida en el seno de un colectivo que por norma se sitúa en primera línea de investigación. Prueba de ello es su próximo reto, un proyecto experimental capitaneado por el químico Julio Molinuevo, ponente de lujo en la V edición de sus Cursos de Fruticultura.
Bajo la premisa de mejorar la calidad de sus manzanas y cerezas y favorecer el enriquecimiento del suelo, el proceso permitirá evaluar la aplicación de productos ricos en calcio sobre los árboles y los terrenos. Lo que se busca, en el caso de la manzanas, es que «tengan menos problemas de bitter pit», la famosa depresión amarga cuyas manchas afean considerablemente el interior de las reinetas. En cuanto a las cerezas, «el calcio, si está bien asimilado, da más dureza a la piel y permite una mejor conservación y transporte», detalla el director técnico de la Marca de Garantía, José Ignacio Velasco.
En principio, bastaría con «media docena» de agricultores que «vayan poniendo en práctica las distintas formas de trabajar con diferentes componentes». Tras un primer encuentro en el que se apuntaron varios voluntarios, el 19 de marzo se celebrará una nueva reunión en la que el ‘profesor’ Molinuevo «les va a poner trabajo» para dar los primeros pasos.
«Queremos ver qué tipo de compuestos son los más adecuados y en qué época aplicarlos para mejorar la calidad de la fruta» para, una vez finalizada la campaña, «analizar las muestras para ver esa incidencia». Toca esperar por lo tanto a las épocas de recolección, fijadas en agosto para la cereza y en octubre para la manzana.
Aunque dadas las fechas todavía es pronto para hacer estimaciones, Velasco se muestra optimista en términos cuantitativos debido al «crecimiento» de la asociación gracias a la incorporación de nuevos socios de un tiempo a esta parte.
Mientras tanto, los productores de cereza están añadiendo nuevas plantaciones. Cierto es que «hasta el cuarto o quinto año no empezamos a recoger cerezas en una cantidad considerable», pero el director de la Marca de Garantía confía que estas incorporaciones provoquen «un aumento de la producción».
Factores de riesgo
«Siempre estamos mirando al cielo», admite Velasco a la hora de referirse a los tres grandes factores que condicionan cada campaña. Por orden cronológico, la floración juega un papel determinante a la hora de arrojar mejores o peores resultados. En este sentido, los productores no ocultan su «preocupación» por un posible adelanto a causa de un verano tan suave como atípico en tierras burgalesas, pues la llegada de heladas esa época -mediados de abril para la manzana y finales para el manzano- «pondrá bastante en jaque la producción».
Así las cosas, los fruticultores están «pendientes de este mes». Por el momento, «si el frío continúa como estos últimos días hará que se pare un poco el desarrollo y volvamos a tener normalidad». De lo contrario, «si se adelanta la floración es más probable que las heladas cojan a la flor».
Tampoco servirían de mucho las reuniones con la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro) para «adaptar el seguro de la cereza a nuestras peculiaridades», de ahí que lo más importante para los productores sea que «haya un invierno normal». Es decir, «que haga frío e incluso nieve», apostilla Velasco.
A este «primer periodo crítico» se unen las lluvias, que en la época de floración «impiden el vuelo de las abejas, que ayudan a polinizar la planta y a que haya más producción». Por si fuera poco, también «aumentan la probabilidad de incidencia de los hongos», de ahí que a los productores del Valle no les gusten las lluvias en primavera.