Cinco hermanos y un dominio navarrés en Valladolid
Miguel Descalzo es agricultor y viticultor en la localidad vallisoletana de Villaverde de Medina. Siempre soñó en comprar una parcela para plantar viñas a la entrada de Nava de Rey y sumar así a las plantaciones de su pueblo. Con los años, el deseo se hizo realidad y en el mismo lugar, en La Granadilla, hoy se levanta la moderna bodega, rodeada de viñedos que toma el nombre del pago se ha convertido en el proyecto vitivinícola de los cinco hijos de Miguel y Maura, que ahora ven con orgullo esta aventura familiar.
Los hermanos Descalzo Matos han entrado por la puerta grande en la Denominación de Origen Rueda gracias a un buen criterio en viña, a un diseño sensorial acertado y una regularidad en sus vinos. Ante un panorama blanco de grandes bodegas y procedencias varias, por fin una bodega de nuevo cuño y raíces profundas. Una familia de viticultores irrumpe en el panorama de los blancos de calidad en el mercado y lo hace con el sello de la Denominación de Origen Rueda y el aval de la variedad verdejo que predomina en el conjunto de sus 115 hectáreas de viña propia localizadas entre los términos municipales de Villaverde de Medina y Nava del Rey, en la provincia de Valladolid, y dentro del ámbito geográfico que delimita el Consejo Regulador. Con varias generaciones atrás ligadas a la viña, aportan la frescura de unos viñedos en espaldera que alcanzan medias de 15, 20 y 22 años edad. Por lo tanto, teniendo en cuenta un criterio profesional en el enfoque del viticultura, tenemos la garantía de contar con la savia, el mejor momento del fruto y la potencia de los cepajes elegidos: un 85 % de uva verdejo aclimatada al terruño, un 15% de la variedad sauvignon blanc, que ya es una más en Rueda por su adaptación desde hace casi 40 años, y un 5% de la cepa francesa viognier, originaria del Ródano y que poco a poco se hace un hueco en el mapa vitícola español con pequeñas partidas en la región y ejemplos puntuales en la DO Rueda. El cimiento y la materia prima están avalados por el conocimiento y el trabajo de los tres hermanos -Alfonso, David y Miguel- viticultores curtidos y experimentados en asesoramiento y prácticas culturales de la vid dentro y fuera de su pueblo y explotación familiar. Ellos responden del resultado de la materia prima, con prácticas culturales que abrazan la agricultura ecológica y criterios acertados en rendimientos, podas y laboreos que repercuten en la calidad de la uva. Y ese es el secreto del éxito de sus vinos, que Roberto, el cuarto hermano, se encarga de elaborar en las nuevas instalaciones bajo el asesoramiento del equipo de la curtida enóloga María Sevilla. Y con estos mimbres, en tan solo diez años, han logrado posicionar sus vinos, recoger un buen número de premios y reconocimientos y exportar el 80% de su producción de vinos alrededor de 500.000 botellas acogidas a la DO Rueda a pesar de tener una capacidad de un millón de litros. «Nuestros vinos llegan a más de 34 países», insiste Ana Descalzo, que completa el quinquenio familiar y es la responsable de la gestión y dirección.
Una aventura enmarcada en la Denominación de Origen Rueda y sobre la base de las variedades autóctonas, los procesos de fermentación y crianza en inox, lías, roble y huevo de hormigón. Esto, unido a la imagen, que traslada un diseño atractivo y original en las etiquetas de sus embotellados. Entre ellos los verdejos y sauvignon Dominio de Granadilla, Finca Valdelavaca y los blancos ecológicos Granadilla, los varietales de sauvignon blanc y verdejo, el coupage de verdejo y viognier y los fermentados en barrica. Lo dicho, un vino de esta tierra con el sello de la verdejo y las manos de viticultores de siempre. Larga vida a los Descalzo Matos.