Un clarete que es una institución

Hijos de Marcos Gómez lleva desde 1930 elaborando vino procedente de cepas de más de 60 años en la DO Cigales. Sus claretes, frescos, con aromas afrutados y con una tonalidad fresa intenso, atraviesan uno de sus mejores momentos de salud. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación le concedió este año el prestigioso Premio Alimentos de España en la en la Modalidad Vino Rosado por un Salvueros joven, un rosado de corte moderno, actual, que es un coctel de fruta, flor y golosina. Su vino, de color rojo frambuesa, convenció al jurado por su aroma, sus notas de fruta fresca madura, que con el paso del tiempo, mostrarán toda la complejidad de la variedad tempranillo. Al paladar es muy afrutado y fresco, tiene una acidez moderada con ligeras notas cítricas, recoge su ficha técnica.

La bodega familiar asentada en Mucientes (Valladolid) desde hace tres generaciones cuenta con elaboraciones que se han convertido en toda una institución. «Mi abuelo Raimundo viajaba por los pueblos con un carro cargado de vino que él mismo elaboraba y vendía», comenta Raúl Gómez, nieto del fundador y uno de los dos representantes de la tercera generación de esta familia de bodegueros.

Él y su hermano Rafael han crecido entre las viñas que tanto cuidado y mimo profesaron sus ascendientes. En 2007 tomaron las riendas de Salvueros al fallecer su padre. En recuerdo a su figura han querido poner el nombre de ‘Hijos de Marcos Gómez’. Durante este tiempo han abierto nuevos mercados y han levantado nuevas instalaciones, pasando de estar en el centro del pueblo a ocupar una finca rodeada de viñedos en la carretera que conduce de Mucientes a Cigales. Una moderna bodega donde ha mantenido los mismos principios de siempre: calidad desde la viña. Sus 60 hectáreas de viñedo propio se encuentran repartidas entre Mucientes y la localidad de Cubillas de Santa Marta. El cuidado de la uva en todo momento es una de sus máximas preocupaciones.

Su apuesta por el viñedo y la regularidad de sus cosechas le ha convertido en una de las referencias indispensables en los bares y restaurantes de la ciudad del Pisuerga. Recogen cada año alrededor de setecientos mil kilos de uvas para la elaboración de sus cinco referencias: Rosado, Tinto, Verdejo, Garnacha Gris y una edición limitada de tinto de maceración carbónica, «el método más ancestral y natural que existe», según explican, bajo el nombre ‘La Guerrera’ el pago que da nombre a la finca centenaria de donde procede la uva 100% tempranillo. Sin embargo, la verdadera apuesta de la bodega lo ocupa el rosado con un  85-90% de la cifra de producción anuales. 

La bodega, con 93 años de historia, ha sabido ampliar nuevos mercados y diversificar su actividad, con visitas enfocadas al enoturismo, siendo hoy una de las referencias sagradas de Cigales.