DE VINOS
Epi y el espíritu blanco y negro en la Ribera
Bodegas La Cepa Alta
Epifanio García, con una muestra de su Maiquel Jackson, subido al viejo tractor de la bodega en Olivares de Duero.
El bodeguero de Olivares encuentra aún, en tiempo de pandemia, motivos para destilar genialidades. Y rebusca entre lo vendimiado a tan solo 50 metros de la orilla del Duero para sorprender, transgredir y salirse de lo políticamente correcto, que es su terruño natural. La bodega de La Cepa Alta y sus vinos, producidos con las uvas de sus 42 hectáreas de viñedo , se ajustan al modelo en gestión técnica y comercial de cualquier empresa vinícola de la Denominación de Origen. Su cuarto de siglo en los mercados nacionales e internacionales lo demuestra. Hoy exporta el 70% (al menos hasta ahora).
A la cabeza de esta bodega familiar está Epifanio García , que logra hacer un coupage entre su formación como historiador, su vena musical, su lucha por una naturaleza mejor y un empeño real en la tierra, que labra. En definitiva, Epi vive al ritmo de los estados fenológicos de sus viñas, situadas a pocos metros de su domicilio, del río Duero y de la bodega. Todo ello en Olivares de Duero. Centímetro cero.
Epi es todo un maestro en las artes de fascinar y aplica su filosofía de vida en cualquier gesto profesional y personal. Su última ocurrencia se la dejó al cartero. Si Epi tiene que enviar una carta adjunta a la botella para acompañar su última novedad enológica lo hace sin rubor y con chispa.
Y empieza así: «Esta carta es la carta de la suerte de Maiquel Jackson -como él le denomina-. En 1968 el padre misionero y gran destilador gallego S. Monterrosso, en su periplo por Indiana, en las américas, preparó el soñado brebaje para que el pequeño de los Jackson perdiera su tonalidad y melanina».
Impactado, el lector-catador sigue la lectura de un texto al que acompañan una moneda de dos céntimos y los culos de John Lennon y Yoko Ono. Literal.
La carta continua así: «Pero no llegó a tiempo, ya que Maiquel falleció en 2009 y, desde entonces, su romance es enviado a ‘cienes y cienes’ de artistas, para que poniéndoles música la maldición no recaiga sobre ellos…»
Todavía habrá que invertir un tiempo en descubrir el mensaje . Total, que es entonces cuando Epi te ruega que no rompas la cadena y que te aprendas el romance. Si rompes la cadena, asegura Epi, la maldición de los Jackson caerá sobre ti. Hasta que no te sirves y degustas una copa del original aguardiente elaborado con orujos de tempranillo ribereña , no entiendes toda la ingeniosa performance.
Esta vez el autor de los tintos de La Veguilla-La Cepa Alta se busca a sí mismo un rocambolesco argumento para alumbrar su llegada al mercado. Si bien las barricas de roble y los depósitos de inoxidable sirven para envejecer y fermentar los tintos de La Veguilla y La Cepa Alta, es ahora el alambique el responsable de este aguardiente cristalino. Todo empieza con los hollejos de sus uvas de Ribera del Duero. Después, el paso de alambique con lentilla de rectificación. Y así nace un aguardiente blanco, cristalino, de amplio aroma floral que macera un mes con café en grano de tres variedades, cacao, canela en rama y cascara de limón.
Y aquí dice Epi que se hace el milagro: «una vez extraído el color y aromas propios de un aguardiente de café (caobas oscuros, nogales negros, chocolates y aromas torrefactos), se vuelve a destilar de nuevo, esta vez por columna de vapor, obteniendo unos alcoholes elegantemente finos y muy aromáticos con retrogusto a torrefactados, tostados y cacao». Todo un licor de café, pero blanco transparente. Y recalca: «es decir, un negro blanco».
Cuando pase la tormenta, Epi inaugurará un nuevo espacio a la intemperie en el jardín de la bodega , donde aguarda silencioso un piano florido que sonará en el primer concierto dedicado al bailarín con «un sabroso néctar surgido de una doble destilación» .
DIRECCIÓN : Carretera de Quintanilla, 28. Olivares de Duero (Valladolid).
TELÉFONO : 983 681 010.