MURALLAS DE aLMAZÁN (almazán, soria)
El medievo que resurge al atardecer
La recuperación de la Puerta del Mercado y su entorno deja un Almazán aún más medieval y crea nuevos productos turísticos
Hay atractivos patrimoniales que llevan ahí siglos y ya pasan un tanto desapercibidos para el ojo del vecino y no destacan en demasía para el del visitante. En Almazán decidieron sacar brillo a su muralla y de momento la Puerta del Mercado ha pasado de ser 'una cosa más' que ver a brillar con luz propia entre los numerosos atractivos de la villa.
Tanto es así que desde este verano y una vez completada la restauración, investigación y descubrimiento de patrimonio anexo, ha pasado a tener sus propias visitas guiadas. De actriz secundaria a protagonista y promete seguir sumando atractivos gracias a los avances en una estructura centenaria.
'La Fortificada. Atardeceres desde el cielo ' es el título de una actividad que encaja como anillo al dedo a Almazán. La localidad está dentro de la Red de Ciudades y Villas Medievales y ahora, en pleno siglo XXI, ha ‘ganado’ un bien más.
Las visitas guiadas a la Puerta del Mercado (y detallando la historia y los hallazgos que ha desvelado) se estrenaron en julio y agosto. Las próximas citas son el domingo 14 de octubre a las 19.00 horas; el sábado 11 de noviembre a las 17.15 horas; y el sábado 9 de diciembre a las 17.00 horas. Hay que apuntarse previamente en la oficina de turismo. ¿Por qué el baile de horas? Porque se explica mejor con la caída del sol, cuando a la historia y los muchos hallazgos se une el paisaje. Un marco incomparable para descubrir los hornos y establecimientos que fueron apareciendo en las excavaciones, los restos hallados o un foso que resultó ser más imponente de lo que se podía ver, por ejemplo, hasta el año pasado.
La puerta, conocida como La fortificada por su sólido porte, está orientada de tal manera que muestra uno de los atardeceres más bellos de la provincia de Soria y de toda Castilla y León si de tintes medievales se trata. Súmese a ello su valor arqueológico y todo lo que tiene que contar y se obtendrá una experiencia más que una postal.
Es una excusa, una más, para disfrutar de la villa de Almazán y de todo lo que tiene que ofrecer desde el punto de vista patrimonial. La muralla cuenta con otros rincones irrepetibles, como su abrazo al Duero junto al palacio de los Hurtado de Mendoza, mirador incluido. Por allí pasearon en su día los Reyes Católicos y allí se produjo la rendición de los Menceyes canarios, prácticamente la incorporación de las islas a la Corona de Castilla.
La iglesia de San Miguel de Almazán, con su cúpula octogonal y su crucero de aires musulmanes, atesora varios estilos artísticos y es considerada parte del Tesoro Nacional desde hace 92 años por ser uno de los templos más originales de Castilla y León y de toda España.
También la Puerta de la Villa (‘la del reloj’, para muchos visitantes), que da acceso a la plaza Mayor, invita a tomar la muralla más que como un acompañamiento. Es un monumento que merece ser contemplando en su integridad y aquí. Jalonada por antiquísimas confiterías donde redescubrir las exquisitas yemas o las curiosas paciencias, aquí la muralla endulza lo medieval con cierto encanto decimonónico. Una postal más que se suma a la Puerta de Herreros, para los expertos la que mejor mantiene su estructura original y por tanto su sabor. Aunque no lo parezca, las murallas pueden ‘revivir’ para dar nuevos atractivos.