Fitosanitarios, a examen

la cuenta atrás para que los 26.549 equipos fitosanitarios que existen censados en Castilla y León pasen la denominada ITV ha comenzado. Los agricultores disponen hasta el próximo 26 de noviembre para cumplir con este obligatorio trámite a través de las Unidades Móviles de Inspección Técnica de Equipos de Aplicación de Productos Fitosanitarios (ITEAF).

Uno de los principales objetivos de dicha inspección consiste en «mejorar la eficacia en los tratamientos» que se realizan en el campo, pero también la «seguridad», tal y como explica el director de la ITEAF de ASAJA en Ávila, David González Huerta, quien destaca el alto grado de satisfacción que los agricultores que pasan por su unidad móvil expresan tras superar la inspección.

González Huerta también hace hincapié en la utilidad de esta ITV que contribuye a que los tratamientos que los agricultores realizan contra las plagas resulten «más eficaces» y al mismo tiempo a ahorrar en producto, ya que no siempre se emplea de forma correcta.

Según el director de esta ITEAF, los agricultores de secano pueden gastar en este tipo de productos entre 1.000 y 2.000 euros al año, mientras que uno que disponga de entre 100 y 300 hectáreas de regadío pude desembolsar unos 60.000 euros.

Con esta ITV, se pueden detectar los fallos de los equipos o la mala utilización de los productos, lo que redunda en un ahorro que los agricultores notarán en el futuro.

Por el momento, en la provincia de Ávila han pasado por la unidad móvil durante la primera semana más de medio centenar de equipos, de los cuales «la mayoría» han superado «sin problemas» la ITV. En algún caso, ha habido que realizar «reparaciones leves» in situ, tal y como ha reconocido.

La provincia de Ávila es la que cuenta con menos equipos, en torno a un millar, teniendo en cuenta que sólo el 20% de su territorio es agrícola. Fundamentalmente la mitad norte y en especial la comarca de La Moraña, por donde el equipo integrado por cuatro inspectores y un director, comenzaron el pasado 29 de febrero las inspecciones en los municipios de Madrigal de las Altas Torres y Horcajo de las Torres.

Previamente, estos mismos técnicos han informado a los agricultores a través de charlas impartidas en unos 80 pueblos de la provincia para que conozcan la utilidad de unas inspecciones por las que tienen que abonar entre 20 y 50 euros, en función de la tipología de la máquina.

Posteriormente, a finales del mes de marzo, este mismo equipo de trabajo realizará charlas informativas en la provincia de Segovia, donde existe un censo de 1.800 máquinas, y en Salamanca -2.000-. Más adelante, a finales de abril o principio de mayo, harán lo mismo en Zamora -3.100-, para después hacer lo mismo en Valladolid -3.067-.

David González Huerta recuerda que los agricultores cuyas máquinas no superen la inspección, disponen de treinta días para poder hacerlo. El trámite apenas dura entre 45 minutos y una hora.

Según explica, los principales problemas detectados afectan a la distribución de caudales en las barras y a los manómetros que no funcionan y deben ser sustituidos. Pese a las posibles reticencias iniciales, González Huerta detecta que entre los agricultores existe concienciación para pasar este trámite dados los buenos resultados tanto para el campo, como para sus bolsillos.