MADRIGAL DE LAS ALTAS TORRES (ÁVILA)
El gran vino de La Moraña
La bodega de esta semana pertenece a la DO Rueda y está en la comarca abulense de La Moraña. Es un ejemplo en solitario, pues es la única bodega y, hasta el momento, la única viña que tiene la localidad de Madrigal de las Altas Torres. Pero hay algo que convierte a esta bodega y a sus vinos en un punto a tener en cuenta. Por eso, hoy quiero recordar que el primer descubridor de la importancia del vino y el viñedo en Madrigal de las Altas Torres fue ni más ni menos que el profesor y geógrafo Alain Huetz de Lemps, fallecido hace unas semanas y considerado la máxima autoridad en la crónica histórica del viñedo y el vino en el nordeste de España.
Gracias a su libro 'Vignobles et vins du Nord-Ouest de l’Espagne' conocemos los datos del origen desde la Edad Media. Me detengo en la importancia que tenía Madrigal de las Altas Torres en el texto dedicado al viñedo en la Tierra de Medina. En este apartado, Huetz de Lemps asegura que fue esta viña el primer gran centro de los vinos blancos de calidad de toda la Tierra de Medina. Que fue una villa próspera en el XV y XVI y que entró en decadencia a partir del XVIII. Estos datos son de vital y extraordinaria importancia para refrendar la raíz de la bodega y la viña actual en el espectro cultural, enológico y turístico.
Recientemente uno de los vinos de esta bodega ha entrado en la máxima categoría que establece el reglamento de la DO Rueda. Su Pecado de Extramuros -marca de corta andadura- ha sido calificado como Gran Vino de Rueda en su añada de 2021. Esto es simplemente una anécdota a la que deberemos unir la impresionante aportación al enoturismo, a la historia del vino y al propio ámbito geográfico de la DO Rueda de esta bodega. La única de la histórica villa de Madrigal de las Altas Torres y una referencia de La Moraña y de Ávila en la DO.
Por lo tanto, sus vinos -Pecado de Extramuros, Cuna Ysabel, Ysabel de Madrigal y Don Vasco- tienen ya su pequeño hueco en los mercados. Lo más interesante de esta bodega con DO Rueda es que sus viñas, ubicadas en el pago de Las Matillas del término municipal, son propiedad del ayuntamiento de Madrigal de las Altas Torres. En consecuencia, de todos los madrigalenses. 55 hectáreas, el 90% en espaldera y que, con una media de 40 años producen únicamente verdejo.
En principio, en los últimos años el Ayuntamiento ha hecho el esfuerzo de atender el viñedo, consolidar las marcas, abrir mercados y poner en valor la bodega Los Frailes, que dependió del convento de San Agustín de Extramuros. Pero esta cavidad subterránea de arquitectura mudéjar está situada cerca de la Puerta de Medina, en la parte alta de Madrigal, y se ha convertido ya en un producto turístico que se une al resto de los atractivos de la localidad, cuna de la reina Isabel, patria del Tata Vasco y uno de los ejemplos más notables del mudéjar en su arquitectura urbana y religiosa. Madrigal de las Altas Torres ya va adquiriendo la resonancia merecida en los mercados y sus vinos también. En la actualidad, apenas elaboran alrededor de 50.000 botellas.
La Moraña ha entrado como topónimo en la geografía del vino de la región al ver sus localidades dentro de la Denominación de Origen Rueda. El futuro está garantizado, pues cada vez crece más el interés tanto del ayuntamiento como de los habitantes de la histórica viña por rematar el proyecto con una bodega propia dentro del recinto murado mudéjar o en la propia viña del pago de Las Matillas. Por ahora, la parte técnica y de elaboración se soluciona utilizando las instalaciones y el criterio de bodegas inscritas en la DO Rueda. Cuando pregunto de quién es la bodega, el alcalde, Jesús del Campo, dice "de todos los habitantes de Madrigal", algo que Joana, técnico de Turismo, subraya en las visitas que incluyen catas de los vinos.