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Cuca La Vaina | León

Cuca La Vaina, más que un cocido

Miguel Centeno, frente al restaurante Cuca La Vaina, con su cocido maragato - E.M.

Publicado por
Javier Pérez Andrés

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El cocido con sus tres vuelcos y el postre. Para que no se olvide, carnes cocidas, curadas, ahumadas y frescas. De cerdo, vacuno y ave. Pata, oreja, costilla, lacón, tocino, panceta, morcillo, gallino y un buen relleno de miga de pan, huevo, ajo y perejil. Por ahora, de libro… El segundo vuelco, garbanzos Pico Pardal y berza ‘asa de cántaro’ con sofrito de ajo y pimentón. Vamos bien. Tercer vuelco: sopa de fideo resultante de la cocción de todo el grueso del cocido. Y, de postre, natillas caseras de huevo, leche y caramelo. 27 euros por persona.

Que Castrillo de los Polvazares es un icono de la gastronomía española es de todos sabido. Que Maruja y el cocido maragato son ya una leyenda en la cocina leonesa no tiene vuelta de hoja. Pero no quisiera olvidar que hace 30 años empezaba todo, volvían el maragato, el peregrino y el turista. Era el momento en el que había que apostar por infraestructuras para responder a lo que se convirtió con el tiempo en una estadística rentable.

Sigo hablando de gastronomía, pero de una gastronomía social, de compromiso, como el que adquirieron hace 30 años mi colega Ángel Santiago, el pintor Rosendo García Ramos, el empresario Luis Álvarez, el profesor José Palmero y los hermanos Centeno, Elena y Miguel. Este último, hoy, al frente de la gestión y la dirección del hotel y restaurante Cuca La Vaina. Apostaron por el cocido maragato y por los primeros vinos de León. Pero hay algo más, además del cocido, la cecina, los pimientos, el bacalao al ajoarriero y los tintos de mencía y prieto picudo y los blancos de godello y albarín.

La hostería Cuca La Vaina es un nido de cultura, un hervidero de actividades, de artistas de encuentros. Sin bajar la guardia en el comedor. Ahí siguen, defendiendo a los pintores y al cine y utilizando sus salas para diferentes exposiciones. A partir de hoy, junto al cocido maragato, se mostrará al comensal la selección de la obra del artista armuñés Esteban Tranche. Cuca La Vaina es uno de los pocos ejemplos que durante tres décadas ha mantenido la misma filosofía, los mismos dueños y el mismo gusto por el cocido maragato. Chapeau.