Diario de Valladolid

Las Rocas (La Aldea del Puente, León)

Cocina leonesa y leña de roble

Leoncio y Hortensia, en el comedor del mesón asador Las Rocas.

Leoncio y Hortensia, en el comedor del mesón asador Las Rocas.

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las mejores mollejas guisadas del entorno de la montaña llevan saliendo de la cocina al plato cuatro décadas. Ya solo con esto se ha ganado el aplauso este pequeño restaurante de la cocina rural leonesa. Está en la carretera que va de Mansilla de las Mulas a Cistierna. A las afueras de La Aldea del Puente. Es uno de esos establecimientos a pie de carretera cada día más necesarios en el medio rural y en la red de carreteras provinciales. Más de 40 años abierto y las mismas manos en la cocina y en el comedor. Los dos son de Villamuñío. En la cocina, Hortensia Ferreras, y frente al público, en la barra y en el comedor, Leoncio Sandoval. No tiene pérdida. Está a pie de carretera y es muy frecuentado por los vecinos de la comarca y por el tránsito turístico que va hacia la montaña de León.

Todos los días, el menú para forasteros y locales y los fines de semana, familias y grupos de amigos. La parrilla, en medio del comedor. Carnes rojas, con el chuletón al frente, entre las preferencias de la clientela, que también cuenta con chuletillas de cordero, solomillo y entrecot. Lo mejor de todo es que es un mesón asador de verdad. Huele a madera de roble y tiene ese clima que solo dan el fuego y la leña. Vinos de la DO León y de El Bierzo. Leo asegura que siempre hay un prieto picudo, un godello o una mencía. De postre, esos guiños de toda la vida. Tarta al whisky, crema de limón y crema catalana o melocotón en almíbar.

Sigue gustando al personal. Merluza y lubina casi siempre, churrasco y un buen pulpo a la gallega y con cachelos. Se puede comer por unos 30 euros a la carta y 14 euros con menú del día. Una parte de la clientela se inclina por la paletilla y la pierna a la brasa y, por encargo, siempre se cuenta con cochinillo y lechazo asados. Los platos de cuchara y las raciones que siguen gustando, entre las ensaladas, los entremeses y un buen plato de cecina o lengua curada hacen que el comensal encuentre lo que ha ido buscando: una comida sencilla, generosa en el plato y con ese precio tan razonable. Larga vida a los restaurantes de la cocina rural leonesa.

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