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LA MUEDRA (Vinuesa, Soria)

La cocina que emerge del monte

La Muedra hace bandera de las carnes de Pinares, la micología y el producto local en un guiño al pueblo que sumergió el embalse

Marlene Alves lleva la batuta en los fogones y Silvia Pérez dirige el hotel y restaurante La Muedra.- R. FERNÁNDEZ

Publicado por
A. CARRILLO | VALLADOLID
Valladolid

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En el sector inmobiliario y en el hostelero se suele decir que la clave del éxito de un negocio es «ubicación, ubicación y ubicación». El Hotel-Restaurante La Muedra la tiene, pero en su caso no es solamente cuestión de situarse en la turística Vinuesa. Las materias primas locales nutren su cocina y sin esa cercanía y apuesta por la tierra no sería igual. Ubicación para el cliente, sí, pero también para la despensa. La carta lo muestra en sus ‘apellidos’. Carnes y embutidos llevan el apellido «de Pinares» , los boletus del bosque circundante aparecen en varias elaboraciones, el queso es de Oncala, los patés selectos de la cercana Abejar, la miel de los postres es «de Vinuesa», a las migas no les falta torrezno soriano... Nada requiere más de 50 kilómetros de viaje. Si son 'cero' , mejor.

El 'envase' también es importante. Vinuesa forma parte de la red de Pueblos Más Bonitos de España . La localidad mantiene su arquitectura tradicional de media montaña, con la piedra de sus palacetes en contraste con la madera, la forma de vida secular. Mucho antes de la declaración ya era uno de los puntos turísticos más destacados de Soria y puerta de entrada a la Laguna Negra. Cuestiones como el reciente reconocimiento o el auge del micoturismo sólo han acrecentado su fama, pero aún es posible encontrar momentos donde sentir la tranquilidad. Entre el ‘tirón’ y la calma.

Bajo la dirección de Silvia Pérez y con Marlene Alves al mando de los fogones, La Muedra busca precisamente esa raíz que hace singular al pueblo. El nombre recuerda al pueblo sumergido bajo las aguas del embalse de la Cuerda del Pozo , a apenas unos metros del establecimiento. Era una localidad serrana de algo más de 300 habitantes hasta que en 1923 se aprobó la construcción de la presa. Hoy, caída la chimenea de la ferrería, apenas la torre de la iglesia emerge de las aguas para recordarlo. 

En Vinuesa recalaron buena parte de los modraños y aún hoy recuerda por ejemplo las fiestas de aquel pueblo. En el hotel restaurante La Muedra incluso el logotipo, la citada torre, recuerdan una cocina «tradicional, de cercanía» con los ingredientes locales.

El picadillo de chorizo (jijas, por la zona de León) se mezcla con queso potente; la parrillada de verduras depende de cada temporada; el solomillo o el entrecot de dentro de unos meses está pastando ahora no muy lejos del restaurante; e incluso la hamburguesa, quizás el plato mas informal, es de «100% carne de vacuno de Pinares».

La Muedra también cuenta con un «menú de parrillada» para ahorrarles el trago a los indecisos. En salada ‘La Muedra’, revuelto de boletus (hay que sacarse la licencia en el municipio, pero hay tanto en otoño como en primavera), una parrillada de embutidos y piezas como la panceta o el secreto, postre y vino... de la Ribera del Duero, claro está, que es la Denominación de Origen que toca a la provincia.

El establecimiento les sonará a los gourmets más veteranos. Comenzó con el nombre de Alvargonzález y precisamente con esa apuesta por la materia prima comenzó a despuntar un joven Óscar García . Hoy regenta El Baluarte, en Soria capital, pero sigue fiel a los productos de su tierra. Las manos cambian, pero la tierra es innegociable.