SORIA
Mariajo, los 12 Linajes y el Cid
El director general del grupo, Juan Rivero Herrería, visita con frecuencia San Esteban de Gormaz. Es el único territorio cidiano de su grupo de empresas. En 2004 D.O.5 Hispanobodegas apostó por la Ribera del Duero Soriana y, de esta manera, Viñedos y Bodegas Gormaz reactivó en todos los sentidos las instalaciones y los vinos, sumándose a los otros dos proyectos en suelo español: Bodegas Valdelacierva en La Rioja y Bodegas GarciGrande en Rueda. En la bodega de San Esteban aciertan en no perder el cordón umbilical con los viticultores y en potenciar las marcas que nacieron en esas mismas instalaciones, como son 12 Linajes y Viña Gormaz, que se mantienen con prioridad sobre el resto de los vinos. Otro éxito que se traduce en la gestión, en el trabajo de campo y en el diseño de los vinos ha sido el poner al frente a la enóloga soriana María José García, con una larga experiencia y muchas vendimias vinculadas a la bodega. Si bien el momento ha cambiado de forma notable para bien, algunos no queremos renunciar al origen, al que posiblemente fue el cimiento de todos los vinos que hoy triunfan en la Ribera soriana. Me refiero a la cooperativa de San José Obrero. Construida en los 70 para rentabilizar el esfuerzo de los viticultores concentrando viñas y garantizando la compra de la uva. Entonces, en los 70 y 80, fue el motor que aún hoy nos permite un buen racimo de viticultores que detuvieron el arranque de sus majuelos. Hace ya mucho, pero es de justicia recordar aquellos tiempos en los que Jerónimo Sáez era el presidente, el bodeguero era Cándido Muyo y el enólogo ribereño Lorenzo Ayuso se encargaba de ir cambiando los vinos. Y, por supuesto, quiero recordar a uno de los grandes cooperativistas: Juventino Hernández Miranda. Algún día habrá que hacer un pequeño reconocimiento a los orígenes, a las entrañas de esta bodega que mantiene contacto con parte de aquellos viticultores de los primeros tiempos, a pesar de todos los cambios estructurales, enológicos y vitícolas. Y no solamente desde San Esteban, la Ribera soriana en pleno debe sumarse al homenaje merecido a aquellos valientes que en los 70 frenaron el descepe y a duras penas se hicieron camino en la entonces ya poderosa Ribera del Duero. Una prueba del nexo con el pasado es que la mayor parte de la uva procede de viñedos viejos y de viejos viticultores de las localidades de Langa de Duero, Alcubilla del Marqués, Matanza de Soria, Quintanilla de Tres Barrios, Miño de San Esteban, Soto y Aldea de San Esteban. Y una pequeña partida que llega de Alcozar, esa bella localidad soriana poco conocida que forma parte también de la ruta del Camino del Cid.
Otra fuente de inspiración de esta bodega es la defensa de los 12 Linajes que rigieron la Soria del S. XII. Uno de esos linajes, el de Salvadores, muy vinculado a la figura del Cid, pues hay quien dice que el personaje que le dio nombre llegó de Valencia con el «que en buena hora nació». A San Esteban de Gormaz, por cierto, que era el origen del juglar a quien se le atribuye el Poema de Mío Cid.
La bodega actualmente comercializa unas 350.000 botellas de media al año con DO Ribera del Duero. Cuenta con 25 hectáreas de viñedo propio y continúa adquiriendo la uva a cerca medio centenar de viticultores con pequeñas parcelas, muchos de ellos vinculados en el pasado a la vieja cooperativa. María José ha sabido situarse en el momento enológico y en la demanda del mercado actual, diseñando tintos muy expresivos, frutales, pegados a la tierra y con los registros sensoriales que hoy triunfan entre los prescriptores. Los vinos parcelarios son un buen ejemplo de ello. Entre ellos destacan Anier, Finca Los Arenales, Grano a Grano y Senda de la Estación, además de La Goteña. Todos ellos proceden de términos del entorno con abundante viña vieja.
FICHA
Teléfono: 945 350 404
Web: www.hispanobodegas.com