Un paraíso en la Ribera Sacra

El mundo parece haberse detenido en la Ribera Sacra. Aquel que descubra la impresionante naturaleza salvaje de este enclave situado al sur de la provincia de Lugo y bañado por las riberas de los ríos Sil y Miño, se quedará cautivado de este idílico lugar perfecto para desconectar de la rutina. Un auténtico paraíso donde, además de la belleza del paisaje y la riqueza de los vinos que en él se producen, posee la mayor concentración de románico eclesiástico de Europa.

Por estos motivos el entorno ha sido declarado Bien de Interés Cultural por la Xunta y optará a ser nombrada Patrimonio Mundial por la Unesco en 2021. «Mucha gente no conoce esta zona que es preciosa y que impresiona en cuanto se pone un pie en ella», comenta Borja Fernández. El ex-futbolista gallego del Real Valladolid decidió emprender un proyecto turístico lanzándose a gestionar una casa rural situada en el enclave de Soto, una pequeña aldea colgada sobre el Miño. En esta aventura empresarial ha contado como socio con Fernando Martín, propietario de El Rincón del Labrador (La Santa Espina, Valladolid).

A finales de 2018 tomaron las riendas de la Casa do Mundo, un lugar lleno de encanto que dispone de seis habitaciones dobles y familiares con baño privado donde se ha respetado la arquitectura popular gallega. «Borja y yo hemos puesto muchas ilusiones en este proyecto que estamos echando a andar», dice Fernando. Entre sus zonas comunes cuenta con numerosas terrazas con vistas espectaculares al valle. La casa rural cuenta con todo tipo de comodidades. Fue recuperada de una antigua casa, dotándolo de equilibro y belleza con el entorno.

«Vine enamorado cuando lo conocí», dice Fernando Martín, el conocido hostelero vallisoletano que adquirieron el inmueble el pasado mes de noviembre. El dueño del restaurante de cocina tradicional de El Rincón del Labrador, situado en el corazón de los Montes Torozos, se quedó cautivado de la belleza del lugar y enseguida vio posibilidades para poner en marcha un establecimiento, a caballo entre casa y hotel rural, donde alojan y dan servicio de desayuno buffet completo a sus huéspedes. Aunque llevan poco tiempo en marcha, parece que el balance de este verano –el primero desde que han abierto– es más que positivo.

«Todo el mundo que va viene encantadísimo», comenta Fernando que ya tiene registradas 90 reservas en agosto. La huella del Rincón del Labrador se nota, según él, en el «trato que se da a la gente, muy personalizado, intentamos que el cliente se sienta atendido en todo momento». Para ello cuentan con dos personas, Esther y Patricia, que se ocupan en todo momento de lo que pueda necesitar el huésped. Quien busque un refugio de paz alejado de todo bullicio es el lugar perfecto.

PLANES EN EL ENTORNO

En los alrededores de Cabo Do Mundo se puede hacer senderismo, montar en bicicleta, dar paseos fluviales y participar en catas de vino. Hay que recordar que la zona es famosa por sus mencías y godellos que cultivan en unos espectaculares bancales sobre el Miño. La vendimia es casi un acto de heroicidad teniendo en cuenta que la pendiente de estos terrenos rozan en algunos casos los 40 grados de inclinación. Además, se encuentra a tan solo 10 minutos de la Playa de A Coba donde alquilan piragüas y hay servicio de restaurante.

La casa rural también cuenta con una embarcación que alquila a los clientes y ofrecen varios planes turísticos personalizados como el viaje en la lancha de Quintasacra, donde realizan rutas a medida del turista con la posibilidad de incluso, organizar un pic- nic en un lugar apacible. También se puede aprovechar el viaje para deleitarse con la belleza de las iglesias románicas con MaisqueRomanico.