Una cocina con Donaire

La joven Rosario Donaire es un buen ejemplo del momento actual de la gastronomía de Paradores. Charo es la actual jefa de cocina del Parador de Benavente. Ella siempre oyó hablar de la célebre Torre del Caracol, pero no se imaginó que algún día le tocaría dirigir el equipo de la cocina y diseñar los platos de la carta. Retoma una comanda que ha contado con antecesores de nivel. Esta vez es una chica de la añada del 89, con una amplia formación académica avalada por su paso por distintos centros, la que toma las riendas de la cocina del Parador benaventano.

Lo mejor de Charo es que ha sabido interpretar aquellos platos de la cocina tradicional zamorana que nunca faltan. El arroz a la zamorana, alguna versión del bacalao, guiños a legumbres y, por supuesto, el lechazo asado. Pero hay más. Charo ha incorporado a la carta una buena colección de quesos que va alternando distintas queserías y tipologías de la provincia. Algo que traslada en los postres al helado de queso o a la tarta cremosa, entre otros. También se atreve con un potaje de garbanzos Pico Pardal y una lasaña de verduras al gratén de queso que hace un guiño a la huerta benaventana. La carta, con los cambios lógicos de temporada, se mantiene con un diseño de ración generosa sin que, por ello, deje de demostrar su conocimiento de la técnica y un buen equilibrio en las materias primas y los ingredientes utilizados. Carnes rojas, embutidos, arroces, pastas y una curiosa sopa de ajo con huevo asado, que sorprende al comensal.

Comer en un restaurante con más de 50 años siempre es garantía. Pero si, además, es un Parador donde el clima, el ambiente y el servicio suman, es sin duda, un gran acierto. Por ahora, la cocina del Parador de Benavente tiene nombre propio. Se llama Rosario Donaire y en Benavente la conocemos como Charo, la jefa de cocina del Parador.