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EL ALMA DE GILDO

Nicola, de Sheffield a Toro

Nicola Thornton, en el interior del número 40 de la calle Juderías de Toro, donde se ubicará su proyecto enoturísticoE. M.

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Conozco a Nicola Thornton desde hace unos cuantos años, algo así como veinte vendimias. Dos décadas de ciclos vegetativos que la inglesa de Toro ha vivido con pasión. Aquella joven que cursaba la etapa de Erasmus se convirtió con el tiempo en una profesional cualificada en el mundo del vino. Zamora, más concretamente Toro, ha sido su campo de batalla. Muchas bodegas se abrieron camino en la exportación guiadas por Nicola. Con el tiempo se ha convertido en una referencia en este campo cada día más complejo que es el de vender vinos fuera de Castilla y León y de España. Pero Nicola suma al ejercicio profesional de asesoramiento en exportación su implicación personal, sentimental y casi espiritual con la tierra cermeña.

Hace unos meses nos dejaba Gildo con 101 años. Todo un personaje del que creo que hemos hablado poco. Pero ahí estaba la inglesa Nicola para inspirarse en el bueno de Hermenegildo, agricultor, viticultor, sindicalista y, ante todo, un hombre cabal, lleno de experiencias y de historias que le enseñó a Nicola que la bodega siempre debe estar abierta al público y que un vino de Toro no se le niega a nadie. Me imagino su cara de sorpresa cuando Gildo le contaba que en su bodega pudo estar el mismísimo Cristóbal Colón charlando con el fraile toresano Diego de Deza sobre el célebre viaje a las Américas. Desde luego, una historia a 16 metros de profundidad y en la oscuridad de la bodega que se hace irresistible a cualquier curioso. Y es que Gildo ha tenido tanto que ver con esta bodeguera y promotora especializada en exportación que su vida empresarial dentro del sector del vino ha girado, prácticamente, en torno a él.

Cuando Nicola decidió diseñar su propio vino, elegir viña y suelo y lanzar al mercado una etiqueta, lo tenía claro: era El Alma de Gildo. La historia viva de Toro y el homenaje a un hombre que le transmitió la pasión por la cultura y la historia de la localidad zamorana. Llegó el momento de seleccionar pagos y terruños y se decidió por Los marzales, Las tijeras, Cantadales, La mina, Valdemantas y Picorroyo. Y así nació el tinto El Alma de Gildo, elaborado con uvas tintas de Toro procedentes de cepas en vaso de entre 40 y 90 años. Una buena parte, según Nicola, en ecológico. Hoy no pasa de 12.000 botellas y sale al mercado en la franja de los 50 euros, aunque la próxima campaña habrá un Gildo más asequible. Siempre, 100% tinta de Toro.

Está claro que la uva tinta de Toro, la ciudad de Toro y la historia de Gildo iban a determinar el futuro inmediato de la inglesa toresana que un día denominé “terremoto Thornton”. Resulta que este verano abrirá las puertas el último sueño, la quimera más deseada de Nicola, en la que la bodeguera que vino del condado de Yorkshire del Sur en Sheffield ha encontrado su morada cermeña. A pocos metros de la bodega de Gildo, pronto estará abierta de par en par la bodega de Nicola, siempre dispuesta a ofrecer un vino de Toro al visitante. Nicola está rematando ya la construcción de su casa, de su bodega enoturística y de su pequeño apartamento turístico en la calle Juderías del casco medieval de la villa de Toro. El proyecto está a punto de salir a la luz. Ella asegura que será diferente en la oferta enoturística de la villa toresana, al que se añadirán el apartamento y la vivienda en las entrañas de un edificio del siglo XVI con bodega subterránea incluida.

Nicola ha conseguido lo que pretendía: homenajear a su amigo Gildo viviendo como él, con la puerta abierta. No obstante, mientras cristaliza su último proyecto, quedan más iniciativas en las parcelas de viña y sigue manteniendo un buen abanico de vinos que ella misma diseña en distintas denominaciones de origen de Castilla y León.