Los Lubiano de Pesquera

Es una bodega con raíces profundas y vinculada al término municipal de mayor calado en el Duero en las últimas décadas. Hablamos de Pesquera de Duero, que se ha ganado su hueco en los mercados internacionales gracias a su actividad vitivinícola. En este escenario viven los Lubiano. Lo cierto es que los Lubiano han aparecido en los últimos años en el palmarés de los vinos del Duero. Como curiosidad, su árbol genealógico podría tener su origen en la localidad de Lubiano, perteneciente al término municipal alavés de Elorriaga. Así cuenta su ascendencia Emiliano Lubiano, hijo de viticultor y distribuidor de vinos, y desde hace unos pocos años, bodeguero en su pueblo. No obstante, Emiliano dice que los de su apellido "vienen del siglo XVI" y apuntala que no pasan de setenta los que así se apellidan en España. Lo cierto es que, a pesar de la fuerza sonora y del entronque con Pesquera de este apellido, el nombre de su bodega tiene guiños anglosajones. Se llama Velvety Wines y sus modernas instalaciones se alzan a la entrada de la localidad vallisoletana, en el paraje que se conoce como el Cañal, a un tiro de piedra de la carretera de Pesquera a Valbuena. Lo de Velvety se podría traducir como terciopelo. Muy apropiado si tenemos en cuenta la suave tanicidad que aporta el roble en los vinos, sensación muy apreciada en la fase de boca de la cata. Así se expresa Mónica Peñas, enóloga de la familia. Lubiano obtiene una fuerte presencia en el etiquetado de los vinos y, dada su sonoridad diferencial, contribuye a marcar una personalidad propia y real a los vinos del Duero. Algo que no es fácil ante la abrumadora nomenclatura que construye con frivolidad el marketing moderno. Por eso, esta bodega propiedad de Emiliano y Mónica ha iniciado su carrera hacia la fama dentro de los vinos de Pesquera. Sus tintos Lubiano, jóvenes, crianzas y de selección especial, se exportan a más de diez países, el 40% de su producción. El resto, en el mercado nacional. Dentro de unos días, siempre que el tiempo acompañe, habrán entrado en el lagar de esta bodega de Pesquera de Duero en torno a 80.000 kilos de uva. La bodega cuenta actualmente con 43 hectáreas de viña propia, localizadas en el término municipal, salvo unas viñas situadas en Curiel. Atrás queda un verano en el que, sin perder de vista el ciclo vegetativo de sus viñas, las nuevas y modernas instalaciones de esta bodega familiar han recibido alrededor de medio millar de visitantes, la mayor parte profesionales del sector hostelero y prescriptores internacionales. En pocos meses, los procesos de fermentación habrán culminado y todos sus tintos afrontarán el envejecimiento en su parque de barricas con cerca de un centenar, la mayor parte bordelesas de 225 litros, y un 20% en envases de 300 litros. Para Mónica Peñas es esta una parte importante para el afinamiento de sus vinos, siempre con un criterio de tiempo y edad de la barrica dirigida a modelar la elegancia de los tintos sin agredir en exceso con la madera, toda ella de roble francés. Velvety Wines se ajusta a un modelo de rabiosa actualidad, estancias para catas y visitantes, vinoteca y zona de degustación y una visita a la bodega que incrementa la fidelidad de su clientela. Como siempre, el valor reside en la materia prima, sobre viñas en espaldera y en vaso con más de una década en producción y un criterio profesional y restrictivo en la producción y las prácticas culturales. Sin duda, es una bodega que merece la pena visitar y que demuestra, una vez más, la fuerza de Pesquera de Duero en los mercados. Junto a los Lubiano, los tintos “Caminos blancos”, elaborados con distintas viñas, y que deben su nombre a la caliza que blanquea una buena parte de los suelos de Pesquera.