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EL PAN NEGRO DE MARILUZ

El turrón artesano auténtico

Mari Luz Lorenzo elabora recetas innovadoras y creativas. Fue la primera artesana en realizar turrón de jamón ibérico

Mari Luz en el mostrador de su establecimiento de La Alberca, en el corazón de la Sierra de Francia.-H.M.P.

Publicado por
Henar Martín Puentes

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En el corazón de la Sierra de Francia encontramos uno de los lugares sagrados donde disfrutar del auténtico turrón artesano. Mari Luz Lorenzo es una de las pocas maestras que han mantenido este noble oficio con larga tradición en La Alberca. Hija, nieta y bisnieta de turroneras, ofrece desde su obrador situado en la calle Tablao número 13, una de las principales vías que cruzan este hermoso pueblo declarado desde 1940 Conjunto Histórico Artístico y que a diario recibe visitantes de todos los rincones.

Para su elaboración Mari Luz emplea las mejores materias primas procedentes de la zona: miel autóctona y almendras que le traen de las Arribes. Con estos ingredientes realiza un amplio abanico de turrones que abarca 15 referencias durante todo el año con sabores tan llamativos y sugerentes como el turrón de galleta y cereza, el de naranja y peta zeta o el de vermú y fruta de la pasión. También ha lanzado otra variedad de turrón de chocolate con productos de la zona como el de aceite de trufa y nueces, dando como resultado una emulsión en el paladar entre el chocolate y el fruto seco que resulta muy agradable.

A Mari Luz y su hija Patricia les gusta jugar entre dulce y amargo respetando el sabor. «Ahora la tendencia en chocolates va en esta línea», recalca desde el mostrador donde atiende a la clientela.

«Procuramos hacer cosas que no haya en el mercado», aseguran madre e hija, que han apostado por la innovación en este tipo de dulce artesano. En 2013 lanzaron el primer turrón de jamón ibérico, un producto en el que aúna los dos alimentos más típicos de la zona, el turrón y el jamón, que es ibérico, porque el sabor que aporta es inigualable. Esta receta, que ya se suma al resto de recetas propias de su pastelería, logra mezclar el turrón de chocolate con una proporción de virutas de jamón ibérico crujiente, que sugiere en el paladar un sabor diferente. Primero se siente el sabor intenso del chocolate, pero al final aparece un gusto a jamón, un toque salado cuyo contraste resulta «delicioso». Con el tiempo se ha convertido en una ‘delicatessen’ que muchos buscan y encargan, para degustarlo ellos mismos o para regalar por su originalidad.

En las vitrinas del obrador del Pan Negro de Mari Luz hay además otras variedades que no dejan indiferentes y que son únicas, por incluir ingredientes que poco tienen que ver con el turrón de toda la vida. Destaca el turrón con vino Pedro Ximenez, que tiene mucho éxito, el turrón de trufas o el de aceite de oliva ‘Soleae’.

MORCILLA DE CHOCOLATE

Estas maestras han convertido su obrador en un laboratorio de ideas y creatividad a caballo entre la tradición y la vanguardia. Otro ejemplo de este trabajo de buen gusto e imaginación es la creación de una morcilla elaborada con chocolate y piñones, que engaña a la vista por el parecido con la auténtica morcilla salada.

Mari Luz ha sido una de esas supervivientes de la industrialización. Ha sabido reflejar en cada una de sus elaboraciones el legado tradicional. Desde niña ha visto ‘cocinar’ estas delicias a su abuela Teresa o la Rincona a las que ha ido introduciendo nuevas propuestas creativas e innovadoras como el de gamba al ajillo. «Siempre con ingredientes de calidad», asegura con gracia serrana. Realizan todo un universo de sabores distintos de turrón. Todos ellos artesanos. «No queremos masificar el producto, queremos que no pierda su esencia y su identidad», sostiene, «porque entonces perdería la denominación de artesanal», enfatiza.

Ahora están preparando la presentación que realizarán de todo este ‘universo turronero’ en Madrid Fusión, en una cita que tendrá lugar el 15 de enero a las 15:30 horas.